-Edwuard, iré a mi habitación a ducharme. Por favor deja de caminar en círculos que harás un hoyo en el suelo.La madre de Courthney salió del cuarto dejando al joven lobo dentro junto a su hija. Que aún no despertaba. Cuando decidió dejar de dar vueltas miró una vez más molesto a aquel espejo colgado en la pared.Apenas notando como el brillo de este empezaba a desaparecer gradualmente de forma lenta. Perdiendo su único uso y función.Pasando unos minutos Edwuard escuchó un ruido fuera de la habitación, y al abrir la puerta el raro escenario de dos espejos rotos caídos en el suelo fue lo que sus ojos vieron. Y momentos después, el espejo mágico dentro de la habitación se partió haciéndolo voltear debido al sonido que generó éste. Los pequeños y diminutos fragmentos cayeron al suelo. Pero no se quedaron ahí, lentamente se elevaron formando una esfera de color blanco muy brillante. Que se acercaba a Courthney rápidamente. E ingresando en el pecho de la muchacha, la luz se hizo más fue
Miraba mi reflejo en el espejo de mi baño. Me asombraba ver que mi cabello en lugar de regresar a ser blanco como lo tenía de pequeña, se puso completamente rojo. Era algo que no comprendía, si Almita abandonó mi cuerpo y regreso parte de mis poderes... ¿porque mi cabello no regresa a la normalidad? O al menos a ser rosa... me encantaba de rosa.Salí del baño chocando mi mirada de lleno al espejo en la pared. Ahora sin vidrio alguno. Ella se fue...El no tener su voz metiéndose en cada cosa que pensara o hablara era muy molesto. No me costaba admitir que la extrañaba... ahora me siento vacía. Lo que es hilarante. Porque ella me devolvió mis poderes dejándome completa, pero sin ella... me siento vacía.Nunca se puede tener todo en esta vida. Suspiré pesadamente, ya no hay nada que hacer.-hija.Levante la mirada y mi madre estaba asomando la cabeza por la puerta de mi habitación. Ella entró cuando me vio.-mami, ¿ya te vas?Ella asintió.-si mi niña. Ven acá.Al llegar a su lado ella m
-Mi Reina, ¡piedad por favor¡El sirviente se encontraba atado a un árbol, con el cuerpo humo de agua y sangre, con sus ropas desgarradas y hechas trizas. Recibía latigazos de cuero, un látigo de más de 50 hebras le azotaba la espalda sin piedad alguna.-¡¡PIEDAD MAJESTAD!!Sus palabras no hacían mella en quien dirigía aquel abuso. Una bruja de túnica verde armada al cuerpo junto a un velo del mismo color era quien golpeaba al sirviente. Dirigida por una mujer sentada cómodamente en una silla a sus espaldas, mientras tomaba tranquilamente una bebida con el sonido de lamentos como fondo.Los gritos del hombre se volvieron sollozos, algunas doncellas de la Reina estaban junto a ella mirando con expresión vacía el espectáculo frente a sus ojos. La escena que se proyectaba no era algo fuera de lo común... Su Reina estaba molesta, eso era bastante cotidiano también.La bruja dejó de azotar al hombre al notar que se había desmayado. Volteo la vista y bajo el velo de su rostro. Le dió una so
-mi Reina, la cabeza del soldado fue entregada a su familia.Ella estaba mirando por la ventana de su oficina, cuando llegaron 3 hombres con información.-¿lloraron?-la esposa estaba molesta y su pequeña hija lloró con todo y gritos.El informante bufó molesto.-ese engendro gritó y hasta golpeó a uno de mis ayudantes.Ella lo miró sobre el hombro, y el afectado estaba a su lado con el rostro hinchado en el lateral izquierdo.-tienes a un inútil contigo, que tanta utilidad puede brindar a mis filas si es golpeado a ese grado por una niña.El mencionado bajo la cabeza avergonzado. -entrena a tus muchachos, tienen muy malos reflejos al parecer.-si, mi Reina.-bien, lárgate entonces.El trío de hombres hicieron reverencia y salieron de la habitación, dejando sola a la mujer.En su cabeza trabajaban a toda máquina los engranajes, debía encontrar una forma de debilitar los aún más, aunque tenga la ventaja, todo puede salir mal si es bien calculado, y no está dispuesta a cometer errores.
