—Seguro que tiene a alguien espiándote —resopla—. Mi nieto, cuando algo le interesa, es capaz de hacer cualquier cosa.—Pero yo no…—Le interesas, eso es seguro —me responde con mucha seriedad—. No de la forma en la que cualquier mujer dulce como tú esperaría, pero por algo está pendiente de tus mov
AlecPor esta noche me libro de los cuestionamientos de mi futura esposa y se queda contenta con dormir abrazada a mí. Aun así, no siento alivio, pues mi cerebro siempre piensa a futuro y sé que no podré evadirla para siempre, que tengo que hacer algo para funcionar y no pensar en mi asistente cuand
—Alec dijo que quiere solucionar todo para que cuando nos vayamos de luna de miel no tengamos ningún pendiente —me defiende Natasha—. Déjalo ir, va a volver pronto porque me quiere ver feliz. Además, yo vine de sorpresa, no es como que Alec tuviera tiempo de organizar sus tiempos para mí. —Bien —as
Al llegar a la empresa, luego de reanudar mi camino porque me detuve a pedirle la comida a Aria, no respondo al saludo de nadie. Lo último que quiero es escuchar a mis empleados, a los cuales detesto con cada fibra de mi ser. Sé que todos son eslabones importantes y que sin ellos, en combinación con
Aria—Si quieres mi más sincera opinión, no comprendo por qué estás haciendo todo esto —me dice Stacy cuando le cuento lo que hice de llamar a mi jefe y actuar como si nada estuviera pasando—. Es horrible escuchar que le pediste perdón por lo que hizo ayer. Si Jackson se entera de…—No se enterará —
—Creo recordar que Jackson se enfadó un poco porque llegaste tarde.—Sí, y yo le dije que me quedaba hasta tarde en la oficina. Fue en su departamento en donde estuvimos juntos por primera vez. Él ni siquiera me dejó pensar, tan solo me besó y me dejé llevar. Pensé que solo iba a ocurrir aquella vez
AriaPara cuando llego a casa, todavía me estoy riendo de la reacción desmesurada que tuvo Julia por la noticia. Muchas veces me pregunto si es verdad lo que le dije, y las mismas veces tuve que reafirmarlo.Cuando me meto por la ventana, escucho voces que provienen de la sala. No me cuesta mucho re
—De acuerdo —asiente—. Pero solo por si acaso prepara tu pasaporte, por si debes escapar del país.Los dos sonreímos, aunque el nerviosismo se sienta en el aire.—¿Cuándo es que te vas? ¿Hoy?—No, debo esperar unos días. —Suspiro—. Julia no consiguió que él aceptara la fiesta que quiere organizar pa