—¡¡Mujer mala, no lastimes a mi abuela!!—, le había gritado Lily a Isa, y ella se apartó, confundida y aturdida. En ese momento, Xander y su padre entraron en el salón, corriendo hacia Susan cuando vieron su estado. —Madre, ¿estás bien? —, le preguntó Xander, con gesto preocupado. Susan asintió
—Más no podía pedir, definitivamente estás hecha para mí—, comentó Viktor fascinado y lascivo, mientras que Miranda se sentó sobre su regazo, rodeándolo con sus piernas y él empezó a frotarse de nuevo. —Me encanta esta posición. Ella no dijo nada, sino que poco a poco comenzó a notar como cada vez
Xander permaneció pasmado por la visión que había tenido Isa y extrañamente la pudo compartir con él, de una manera inexplicable para ellos, puesto que la intensidad del momento rompió la barrera entre ellos, y por un instante, sus mentes se fusionaron en una sola.Isa vio imágenes fragmentadas y bo
—Perdón por haberte dejado tanto tiempo sufriendo. Necesitaba que vieras todo lo que rechazabas en busca de poder.Xander se acercó a Viktor y puso una mano en su hombro derecho. Con la otra mano, tocó cada punto en donde él tenía los clavos de plata incrustados y mágicamente comenzaron a salir, lib
Impulsada por un instinto protector que la dominaba, con pasos firmes, Isa se dirigió hacia la imponente barrera que protege a la manada, y la cual resplandecía con un brillo etéreo, siendo esta, un último bastión contra la amenaza que se cernía sobre ellos y donde se encontraban reunidos todos los
La niña tembló de miedo. —La señora bruja tenía razón cuando me dijo que dejara de quererte, porque tú nunca me has querido—, le contó con voz quebrada. La ira se apoderó de Juliet y su rostro se contorsionó en una expresión de rabia mientras gritaba furiosa: —¡Esa bruja desgraciada y engañosa s
Ranor observó con desdén la reacción de su hija, mientras ella trataba de mantener la compostura, aunque quería despedazar a su propio padre por lastimar a su macho, su humanidad se lo impedía. Una de las visiones que tuvo fue donde vio cómo arrancaba el corazón de su progenitor y no estaba dispues
—¡¿Qué ha pasado?! Diosa, estamos condenados —, gritó Susan horrorizada cuando ellos ingresaron a la casa. —Madre, encárgate de poner a salvo a los cachorros y a las mujeres indefensas—, le solicitó Xander y Susan no dejaba de ver cómo él tenía el costado totalmente negro, y pequeñas venas se iban