Un mes después.-¡aquí estás Courthney!Lleve la mano a mi pecho asustada por el grito.-¡por la Diosa, no entres así!Estaba escondida en la herrería de la manada desde hace más de 5 horas, el herrero había terminado con todas las armadura y armas de quienes iban a luchar nuestro lado. Llevaba al menos una hora aquí colocando complejos hechizos en la utilería, y el que estaba iniciando fue interrumpido por el grito de mi destinado.-lo siento, no estabas en ningún lugar y me preocupé. ¿Qué haces?Me senté en el escritorio de metal que había en el centro del lugar.-estaba poniendo hechizos en las armaduras, de protección, resistencia, hechizos que alertaran al cuerpo a moverse para evitar ataques sorpresa. No dudo que no sepan identificarlos, pero en el caso de que sus sentidos sean afectados ese hechizo los protegerá por un tiempo, siempre y cuando el estado de ellos le permita seguir luchando. También les puse localización por si tratan de secuestrar a alguno como cebo o cosas así.
-¿a cuántas horas están?-hemos calculado de 12 a 15 horas señora.Asentí con la cabeza aún caminando, el hombre me seguía al igual que a Edwuard. -bien, ordena a todos los ciudadanos que vayan a los refugios asignados bajo tierra. Repítanles que tranquen las puertas y se mantengan calmados, es poco probable que alguien que no sea de esta manada los encuentre. Si algo malo nos pasa ellos deben estar a salvo.-si Alpha enseguida.El se retiró siguiendo las órdenes de Edwuard y otro hombre apareció a nuestro lado dirigiéndose a mí.-señora, tal como ordenó dentro de los refugios están armas para que los ciudadanos se protejan de ser el caso, tienen alimentos y bebidas suministrados para un mes dentro de cada refugio.-¿electricidad o alguna forma de alumbrar dentro? ¿Qué hay del calor o el frío ahí abajo? ¿Colocaron bien las esferas que les di?-si señora, hay velas y cerillos. Y las esferas podrán ser calibradas por ellos mismos desde adentro, según sus necesidades.Asentí satisfecha.
Una vez más mi trasero golpeó el suelo de forma brusca, luego de que la espada hiciera chispa y me lanzó con fuerza.Gruñí molesto. Necesito manejar esa espada, Courthney la mandó a hacer exclusivamente para mi, para protegerlos a todos.Empuño la espada una vez más, mirando el árbol frente a mí, el cual no tiene un solo rasguño a diferencia de mi. Miro la hoja de la espada y en silencio espero que esta vez funcione tal como Courthney dijo. Cerré los ojos y respiré lentamente tranquilizándome, una gota de sudor rodó desde mi frente hasta mi mejilla. Sentí un poco de aire rodearme, abrí uno de mis ojos y vi que la espada comenzaba a tomar un brillo azul y que las hojas estaban rodeandola debido al viento, al igual que lo hacían conmigo. De repente el tono azul que había agarrado la espada se encendió, ahora era un tono mucho más fuerte.Me preparé para ser lanzado nuevamente, pero tal como vino, el azul desapareció dejando la espada de su color natural. Sentí una mano agarrarme el ho
-mi señora. Todas las armas están listas.-¿las pelirrojas ya bebieron la fórmula de mutación que preparaste?-si mi señora, han reaccionado al producto como predijimos y están sedadas debido a su alteración. El efecto pasará cuando estemos atacando y se unirán a la pelea.-¿cómo sabrá a quién atacar?-el suero tiene los químicos adecuados y en su sangre está el código genético que le hace reconocer a sus iguales, es decir a nosotros, por lo atacará a lo desconocido.-bien... cuando acabe la batalla. Mátalas.-p-pero señora, esto es una creación exclusiva... ellas se volvieron una nueva especie, perfectas armas para matar.-¿y quieres que dejemos vivas a las mutaciones genéticas que creaste? No, si consiguen modificar tu experimento podríamos ser nosotros a quienes quieran atacar. Y no usaran nuestras armas en contra nuestra. -señora, por favor reconsiderel---yo no recuerdo haberte pedido de favor esto, es una orden. Así que obedece. Bajando la cabeza derrotado, asintió sin ganas.