BUENA :Al día siguiente continuó con mis labores como lo hacía antes. Escuché de algunos sirvientes qué el alfa estaba tan molesto que sacó a su beta de su despacho y nadie se acerca a él, todos tienen miedo de enfrentar su furia. Con un suspiro subo las interminables escaleras y llego a la gran puerta negra de su despacho. Cómo puedo abro la puerta y casi dejo caer el desayuno cuándo unos fuertes brazos me rodean. —Te extrañé tanto. Me susurra dejando un beso en mi cuello. —Lucían, es peligroso si alguien nos encuentra en esta situación. Le digo separándome de él para colocar el desayuno encima de la mesa. Él bufa y se sienta pasando la mano por su pelo. —Quisiera escaparme contigo y olvidarme de todo. Dice con un suspiro. —¿Qué pasa? Escuché que todos tienen miedo de entrar aquí y que has botado a tu beta de aquí como un perro. Lucían gruñe y golpea la mesa. —Ese maldito… Se atrevió a embarazar a mi hermanita y la muy cínica ni siquiera me ha dado la cara. Dice enojad
BUENA:Escuché por chisme de algunas sirvientas qué el alfa sacó a su tío y sobrino de su despacho y que ahora estaba peor que hace horas. También escuché que es tío de Lucían por parte de padres y que siempre ha estado celoso por que no le dieron el cargo de alfa. Escuché por igual qué su hijo es un maldito y hay que andar con cuidado con él. Durante el día evité estar en los lugares a solas y siempre me mantuve alerta. No le lleve el almuerzo a Lucían porque hoy comió con toda su gente en una gran sala. En estos momentos me encuentro en mi celda descansando un poco. Escucho como mi puerta es abierta y me levanto para ver quién es. —Él alfa me encargó de alimentarla bien señora. Dice Brandon entregándome una bandeja de comida. —Gracias Brandon, pero no me digas señora… Recuerda que las paredes tienen oído. —Cierto, una disculpa. Dice bajando la cabeza un poco. —Tampoco te dirijas a mi con tanto respeto… Sería muy extraño. Digo mientras destapo la comida y empiezo a devo
BUENA:Luego de una sección de sexo increíble es hora de irme, pero el niño Lucían no quería permitirlo. —Lucían debo irme. —No quiero que te vayas. Dice haciendo un puchero y me río. —Pareces un niño. Le recrimino. —Soy tu niño, y piensas abandonarme, no es justo. Vuelve a decir mientras oculta su cara en mis pechos. —Lucían… Le reprocho y él se separa de mí. —Está bien, vístete qué llamaré a uno de mis hombres para que te escolten, ese maldito de Maicol debe de estar rondando por ahí. Dice y asiento de acuerdo con él. Cuándo termino de vestirme Brandon entra a la habitación de Lucían. —Alfa. Dice haciendo una reverencia. —Brandon, necesito que lleves a Buena a la celda, no permitas que nadie se le acerque, ni mucho menos el inútil de Maicol, si le pone un dedo arriba matalo. —Sí señor.Dice Brandon y me acerco a Lucían. —Sí lo matas estarás en problemas. —Lo sé, pero habrá una rata menos… Nadie puede tocarte excepto yo. Dice y besa mis labios… Cada vez se vuelve m
En otro lugar alejado de la manada:—¿Estás cumpliendo con todo lo que te hemos pedido? Dice el hombre con la capa negra. —Así es, usted sabe que no estoy a cargo, pero la esclava humana es bastante estúpida no sabe lo que se mueve a su alrededor. —¿Es así? Supongo que tenemos suerte entonces. —Así es señor, ¿Otro encargo más? —Sí, necesito que ayudes a infiltrar mi gente en la manada… Desde adentro será más fácil, crearé pequeñas distracciones. —Será pan comido señor. —Excelente, me gusta trabajar contigo, gracias a tí pudimos atacar al antiguo alfa, cuándo gobierne el mundo tendrás un alto cargo. —Se lo agradezco señor. –Sí, puedes retirarte. Dice el hombre y la mujer se retira con una sonrisa en el rostro… Uuff, si solo supieran. BUENA :Mientras tomo un relajante baño en el lago, Mariana no deja de contarme lo feliz que está por que Lucían los ha aceptado. —Es un buen progreso, me alegro por tí. —Siii, estoy muy emocionada, cuándo todo acabe… Nos casaremos. Habla con
