BUENA:No volví a salir de mi habitación y tampoco recibí la visita de Mariana por lo que estaba preocupada. Cuándo ya estaba por quedarme dormida siento que la puerta es abierta y me levanto de inmediato. Me asusto mucho al ver a alguien entrar con una capa negra. —Soy yo pequeña. Dice Lucían y respiro con tranquilidad. —Casi me matas del susto. Digo caminando hacia él para abrazarlo. —Lo siento, no quería asustarte. Dice estrechándome en sus fuertes brazos.Ahí permanezco por varios segundos y luego me separo de él. —¿Cómo está todo allá afuera? Le pregunto mirando a los ojos. —Jodido, tenemos que empezar con lo planeado, hay muchos enemigos. Asiento suspirando. —Al parecer todos se han unido para ir en contra de tí. —Así es… Pero lo que me tiene intrigado… ¿Qué estarán buscando? Lucían y yo permanecemos en silencio por largos segundos. —Sea lo que sea que busquen, es muy importante para ellos. Digo caminando con Lucían hacía la cama. —Mariana ¿Está bien? Le pregun
BUENA :Mientras los idiotas de los guardias me llevan a rastras miro mi pueblo en ruinas. Las personas ya no son las que eran antes y están en una pobreza extrema. Algunos me miran con lástima y otros con sorpresa. Miro el castillo desde mi distancia y esta reluce con su esplendor. Algunos guardias golpean a los habitantes y eso me parte el corazón… Esto está en ruinas. Pienso y los guardias rodean el castillo llevándome en la parte más oscura de ellas. El mal olor llega a mi nariz y hago una cara de asco. Los calabozos están llenos de personas y reconozco a la mayoría qué eran guardias leales a mi padre. Ellos abren un calabozo y me lanzan como si fuera basura y luego lo cierran —Cariño ¿Eres tú? Dice mi madre al borde de las lágrimas y lloro al ver en las condiciones que ella está… Mi madre está desnutrida, sucia y ni se diga de su cabello sin vida y sin brillo… No, no esto es una pesadilla. Obervo a mi padre que está todo barbudo desnutrido igual y todo sucio… Lo mismo
ALFA LUCÍAN :Han pasado tres días y el desespero me tiene cada vez más de un humor terrible. Me encuentro en mi despacho cuando tocan la puerta y el olor del mago llaga a mi olfato y frunzo el ceño. —Pasa. Digo y Gerson abre la puerta seguido del mago qué entra con una capa qué lo cubre por completo. —Puedes retirarte Gerson, gracias. Le digo a mi beta y este asiente retirándose. Clavo mis ojos en el mago y este solo toma asiento quitándose la capa. —¿Para que me mandaste a buscar Lucían? Dice mirando a su alrededor muy tranquilo. Suspiro y gruño bajito. —Te necesito para algo importante, puedes pedir lo que quieras siempre y cuándo esté a mi alcance. El mago alza las cejas con media sonrisa. —¿Tú necesitas mi ayuda? No me hagas reír Lucían… Te recuerdo que éramos amigos y me mandaste a sacar de esta manada cuándo los otros magos asesinaron a tus padres ¿Ahora pides mi ayuda como sin nada? Me niego. Dice y se cruza de brazos. Cierro los ojos y paso la mano por mi cabell
BUENA:—Bien, ahora atenlo . Dice el maldito con una sonrisa maliciosa. Lucían se deja atar con unas grandes cadenas de plata y yo sólo puedo mirar con impotencia al no poder hacer nada… Como desearía ser fuerte. Pienso mientras observo. —Por favor Malon, el problema aquí es conmigo… Por favor déjalos ir. Le suplico con miedo a que le haga algo a Lucían. —JAJAJA, qué tiernos la amada parejita ¿No quieren que brinden por ustedes? Dice mirándonos a ambos. Lucían solo me observa tranquilo y algunos gruñidos salen de sus labios. —Estás muy tranquilo perro ¿Qué te parece si le ponemos un poco de diversión a esto? De todas maneras será mi esposa en unas horas. Dice haciendo unas señas y unos de sus hombres, me agarran de ambos brazos inmovilizandome. Me muevo para tratar de zafarme, pero el aullido de Lucían me detiene. Obervo como uno de los guardias le clava una daga en una de las patas a mi lobo, mientra otro con una capa negra lo inmoviliza con algo negro que sale de sus man
