Maddy se quedó mirándolo y ni siquiera pestañeaba, Renán la observaba esperando alguna reacción, estaba a punto de repetir la propuesta, cuando ella soltó una sonora carcajada tan profunda que sus ojos se llenaron de lágrimas.
–¿Qué le parece tan gracioso?
–Lo que dijo.
–No fue en broma, es una propuesta seria.
–¿Qué? –preguntó irguiéndose en la silla y sintiendo que la tensión se apoderaba de todo su cuerpo–, ¿por qué yo?
–Porque es madre soltera, acabo de ver que son
–Volviendo al tema del vuelo –insistió Bayron–, mamita, ¿qué dices?, ¿podemos ir con el señor Renán Viteri? –Voy a pensarlo. –Señorita Lawson, está pensando mucho, ya me debe dos respuestas –dijo descuidadamente Renán, haciendo que Maddy quisiera fulminarlo con la mirada. –Liseth termina tu helado por favor, tenemos que irnos, ¿tienen deberes? –expresó Maddy, desviándose del comentario de Renán. –No tenemos deberes, todo el fin de semana libre de deberes mamita linda –señ
Cuando alcanzaron el lugar indicado por el capitán del yate, todos se prepararon para ver el espectáculo natural, Renán había llevado a dos profesionales que realizarían un video que esperaba obsequiarle a Gerald como un recuerdo de su primer paseo.Mientras desayunaba y antes de la llegada de Maddy con su amiga, él tuvo oportunidad de conversar con los trillizos quedando maravillado de lo graciosos, educados, amables e inteligentes que eran por lo que, todas esas cualidades en los niños le iban sumando admiración hacia su madre.Una mujer que no podía dejar de mirar y de la que le gustaría saber mucho más, esperaba ansioso la información que pudiera obtener el investigador sobre ella, sin embargo, cada segundo se estaba diciendo a sí mismo que no debía interesarle tanto. –¿Preparados? &
El lunes siguiente la rutina en casa de Maddy comenzó como siempre, cuatro niños preparándose sin mucho entusiasmo para asistir al colegio, Deyanira en la cocina haciendo el desayuno, la asistente de vuelo enfundándose en su uniforme y apurando a los pequeños para no retrasarse ni un minuto.No había podido dormir bien, repasaba en su cabeza el mensaje recibido por parte de Renán Viteri y, aunque lo había leído varias veces, todavía no alcanzaba a asimilar del todo si lo escrito era una promesa o una amenaza.Señor Viteri: El sábado fue un buen día para mí, compartir contigo y tus hijos me agradó mucho más de lo que esperaba, todo el día de hoy he pensado en la forma de convencerte de que te ofrezco una excelente oportunidad para ti y tu familia, que también será la mía si me lo permites.Desde
Luego de esa última declaración, Renán le entregó el sobre con el convenio a su amigo, socio y abogado Román Molina.Edison solicitó encarecidamente que le avisara con tiempo la fecha de la boda para organizar la despedida de soltero prometiendo que sería épica, porque al fin su amigo formaría parte de los hombres monogámicos –lo que hizo que todos rieran a carcajadas.Luego cada uno habló de su relación y de lo bien que estaban sintiéndose hasta que el turno volvió a Renán, en este punto fue Edison quien intervino: –Amigo, siempre he respetado tu actitud con respecto a las relaciones, sin embargo, te confieso que me mata la curiosidad por saber qué te hizo convertirte en el hombre frío y sin corazón que aparentas ser.–Renán suspiró
Al estar justo en la puerta, el arregló su corbata, pasó la mano por su bien peinado cabello y mirándola sonriente, le preguntó: –¿Lista? –No –respondió ella, pero a él le agradó lo que vio en sus ojos, a pesar de decir que no estaba lista, la determinación y firmeza de su mirada lo llenaron de confianza; se dijo que había hecho la elección correcta, con esa mujer fuerte, valiente, protestona y decidida, sería una digna contrincante de su madre.Tocó a la puerta y en pocos segundos la misma se abrió dando paso a un señor de traje que inclinó su cabeza apenas vio a Renán. –Joven Viteri, buenas noches y bienvenido.
Maddy le siguió el paso a Renán para salir de la casa, pero estaba que se devolvía para decirle unas cuantas cosas a su futura suegra, a ella podía decirle lo que se le ocurriera, lo que no permitiría nunca era que se refiriera a sus hijos tan despectivamente, de pronto se soltó de su agarre para cuestionarlo. –¿Por qué no me dejó responderle? –Porque no vale la pena. –Dijo que protegería a mis hijos y, ¿así es cómo lo va a hacer?, ¿huyendo cuando hablen mal de ellos? De todos modos, supongo que con esa reacción de su madre ya todo queda cancelado. –De ninguna
Altamente intrigada por la solicitud de Bianca Viteri, Lucía Carolina caminó con ella hasta la oficina de Johana Banegas, solicitaron a Madeleine y les pidieron esperar un momento mientras la buscaban. –Maddy, te busca Lucía Carolina, está con una señora muy elegante que no baja la nariz –le dijo en un susurro su supervisora. –Es extraño, iré enseguida, gracias señora Johana.Maddy caminó hasta la sala de espera y se sorprendió al encontrar allí de pie a la madre de Renán, se sintió extremadamente incómoda porque estaba acompañada de Lucía Carolina, aspiró aire y se acercó a las mujeres: –Buenos días, &i
El rostro del director de Recursos Humanos se llenó de sorpresa, pero encontró que la posición de la señora Viteri era firme y decidida, entonces llamó a su secretaria y le pidió redactar una carta de despido para Madeleine Lawson.A partir de ese momento la satisfacción de Bianca Viteri solo fue creciendo, cuando la carta estuvo lista se fue con el director en busca de Madeleine, quiso la mala suerte que Lucía Carolina los viera caminando por el pasillo porque de inmediato se pegó a ellos, al llegar al área de asistentes de vuelo, fue Bianca quien pidió la presencia de Madeleine. –¿Qué quiere ahora señora Viteri? –Ya vas a bajar ese tono, dígale usted director –ordenó petulante.&nbs