Ay, Alec, tendrás que hacer mucho para lograr ganarte a tu princesa... ¡Muchas gracias por leer la historia! Si te está gustando no te olvides de comentar, votar y dejar tu reseña.
Alec Aria se sube de mala gana a mi auto, pero se queda allí, sin bajarse mientras yo me subo. Es irónico, pero lo que necesito es alejarme de aquí. Si me quedo, tendré la tentación de buscar a mi hija y suplicarle que me acepte como su padre. Si hago eso, las cosas van a terminar muy mal; puedo s
Aria No sé qué me impulsó a venir aquí después de que Natasha me dijera que era mejor marcharse, pero ya no puedo arrepentirme. Alec avanza hacia mí con paso lento, completamente desnudo y con una mirada oscurecida por el deseo que siente por mí. Mi mirada lo recorre de los pies a la cabeza, y me
Aria La situación se vuelve muy incómoda después de que me aparto de él y me visto sin responder a lo que acaba de proponerme. ¿Cómo es que se le ocurre pedirme matrimonio después de lo que ha sucedido y cuando ni siquiera ha definido lo que siente por mí? Me siento mal, como si esa propuesta vinie
—¿Avance? ¿Coger te parece un avance? —le digo en voz baja—. Que haya sido débil no quiere decir que estamos juntos. Tampoco el que ahora sepas la verdad sobre los niños.—Si lo que pretendes es herirme, estás en todo tu derecho —dice contrariado, pero me toma por la muñeca—. Lo soportaré.—No, no q
AlecAria no dice nada; simplemente nos observa hasta que nuestro hijo se queda dormido con la relajante canción. —Así que era verdad que conservaste las cosas —susurra, acercándose a mí y tomando la caja entre sus manos—. Gracias por cuidarla, pero ya no…—No, es mía —reclamo, quitándosela—. Esto
Aria A pesar de que Alec me insiste en que duerma, no lo hago y paso la noche en vela cuidando de mi hijo, quien cada vez se ve mejor. Aun así, la preocupación me invade cada vez que el doctor viene a revisarlo y Jack menciona que le duele un poco la herida. Según el médico, es normal lo que siente
Alec Cuando Aria me cuenta lo que está pasando, se me enfría la sangre. No solo me pregunto cómo es posible que una niña de cuatro años se haya escapado de su aula y no puedan encontrarla en toda la escuela, que se supone tiene cámaras. Lo que realmente me enfurece es que sea precisamente mi hija a
Alec Un sentimiento desgarrador me invade al alejarme y mirar desde lejos cómo Aria habla con nuestra hija. Alec se queda junto a ellas, pero cada poco tiempo me lanza miradas, como si se debatiera entre quedarse al lado de sus chicas o venir conmigo. En parte prefiero que se quede, pero otra parte