LUCÍAN :El desespero invade mi sistema al ver a la mujer que amo, qué quiero junto a mí, casi agonizando. —Lucían ¿Piensas dejarla morir? Estoy seguro que ella lo entenderá, vamos hombre. Dice Oreb y asiento tomándola en mis brazos. —Necesito una habitación. Digo y varios de los lobos se dirigen a buscar una habitación adecuada. —Aquí alfa. Dice Gerson abriendo una habitación y entro con Buena acostandola suavemente en la cama. —Salgan todos. Hablo sin despegar la mirada de ella y hacen lo que les digo. Cuándo estamos solos, procedo a desvestirla y vendar su herida para que no se desangre. —Eros… No puedo hacer esto solo… Te necesito conmigo. Le hablo a mi lobo. —Nunca te dejaría hacer esto sólo… Recuerda que somos uno.Dice y sonrío mientras hago una transformación parcial. Saco mis colmillos, me acerco a Buena y encajo mis colmillos en su cuello, mientras la sostengo fuertemente cuándo su cuerpo empieza a sacudirse. BUENA :Camino por un bello paisaje verde, tan tranq
BUENA :—Me siento tan cómoda a tu lado. Susurro con los ojos cerrados mientras permanecemos abrazados. —Es natural, cuándo la conexión se haga más fuerte y nuestra unión sea completada no podremos estar lejos el uno del otro. Dice estrechándome más fuerte en sus brazos. —Aah, estoy tan enamorada de nuestros lobos. Escucho la voz de mi loba y siento como suspira de amor. Sólo sonrío y me acomodo mejor para dormir un poco… Es tan reconfortante su olor y calor. (..) Cuándo despierto al día siguiente me siento más fuerte, más viva y con más energía. Busco a mi alrededor y Lucían no está, pero de repente las puertas son abiertas y mis padres y hermano entran ya cambiados y con una sonrisa en el rostro. —Mi niña, me alegra que ya estés bien. Dice mi madre rodeándome en sus brazos con lágrimas en los ojos. —Ma, me alegra que ya no estén en ese horrible lugar. Digo sintiéndome feliz de que ya estén en perfectas condiciones. Me separo de madre y limpio sus lágrimas. —Mi niña… N
BUENA :Antes de terminar de cambiarme un dulce aroma llega a mi olfato y muerdo mis labios. —Es nuestro mate Buena… Quiero montarlo. Escucho la voz de Sacha. —Huele tan rico. Susurro sintiendo su aroma más cerca. —Cariño, traje tu desayuno. Escucho la voz de mi lobo y sonrío. —Ahora voy. Hablo mientras termino de colocarme un vestido sensillo de color azul. Al salir ahí está mi hombre observándome con una sonrisa brillante. —Ser loba te ha sentado muy bien. Dice acercándose a mí y olfatea mi cuello. —Hueles delicioso. Susurra mordiéndose los labios y sus ojos se vuelven más oscuros. —Tú también hueles muy rico… Quiero comerte. Ronroneo mientras lo devoro con los ojos. Lucían sonríe y toma mis manos para besarlas. —Por ahora lo recomendable es que comas algo, tendremos mucho tiempo para hacer lo que quieras. Me guiña el ojo y los dos empezamos a comer. Tiempo después Lucían me llevó a un bosque apartado, dónde solo nos encontramos los dos. —¿Crees que debo decirles
BUENA:El día en que Malon y todos los que nos han traicionaron ha llegado y me encuentro junto a Lucían mirando todo el proceso del juicio. —Por todo lo que han hecho y traición a la coreana, serán azotados cien veces y luego serán llevados a la guillotina en medio de la plaza para que el pueblo mire que se ha hecho justicia. Mi padre dice las últimas palabras antes de colocarse de pie. —¿Acaso creen que este es el fin? Esto sólo es el comienzo. Dice y su mirada se dirige a mí con una sonrisa siniestra. —Espero que disfrutes tus últimos días junto a ese perro. Mira a Lucían con odio y los guardias lo toman para acostarlo en una mesilla de tabla sin ninguna delicadeza. Ahí frente a todos Malon y sus seguidores sobrevivientes reciben cien latigazos en sus espaldas. Algunos estaban por desmayarse, pero el mago Oreb los despertaba dándoles energía con su magia. Al terminar son arrastrados en medio de la plaza dónde el pueblo los observan con odio y le lanzan todas clases de cosa