Cap. 40: ENDIABLADORicardo se ha ido en uno de sus aviones privados hasta la isla Bora Bora. Al llegar llama al detective y este le dice que vaya al hotel donde está el francés que ahora mismo está almorzando con la mujer que le acompaña.El detective no le ha quitado la vista de encima. Ricardo llega al hotel y se va directo al restaurante. —¿Dónde está ese desgraciado? —pregunta al detective.—Está en el baño —Ricardo ve la señalización en la pared y se dirige allá. Un hombre de pelo largo con un moño atado en la nuca, lo mira por el espejo y baja la cabeza para salir del baño, Ricardo lo detiene.—¿Quién coño eres? —le pregunta y el hombre le habla en alemán. Su cabello cobrizo y sus ojos inmensamente verdes, lo hacen desecharlo—. ¡Disculpe! Me confundí.Mira a los apartes cerrados y ve unos zapatos elegantes, entonces se recuesta del tocador y se cruza de brazos a esperar. El hombre parece estar extasiado en el WC, así que se impacienta y toca la puerta. Nadie le responde.
Cap. 41: CONTUSIÓNEl detective conduce y lleva a Ricardo al hospital. Es atendido inmediatamente, el detective lo espera. Una hora después sale con el médico, el francés es uno de los pocos idiomas con los que Ricardo ha tenido problemas, sin embargo él se entendió con el médico en inglés.—Gracias doctor —Ricardo recibió sutura especial para no perjudicar su cuero cabelludo. Lleva un vendaje, ya que esta mareado pues tuvo una contusión fuerte donde fue golpeado.—Bueno jefe, ¿Qué sigue ahora? —le dice el detective.—Dame ese chip y no te preocupes, te pagaré la cámara. Hoy no me regreso a España, tengo que pilotear y no me van a dejar hacerlo en estas condiciones. Deme el aventón hasta el hotel, por favor. Después busca al desgraciado francés y lo sigues vigilando.Ricardo llegó a descansar al hotel, pero antes de acostarse llamó a la casa.—Blanca, páseme a Mara, por favor.—Hijo, ¿Dónde estás? Ya esta anocheciendo, y no has ido a la oficina en un tiempo.—Mamá, ahora no quier
Cap. 42: AMOR DOLOROSORicardo es obligado, por orden médica, a quedarse en Francia por unos días más. Los hematomas en el rostro y ojos, han provocado que sea internado y tratado directamente en el hospital, de lo contrario se podrían producir males mayores.Se siente muy mal de sólo pensar en que ya mañana es el cumpleaños de sus tres hijos, y esto lo privaba de estar con ellos ese día.Guzmán sale del baño.—¿Jefe, entonces el número es de Eneida?Ricardo se mantenía pensativo.—Cuando el teléfono sonó y yo tomé la llamada no necesité decir nada, ella sola le dijo lo de la transferencia. Ella solita se delató. Entiendo que tiene otro chip en su teléfono y maneja los dos números, ese es para hacer sus cosas sucias. Con esto puedo ver que el francés no la previno, quiere decir que o no le importa ya, o perdió su número en ese chip.—¿Qué hará ahora?—Tengo que esperar. Mis padres no están bien de salud, por eso el médico los mandó a Ibiza. Si esto sale a la luz, los puede mata
Cap. 43: TRICUMPLEAÑOS – PARTE IIsabel cerró los ojos y respiró profundo, pues cada vez que tenía que dejar ver a la niña con los Del hoyo. Ella temía la separaran de ella también,Isabel quedó inquieta. Llamó a Ricardo, pero no le tomó la llamada, se le ocurrió llamar a Brizna, quien ya se había regresado a Madrid.—Isabel, viste el anunció de prensa, y eres tendencia en varios buscadores.—Somos, porque tú también estás en la imagen que colgaron. Brizna, ¿ tú por casualidad sabes dónde está Guzmán?—Amiga, sé que está con Ricardo y también sé que es de de él de quien quieres saber.—Bueno, tú me conoces. Necesito hablar con él y no atiende mi llamada.—Pues te cuento que Guzmán no me quiso decir donde están, por obvias razones… Pero si me dio seguridad de que no están en ningún bar ni andan con mujeres…—Jajaja. Y le creíste. ¿Verdad?—Sí, y soy feliz creyéndole. Isabel, es mejor creer en la persona que amas, a vivir amargada dudando siempre de él?——Quizás, pero por si acaso, a