BUENA:No volví a salir de mi habitación y tampoco recibí la visita de Mariana por lo que estaba preocupada. Cuándo ya estaba por quedarme dormida siento que la puerta es abierta y me levanto de inmediato. Me asusto mucho al ver a alguien entrar con una capa negra. —Soy yo pequeña. Dice Lucían y respiro con tranquilidad. —Casi me matas del susto. Digo caminando hacia él para abrazarlo. —Lo siento, no quería asustarte. Dice estrechándome en sus fuertes brazos.Ahí permanezco por varios segundos y luego me separo de él. —¿Cómo está todo allá afuera? Le pregunto mirando a los ojos. —Jodido, tenemos que empezar con lo planeado, hay muchos enemigos. Asiento suspirando. —Al parecer todos se han unido para ir en contra de tí. —Así es… Pero lo que me tiene intrigado… ¿Qué estarán buscando? Lucían y yo permanecemos en silencio por largos segundos. —Sea lo que sea que busquen, es muy importante para ellos. Digo caminando con Lucían hacía la cama. —Mariana ¿Está bien? Le pregun
BUENA :Mientras los idiotas de los guardias me llevan a rastras miro mi pueblo en ruinas. Las personas ya no son las que eran antes y están en una pobreza extrema. Algunos me miran con lástima y otros con sorpresa. Miro el castillo desde mi distancia y esta reluce con su esplendor. Algunos guardias golpean a los habitantes y eso me parte el corazón… Esto está en ruinas. Pienso y los guardias rodean el castillo llevándome en la parte más oscura de ellas. El mal olor llega a mi nariz y hago una cara de asco. Los calabozos están llenos de personas y reconozco a la mayoría qué eran guardias leales a mi padre. Ellos abren un calabozo y me lanzan como si fuera basura y luego lo cierran —Cariño ¿Eres tú? Dice mi madre al borde de las lágrimas y lloro al ver en las condiciones que ella está… Mi madre está desnutrida, sucia y ni se diga de su cabello sin vida y sin brillo… No, no esto es una pesadilla. Obervo a mi padre que está todo barbudo desnutrido igual y todo sucio… Lo mismo
ALFA LUCÍAN :Han pasado tres días y el desespero me tiene cada vez más de un humor terrible. Me encuentro en mi despacho cuando tocan la puerta y el olor del mago llaga a mi olfato y frunzo el ceño. —Pasa. Digo y Gerson abre la puerta seguido del mago qué entra con una capa qué lo cubre por completo. —Puedes retirarte Gerson, gracias. Le digo a mi beta y este asiente retirándose. Clavo mis ojos en el mago y este solo toma asiento quitándose la capa. —¿Para que me mandaste a buscar Lucían? Dice mirando a su alrededor muy tranquilo. Suspiro y gruño bajito. —Te necesito para algo importante, puedes pedir lo que quieras siempre y cuándo esté a mi alcance. El mago alza las cejas con media sonrisa. —¿Tú necesitas mi ayuda? No me hagas reír Lucían… Te recuerdo que éramos amigos y me mandaste a sacar de esta manada cuándo los otros magos asesinaron a tus padres ¿Ahora pides mi ayuda como sin nada? Me niego. Dice y se cruza de brazos. Cierro los ojos y paso la mano por mi cabell
BUENA:—Bien, ahora atenlo . Dice el maldito con una sonrisa maliciosa. Lucían se deja atar con unas grandes cadenas de plata y yo sólo puedo mirar con impotencia al no poder hacer nada… Como desearía ser fuerte. Pienso mientras observo. —Por favor Malon, el problema aquí es conmigo… Por favor déjalos ir. Le suplico con miedo a que le haga algo a Lucían. —JAJAJA, qué tiernos la amada parejita ¿No quieren que brinden por ustedes? Dice mirándonos a ambos. Lucían solo me observa tranquilo y algunos gruñidos salen de sus labios. —Estás muy tranquilo perro ¿Qué te parece si le ponemos un poco de diversión a esto? De todas maneras será mi esposa en unas horas. Dice haciendo unas señas y unos de sus hombres, me agarran de ambos brazos inmovilizandome. Me muevo para tratar de zafarme, pero el aullido de Lucían me detiene. Obervo como uno de los guardias le clava una daga en una de las patas a mi lobo, mientra otro con una capa negra lo inmoviliza con algo negro que sale de sus man