Alec Lo último que veo antes de salir de la habitación es a Aria, que está muy nerviosa por la cirugía, por si algo sale mal. Ahora que estoy aquí, en la camilla rumbo al quirófano, comprendo cómo se siente. Es terrible pensar que puedo morir y dejarla sola, pero supongo que debe ser más aterrador
Aria Las horas pasan una tras otra y no hay noticias de nadie. A pesar de que Alec no quería que me paseara por los pasillos, me es inevitable seguir a Stacy por ellos. Al principio fuimos a la cafetería a tomar algo y a fingir que todo está bien, que somos positivas. Luego, cuando ya nos hartamos
Aria La ansiedad que me da saber que Alec podría morir después de lo que hizo me desvanece durante algunos minutos, y despierto gritando, con varias personas tratando de calmarme.—No, no me voy a calmar, no, no lo haré —digo retorciéndome para que me suelten—. No pienso quedarme de brazos cruzados
Demetria El trabajo en casa es más pesado que nunca, ya que hay menos personas disponibles para cuidar de los niños. Hacerlo es todo un placer para mí, pero admito que ha sido muy difícil estos días porque están bastante preocupados por su padre, aunque se les haya dicho que está mucho mejor y que
—Esto no cambia el hecho de que yo quiera…—¿Y lo que yo quiero? —lo interrumpo, subiendo un escalón—. ¿No le importa? ¿No le importa que yo no quiera estar con un hombre casado y que tendrá un hijo?James permanece inalterable y comienza a subir las escaleras.—Así que ya lo sabes. Sabes que esa mu
Aria Los tres pasteles que mi madre y Stacy prepararon lucen demasiado apetitosos, y muchas veces me siento tentada a probar la crema que les han puesto para cubrirlos. Mi antojo de dulces es brutal y solo aumenta conforme avanza el embarazo, el cual ya se nota mucho a mis catorce semanas. He tenid
—No, todavía no lo sabemos —respondo, tratando de inclinarme para darle un beso en la mejilla, pero Alec inmediatamente viene hacia nosotros.—No, no, Aria, no puedes hacer eso —me gruñe—. No sin ayuda.Pongo los ojos en blanco mientras me dejo ayudar por Alec para poder ponerme en cuclillas y logra
—No, treinta años es muy poco —dice Alec—. Es mejor que cuando pierdan todo interés en la reproducción. Los tres hombres asienten y yo pongo los ojos en blanco. Espero que esa etapa de celar enfermizamente a las niñas se les pase pronto. Por primera vez, tengo preferencias de género. Estoy deseand