Cap. 44: TRICUMPLEAÑOS – PARTE IIIsabel, llamó a Brizna y le preguntó, después de saludarla:—Amiga, ¿es cierto que te invitaron a los cumpleaños de los trillizos mañana?—¡Ah, sí! ¡Por qué? ¿A ti, también te invitaron?—Creo que los niños hicieron algo que los obligó a llamarme para que les lleve a la niña, y la verdad es que la niña también ha llorado mucho por ellos hoy, es que ese lazo que a ellos los une es muy poderoso.—¡Pues tráela! Ellos son sólo niños, ¡ni de coña les niegues que estén juntos este día! Finalmente ellos no son responsables de los pecados de los adultos, así que no tienen porque cargar con la penitencia. ¿Y Ricardo? ¿Vendrá?—Ricardo está gestionando cosas más importantes que sus hijos.—Isabel, aún hay cosas que no sabes… Dale, por lo menos, el beneficio de la duda. A veces se lo merece. Y te juro que estoy, cien por ciento, de parte tuya, pero en este momento tengo motivos, amiga mía.Brizna sólo sabía que no se podían regresar a Madrid aún, desconoc
Cap. 45: TRICUMPLEAÑOS – PARTE IIILos invitados comienzan a llegar, los animadores y todo el personal contratado por Mara, están haciendo su trabajo de manera rigurosa, ella misma los supervisa y dirige, ya que Sofía aún esta arreglándose y Mara no confía en ella para eso.Don Marcos recibe a los invitados. Mara lo ve acercarse a Sofía y camina hasta allá. En cuanto la ven se quedan callados.—¿Qué tanto cuchichean ustedes dos? —les dice y está algo enojada.—¿Qué pasa Mara? ¿Acaso no puedo conversar a solas con mi futura yerna?—Pues no deberías, yo sé por qué lo digo… —Caminó a la puerta, ya que sus amigos de siempre, los Arruti, estaban llegando.—Bienvenidos, Adelante —les dijo abrazándoles. Brizna buscó entre los presentes, con mirada azorada.—No ha llegado Isabel, ¿es a ella a quién buscas? —Brizna se sintió apenada y Mara le obsequió una sonrisa cómplice.—Si quieres jugar, hay máquinas en el anexo que está decorado. Sé que eso te gusta.—Está bien, gracias —se fue allí y
Cap. 46: DESHONRAIsabel, al terminar de subir las escaleras, vio salir a Eneida del despacho de su padre. Esta, al pasar a su lado le masculló con desprecio:—Desvergonzada, aún no aceptas que nadie te quiere en esta casa.Isabel la miró con el mentón levantado y le soltó:— Claro que si, Ricardo me ama…A Eneida le hirvió la sangre —: ¡Maldita zorra!Isabel continúo riendo en la garganta y terminó de subir.Al entrar al despacho de Marcos Del Hoyo…—Buenas tardes, Don Marcos —le saludó—Entre usted y yo no cabe ni un saludo —le espetó Marcos—. Usted enlodó y deshonró el apellido Del Hoyo, por eso usted no se merece ser recibida en esta casa. Así que márchese ahora mismo.Isabel frunce el ceño y siente la mayor de las impotencias al ser tratada de esa forma. Mira fijamente a don Marcos.—¿Y usted cree que estoy aquí a gusto?—Sus palabras no me importan. —Eso ya lo sé, pero quiero dejarle en claro que fue Mara quien me pidió que estuviera aquí.—Yo estaba con ella cuando le ll
Cap. 47: SIEMPRE TARDEEneida corrió a decirle a don Marcos, y salió al salón con él del brazo.—¿Quién te crees para entrar así a mi casa? —le atajó don Marcos molesto. —Don Marcos, devuélvame a mi hija —Isabel estaba ardida.—¡Ah! —le espetó con desprecio—. Tú tienes que probar que no eres una mujerzuela y entonces yo te devuelvo a tus tres hijos.—Don Marcos mis hijos no tienen nada que ver con lo que pasó aquella noche en esta casa.Eneida apretó el brazo de su padre.—Papá contente, no puedes agarrar estas rabietas, esa mujer lo que quiere es eso, causar tu muerte.—¡Bah! Esa es una basura cualquiera —Dijo Marcos y Eneida lo repitió.—¿Escuchaste? ¡BASURA! —Entonces se oyó—¡PAFF! La bofetada certera de Isabel en el bien maquillado rostro de Eneida.Don Marcos la fue a agarrar, pero Isabel se fue corriendo a las escaleras, pero había guardias arriba, en las escaleras, con la única intención de evitar que ella subiera a donde estaban los niños. Los guardias se le atravesaron imp