Cap. 33: ALEJARNOSRicardo llamó a Guzmán apenas salió:—Listo, ahora mismo te vienes porque nos vamos al puerto —trancó el teléfono y llamó a la niñera.—Señora María, téngame listos a los niños que los llevó al parque de diversiones. Ah, póngales abrigos, por favor y usted se viene con nosotros.Al llegar, ya la señora María y los niños estaban listos esperando.Cuando bajaban, Eneida, con el teléfono celular en la mano, los detuvo.—¿A dónde vas con los niños a esta hora?Ricardo le dio la niña a la señora:—Espéreme un momento en el garaje, ya estoy con ustedes —se quedó esperando que los niños terminaran de bajar.Eneida levantó el celular y mirando a Ricardo retadora, tocó la pantalla y lo puso en altavoz. Se Oyó claramente la voz áspera e irritada de don Marcos decir:—¿Qué hace Ricardo en la casa cuando debería de estar aquí en su compromiso? Ricardo, de un manotazo le arrancó el celular y lo pagó.—¡ERES UNA INCONSCIENTE!—Ricardo, no me grites…—Así es como mereces que
Cap. 34: CEGADOSEn la recepción que se estaba llevando a cabo en la mansión de Iker Del Castillo, Marcos se muestra inquieto. —Y está Eneida que no suelta este teléfono, mira la hora que es y no sé nada de Ricardo. Seguramente se fue al bar con la Mariana Rivero. Ese hijo mío que no aprende.—Marcos, estás cegado, deja a Ricardo tranquilo. No quieres entender que tus hijos tienen sus propias vidas, ellos necesitan su propio espacio. Cuando aceptes eso podrás tener una vida propia, feliz. Ya tú y yo estamos es para mimar a los nietos, y a nosotros mismos…Marcos se detuvo camino a los jardines.—Tengo que hacer un par de llamadas —Mara sacudió la cabeza y sus manos se fueron a ambos lados de la cara mientras negaba.—No me jodas la noche, me voy a la mesa de los Arruti y no te ocurra irme a buscar.Marcos se alejó de la muchedumbre e hizo la primera llamada, después de un preámbulo extenso de saludos entre los dos parlantes, él se aclaró la garganta para decirle.—Magistrado Del
Cap. 35: CUSTODIAAl amanecer Maiara abrió despacito la puerta de la habitación de su mamá, era su costumbre entrar y escurrirse entre las sabanas con ella. Caminaba en silencio cuando oyó la voz de su papá que le siseó.—¡Shii Shii! —Maiara levantó la vista sobresaltada y Ricardo se puso su índice en los labios para que ella no hablara, mientras la llamó en mimo. Ella se acercó sigilosa y él la levantó y la recostó a su lado.—¿Papi, tu dormiste aquí con mami?… —Ricardo vio su reloj y entonces le contestó en igual tono de voz.—Sí, pero debes estar calladita para que mami duerma un poquito más —Maiara se rió en mimo y se bajó, Ricardo trató de detenerla pero ella salió en carrera. Isabel volteó hacia él su rostro. Ricardo quería comérsela, tocó sus labios suavemente mientras le susurraba…—¡Eres mía!!!… —Pero se oyó al trío correr y entrar riendo y aplaudiendo.—¡Mami y papi durmieron juntos! —Tarareaban todos al unísono.Isabel abrió los ojos sorprendida y viendo como Ricardo la
Cap. 36: TRATODon Marcos esta en el aeropuerto con la custodia legal de Ricardito y Marcus:—Los dos niños varones son los que están bajo mi custodia, y la señora tiene una orden de arresto por robar dinero de mi empresa.—¿Qué dices, Marcos? ¿Cómo se te ocurre?—Esa gran suma de dinero que tiene en su cuenta la transfirió de la constructora, así que ella es una ladrona. ¿Cómo hizo para tenerlos no lo sé? Entonces que demuestre que no obtuvo las claves de la cuenta mientras vivió en mi casa y ahora toma de mi dinero cada vez que quiere.—¿Eres mi padre? ¿En verdad lo eres? ¿Eres el abuelo de mis hijos?—Usted no debió desobedecerme nunca, carajo.Ricardo se acercó a su padre conteniéndose para no herirlo con palabras, por el respeto que como padre le guarda.—Papá respeta a Isabel, si no como mi mujer, hazlo como la madre de tus nietos, los niños están aquí, así que te exijo, que delante de mis hijos te comportes como su abuelo y te dirijas con respeto a su madre.—Está bien, lo
