ltas por su casa mientras que los pensamientos la mantenían inquieta. Ella estaba segura de haber visto a esa mujer en algún otro sitio, quizás hace algunos años atrás, pero de todas formas esa mirada no se la olvidaba.
Maldito su cerebro que no la deja recordar exactamente de dónde, por eso decide ir hacia el único hombre que puede averiguar sobre ello, su padre. Camina a través de la casa, mirando si su madre está cerca para escuchar la conversación, aunque se da cuenta de que en realidad ella parece haberse ido. Da dos pequeños toques y pasa luego de escuchar la voz de su padre, quién está hablando por teléfono con una sonrisa en su rostro.
—... por supuesto, lo llamaré. Hasta luego, señor Reyes —dice él a través del teléfono. Corta la llamada y levanta su mirada para ver a su hija—. ¿Ocurre algo?
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Después del enfrentamiento en la empresa, había sido todo tranquilo. Incluso Isabella ahora intercambiaba unas breves palabras con ella cuando se encontraban en la casa, Lauren no había dejado de trabajar pero al menos la veía en la hora del almuerzo.Después de pensarlo, decidió que lo mejor era que la chica se sintiera cómoda al ir al cumpleaños de mañana, por lo que optó por decirle a Valentino y Adriano de que estuvieran listos para salir. Esta vez elegirían la camioneta negra para irse, por supuesto de que aún faltaba alguien importante que ni siquiera tenía idea del paseo.Lauren mira la sala, buscando a Isabella por todas partes. Hace una mueca cuando ve al pequeño cachorro durmiendo en su alfombra, ella se rehusaba a que durmiera adentro pero al parecer la mujer no daría el brazo a torcer con respecto a eso, sin embargo, el lado bueno de todo era que é
—Porque pienso que mi padre es un tremendo idiota—le confiesa—. Está a punto de hacer un trato con un hombre que estuvo a punto de terminar conmigo y encima se conforma con ser el segundón de él—chasquea su lengua—. Yo no quiero eso, ni tampoco quiero eso para nuestra gente, ¿No te parece absurdo?—Siempre creí que eras un niño estúpido—Mateo se ríe—. Sin embargo, me has sorprendido.—¿Qué digo?—se ríe—. Siempre fui mejor que él. Y si te llamo, es porque creo que en mis cálculos, serías un socio increíble y del cual quiero a mi lado. Nosotros podríamos hacer grandes cosas.
Pov Madelaine.La alarma era totalmente insoportable, odiaba despertarme cuando había dormido tan pocas horas, sumándole a que hoy empezaban las clases y no tenía otra opción. Me levanté directamente hacia la ducha para despertarme un poco, tomé un café caliente mientras miraba hacia la ciudad desde los ventanales de mi penthouse.Cuando decidí estudiar arquitectura mi padre estuvo tan feliz que me compró un penthouse en Los ángeles para que no estuviera viajando cada día a Miami, además de que ese año había sacado el mejor promedio de todo el colegio.Ahora con solo veinticuatro años tenía mi propio piso en uno de los mejores edificios de todo california ,un porsche 911 y una carrera casi terminada.¿Había algo que falte en mi vida?
Pov Madelaine.Ella se quedó estática en su lugar y no hice más que sonreír, era precios—Sal del aula por favor, las clases han terminado —dijo algo nervio—¿Porque estas tan nerviosa Lauren? —suspiro—. Pareciera que no me conoces y si lo haces —muerdo mi labio con una sonrisa—. Muy bien, por ciert—No es el luga—Solo estamos hablando. ¿O ves a alguien más aquí? —dije mirando a mi alreded—Creí que eras de Miami —dijo mirando mis labios por unos segund—Si, pero estoy estudiando aquí. No entiendo que tiene que ver —digo con una sonrisa burlon—Oh nada.... ¿Puedo irm—¿Me tienes miedo Laure
(°°°)—¿Estás segura de que tu hermano se encuentra en New York? —le preguntó a su esposa por segunda vez—Si, el abogado de mi padre me dijo que vivía allí —suspiró mientras veía como pasaban los autos a su lado—Parece una locura, aún no puedo asimilar la noticia—Tampoco puedo entenderlo. Hasta ayer mi padre ni siquiera me reconocía, hoy tengo un hermano y una herencia por la cual hacerme cargo—¿Crees que él sepa de tu existencia?—Él ni siquiera sabe de la existencia de nuestro progenitor —Bueno, eso es cierto —suspiró— ¿Como se llamaba?—Thomas —respondió mientras doblaba a la derecha—El abogado me insistió que es buscar a ciegas, pero de todas maneras lo intentaré—Tenemos la dirección de su madre, eso es lo seguro—Espero que siga viviendo allí &m
Pov Camila.—¿Crees que deba usar la llave o tocar el timbre? —le pregunté a Nick antes de estacionar—Si le tocas lo más seguro es que te deje afuera. —lo miré mal—. Yo no te abriría —sonrió—Por suerte tengo esperanzas contigo —ironicé—. Sé que no la voy a convencer con su postre favorito y una flores—Puedo ayudarte, eres una tonta, pero te quiero.—Mañana quiero hacerle una fiesta, tendré que llamar a su madre.—¿Crees que sea buena idea meterte en su departamento a las tres de la mañana?—No me des más dudas —suspiré—. Bueno, deséame suerte, iré a ver si ella me perdona.
Pov Madelaine.Ella se quedó estática en su lugar y no hice más que sonreír, era preciosa.—Sal del aula por favor, las clases han terminado —dijo algo nerviosa—¿Porque estas tan nerviosa Lauren? —suspiro—. Pareciera que no me conoces y si lo haces —muerdo mi labio con una sonrisa—. Muy bien, por cierto.—No es el lugar.—Solo estamos hablando. ¿O ves a alguien más aquí? —dije mirando a mi alrededor—Creí que eras de Miami —dijo mirando mis labios por unos segundos
Saliendo del auto con los anteojos de sol puestos, Lauren comienza a buscar a su primo con la mirada. Después de que se hayan quedado dormidas sobre la cama, había recibido un mensaje de Marco diciendo que la vería en el predio cerca de las siete.Estaba nerviosa, no pensó que daría esta noticia tan pronto, porque si bien estuvo pensándola en el último tiempo, ella esperaba hacer algo más antes de largarse. Marco se encontraba de la misma manera, pensando que quizás sea bueno hacerlo por fin, aunque no podría perdonarse hacerlo sin antes decírselo a Lauren.La esperaba en la sala de juego, estaba acomodando las bolas del pool cuando escuchó los pasos de Lauren acercándose.—¿Cerveza? —pregunta el hombre cuando levanta la mirada y busca un taco—Si. ¿Tienes ganas de perder como siempre?—Si, claro —ella se r&ia