madre. Hice un sonido con mi garganta.

-y em Alpha, ¿para qué nos necesita, si a simple vista su fortaleza parece indestructible? -pregunto mi madre luego de mi sonido incómodo-

《 ¡Lo cual agradezco! 》

-Bien-dejo de mirarme para posar sus ojos en mi madre-estamos siendo amenazados por el Demonio Klarc-dijo-

Mamá y yo nos miramos. Es un demonio del cual no se tiene casi información, solo se sabe que sus subordinados atacan en su nombre, se desconoce su rostro y ubicación, ya que al parecer siempre está en movimiento.

-ha matado a 100 de mis mejores hombres sin contar a los demás soldados y ha secuestrado a más de 15 mujeres de entre 17 a 20 años, cada que les atacamos perdemos muchos guerreros y nos superan en número, nos debilitamos con plata y ellos lo saben, y además usan una especie de planta rara, han estado a punto de matarme hace unos días, uno de mis hombres más leales se sacrificó por mí-su mirada reflejaba dolor e ira-y ya estoy harto de todo esto con ellos quiero que dejen a mi gente en paz, que devuelvan a las mujeres que han secuestrado y venganza por la muerte de nuestros hombres, y no podemos hacerlo sin ayuda ya que como ven que a pesar una manada fuerte nos vemos amenazados por ese Demonio y sus seguidores, hemos intentado muchas cosas y todos los hechiceros que trataron de ayudar no solucionaron nada, por favor ayúdenos Reina Isabella.-el miró a mamá a los ojos-

Mi madre y yo nos miramos un momento nuevamente y ella en sus ojos me preguntaba si estaba dispuesta a ayudarlo con todo el peligro que corren él y su manada, dado que entre mi pueblo yo soy la más fuerte, ni siquiera mi madre que es la reina puede igualar mi poder, mi madre es una bruja blanca y mi padre fue un Descendiente de lo que antes era conocido como "La Civilización de los Dioses" , hombres y mujeres con un enorme poder que eran cazados para tomar dicha magia que corría en su sangre, mi padre el líder y el último de esa civilización se enamoró de mi madre y me tuvieron ; pero lo asesinaron, el murió tratando de defenderme ... ya que tengo su poder en mis venas así como el poder de mi madre, yo soy la última Descendiente de la Civilización de Los Dioses y la Princesa de Las Brujas Blancas.

-Está bien-dije mirando al Alpha con una sonrisa-lo ayudaré Alpha-él me sonrió-

- ¿Traerán a sus mejores Brujos entonces? -nos preguntó-y yo reí-

-no-le respondí y me miró confundido-

-yo soy todo lo que necesitas para matar a Klarc-abrió sus ojos y me reí más fuerte-

- ¿cómo? -me dijo-

-dándoles a ustedes más poder del que ya poseen por naturaleza, ellos se han aferrado a atacar con plata y posiblemente la flor del metaletano contra ustedes, buena estrategia, pero igual es una sucia jugada porque no los enfrentan sin debilitarlos, así que usaremos su ejemplo en su contra, quiero ver a sus guerreros Alpha-

El me miraba fijamente y caí en cuenta de qué le estoy ordenando al jefe de esta manada.

-oh, Perdón que hablé así, es la costumbre -me reí ligeramente, mi actitud infantil volvió he hizo que él sonriera un poco-

-no, está bien, me parece muy bien que impongas autoridad-dijo sonriéndome-

-Alpha ella es infantil la mayor parte del tiempo solo se pone así en situaciones como esta y es realmente mala cuando tratan de herir a su gente, por eso va a ayudarles, sabe que se siente impotente al no poder defender a su pueblo, y ella no permitirá que eso pase ya que entiende perfectamente-mi madre me sonrió orgullosa-pero no deja de ser inmadura e infantil la mayor parte del tiempo-me miro burlona-

- ¡Mamá! -me quejé pegando un pisotón en el suelo-todo lo bueno que dijiste de mi lo tiraste por la borda-hice un puchero y fruncí mi ceño y ellos se rieron seguro que mi cara es graciosa en este momento-

-bien ya que llegaron antes y muy temprano permítanme llevarlas al comedor para que se sirvan el desayuno-dijo el Alpha mirándome-

-claro, agradezca a Courthney estaba desesperada por ver lobos y nos hizo aparecer junto a unos metros de su manada-dijo mi madre riéndose-

-¡¡en esa cosa nunca hubiéramos llegado!! -moví mis manos exasperada-además quería ver a los lobos, nunca vi uno en vivo y en directo, ¡quiero montarme en uno! -salte emocionada-

-cariño no son caballos-mi madre me repitió cansada-

Iba a responder, pero el Alpha se adelantó.

-puedo dejar que te subas a uno si deseas-me dijo sonriendo y me pareció ver sus ojos de dos colores, pero desapareció tan rápido que no estoy segura-

《Su lobo...》

- ¡sí!¡Gracias! -grite de alegría al fijarme de lo que dijo e inconscientemente salte a sus brazos-¡¡gracias, gracias, gracias!!-el me abrazo por la cintura y me separe a mirarlo, le Sonreí y ahí me di cuenta de la posición, me separé avergonzada alejándome-lo lamento-dije avergonzada

-hey, tranquila no me molesta- dijo mirándome con una sonrisa-

《 ¿No se cansa de sonreírme? 》me pregunté.

Sentí la mirada de mi madre y la observé, se miraba confundida casi podía ver los engranajes de su cabeza trabajando.

-mamá-la llamé-

- ¿Qué? -dijo pestañeando rápido-

- ¿qué pasa? -pregunte-

-nada cariño, nada-dijo tajante-

《Si cómo no》 moví mi cabeza negativamente hacia mi madre.

-vengan las llevare al comedor-dijo el Alpha rompiendo el silencio-.

Mi madre camino junto él y yo les seguía a una distancia prudente, ellos hablaban de cosas que no me interesaban oír.

Yo me entretenía mirando a los niños jugar con los lobos, algunos aún me miraban cautelosos el resto me ignoró totalmente.

Entramos en un corredor decorado estilo medieval.

Mire hacia mi mamá, ella seguía hablando, pero el Alpha estaba mirándome de reojo.

Alcé una ceja en su dirección.

El me guiño un ojo y yo abrí la boca sorprendida.

¡¡Acaba de guiñarme el ojo!!

Entrecerré los ojos molesta mirando su espalda.

《 ¡Me está coqueteando y me conoció hace como 5 minutos! ¡¡¡Y con mi madre presente!!!》me queje en mi mente.

-confianzudo-susurré bajo, pero se él escuchó perfectamente-

Ví como se empezó a reír y mamá lo miró extrañada.

Él solo se aaclaró la garganta y nos abrió una puerta.

-adelante Reina-le dijo a mamá-

Yo, caminé atrás de ella, mientras miraba acusadoramente al Alpha.

Él simplemente sonrió inocente. Y caminó a la mesa, movió una silla para que yo me sentara.

Así lo hice ya que mamá me miraba fijamente.

《Dato: el Alpha es raro. No te acerques, puede ser contagioso》

Anotando ese dato en mi mente, comí el desayuno que unas sirvientas sirvieron mientras estaba perdida en mis pensamientos.