Cap. 37: PODER Y RIQUEZASEn el capítulo anterior Ricardo pidió un trato a su padre para que Isabel no tenga cargos legales.—¿Qué haces aquí? Yo quiero descansar unas horas.—Vine a proponerte un trato.—¿Un trato? ¿A mí? —le preguntó Don Marcos haciéndose el inocente.—Usted, aprovechándose de que le pase el dinero a Isabel directamente de la cuenta de la empresa, la inculpó, es una canallada, una bajeza de su parte…Pero sé que no es a ella a la que quiere someter a su voluntad, pero la usó vilmente… No se queje de los resultados después.—¿Viniste a proponerme un trato o a insultarme?—¡Hum! Jamás lo insultaría, usted es mi “aita”, poderoso y prepotente, pero está bien… ¡Ganaste! Tú vas ahora mismo a la comisaria y retiras los cargos contra Isabel y yo mañana mismo anunció mi compromiso con Sofía Del Castillo y en 6 meses nos casamos. El don Marcos afiló la mirada:—Que sean cuatro y si me haces un contrato prematrimonial con ella y me lo firmas, con fechas y todo, yo hago una
Cap. 38: ANILLO – PARTE ISofía esa mañana hizo una maleta con algunas cosas indispensables y se fue con don Marcos y Ricardo a la mansión Del Hoyo. Al llegar, Ricardo llamó a Blanca.—Ella es la hermana de Isabel, Sofía, ya debes conocerla. Ella… podría llegar a ser mi esposa — Ricardo estaba frente a Blanca y blanqueó los ojos, causándole una risilla a la señora—, y estará un tiempo familiarizándose con mis comidas, ya que se encargará de ellas desde hoy. Usted se ocupará del menú de los niños y de mis padres.—Está bien, señor Ricardo.—Lleve a la señorita a una habitación de huésped, por favor.Ricardo siguió a la habitación de los niños. Estos, al verlo, corrieron a abrazarse a sus piernas.—Papi, hola… ¿Dónde estabas?—Hola hijos, estaba resolviendo algo. Ah, desde hoy su tía Sofía les estará ayudando con sus deberes escolares y les leerá un cuento en las noches.—¿Y mami? ¿Vendrá cuándo? —Preguntó Marcus.—Primero tienen que convencer al abuelo.—Vamos Ricardito y lo conv
Cap. 39: ANILLO – PARTE IIMientras tanto en La mansión Del Hoyo…—Mara, ¿has oído a los niños corretear en el jardín? Hoy ni siquiera han venido a burlarse de mí, son unos zopencos —le dijo Marcos.—No les digas así que son demasiado inteligente, además, pensé que no los querías cerca.—No te hagas la tonta que a mí me encantan mis nietos. —Pues entonces demuéstraselos, son unos niños.—Vamos a preparar una gran fiesta para el fin de semana, es su quinto cumpleaños.—Sí pero tendremos que contratar a una persona especializada, porque Sofía, a pesar de que se esfuerza, no tiene ni idea de donde esta parada. No sé qué pasa que no logra agudizar ni olores ni sabores.Don Marcos sólo rió.—Eso es un don que no todos tienen. Y lo peor es que es un peligro, sobre todo porque Ricardo y yo también somos muy delicados con el paladar y las especies.—¿Sabías que tu nieta también heredó ese mal de ustedes los Del Hoyo?—¡Ah sí! Pues miren quien lo vino a tener, justo la niña. Por cier
Cap. 40: ENDIABLADORicardo se ha ido en uno de sus aviones privados hasta la isla Bora Bora. Al llegar llama al detective y este le dice que vaya al hotel donde está el francés que ahora mismo está almorzando con la mujer que le acompaña.El detective no le ha quitado la vista de encima. Ricardo llega al hotel y se va directo al restaurante. —¿Dónde está ese desgraciado? —pregunta al detective.—Está en el baño —Ricardo ve la señalización en la pared y se dirige allá. Un hombre de pelo largo con un moño atado en la nuca, lo mira por el espejo y baja la cabeza para salir del baño, Ricardo lo detiene.—¿Quién coño eres? —le pregunta y el hombre le habla en alemán. Su cabello cobrizo y sus ojos inmensamente verdes, lo hacen desecharlo—. ¡Disculpe! Me confundí.Mira a los apartes cerrados y ve unos zapatos elegantes, entonces se recuesta del tocador y se cruza de brazos a esperar. El hombre parece estar extasiado en el WC, así que se impacienta y toca la puerta. Nadie le responde.