Cap. 30: NUEVO MATRIMONIO Ricardo recortó la distancia entre ellos dos y la tomó por el brazo.—¡Cállate! —Exclamó, a su vez que la llevaba empujada a la puerta—. Regresa por donde viniste. No tienes nada que buscar aquí. No te quiero cerca de mí, entiéndelo de una vez.—Eres tan idiota Ricardo Del Hoyo, ¿Estás tan desesperado por darle un heredero a tus padres que no quieres aceptar que esos niños son de otro hombre? ¡Eres tan absurdo!—¡Vete!—Ricardo la echó afuera de un tirón y cerró con fuerzas la puerta.Subió las escaleras en carrera, pero ya Isabel bajaba con los niños. —Isabel espera, no te vayas.—Ricardo no hagas un espectáculo delante de los niños, no quiero que vean nada de esto.Ricardo la tomó de la mano, y se agachó frente a los niños para hablarles.—Hijos, mami y yo vamos a hablar a solas en el despacho, ¿Pueden esperar en la habitación, por favor?—¡Sí, papi!Isabel resopló y lo siguió llevada de su mano.Los niños:—Hermanos, ¡¿vieron a papi y mami?! —Los o
Cap. 31: ¿OBEDIENCIA? « ¿CÓMO? ¿Otra vez seré yo el que le da la espalda a Isabel cuando más me necesita? » Maiara suelta un llanto inusitado, quizás su corazón siente el rechazo de Marcos del Hoyo, mira a su abuelita con cara de tristeza mientras sus ojitos se llenan de lágrimas. La abuela Mara, con sus ojos muy abiertos y presurosa la levanta en brazos y se los lleva a su habitación. —¡Vamos, que esta yaya* les trajo muchos regalos y quiero que los vean todos! Doña Mara salió con los niños, dejándolos con su discusión. —Pero papá, ¿Sofía del Castillo? No la conoces, ella es… —Eneida ahora estaba visiblemente inquieta, pero don Marcos la interrumpió: —¡¿Acaso has olvidado las reglas de la familia Del Hoyo, Eneida?! —Don Marcos alzó su tono, mostrando desagrado a Eneida por su intromisión, nadie podía cuestionar sus decisiones. Aunque ella tenía razón, no conocía a Sofía. Don Marcos pronunció su última palabra: —Ya te dije, esas son tus únicas opciones, o te casas con S
Cap. 32: RAZÓN O AMOR –PARTE I Ricardo se viste elegantemente, respira profundo frente al espejo y se endereza los puños y el cuello de su traje.Está listo para ir a su fiesta de "compromiso" con su cuñada Sofía, pero su decisión ya estaba tomada y sería una gran sorpresa para sus padres.Al bajar, Eneida esta enfurruñada en un diván de la sala. Lo mira bajar las escaleras y su corazón y razón se dislocan.—Ricardo, ¿vas a aceptar la voluntad de padre? —lo toma de la mano.—Eres tan falsa Eneida. Todo lo has hecho tú, tú provocaste este caos. Debes estar feliz…¿Por qué me odias?—¿Cómo podría odiarte Ricardo? Eres… Eres… —su razón estaba a punto de dejarla y su “amor enfermizo” de traicionarla—. ¡Eres la persona más importante de mi vida!—¡Me imagino! ¡Vaya forma de demostrarlo! —mirándola despectivo soltó su mano de su agarre y respirando profundo le espetó —: Por amor a mis padres seguiré siendo lo que soy, pero a ti no tengo por qué aguantarte.Eneida quedó contraria
Cap. 32: RAZÓN O AMOR –PARTE II Sofía obstaculizaba el paso de Ricardo y él, enfadado e impaciente, la movió con brusquedad al pasar.—¡Te dije que te apartes de mi camino!Sofía salió del jardín llorando y subió a su habitación. Su odio hacia Isabel aumento aún más.Don Marcos se levantó en cuanto vio a su hijo entrar a toda prisa sin Sofía a su lado—¿Dónde está Sofía?—Ha ido al baño, tiene indigestión por el banquete… —Dirigiéndose a Iker con la mirada añadió—: Quiero hablar con el ex suegro.—¡No tienes modales! ¿No tienes que interrumpir cuando estamos hablando lo mayores?—Don Marcos, no se enfade, no se enfade en este buen día, el yerno puede hablar conmigo a solas. Si tiene algo que decir, yo le oiré y .me arreglo con él.Ricardo, incapaz de ver a Iker como un señor, tomó la delantera y salió por la puerta de la antesala, susurrando:—Por favor, ven conmigo.Don Iker entró adelante y Ricardo detrás…—Siéntese mi futuro yerno, de nuevo formaremos est
Cap. 33: ALEJARNOSRicardo llamó a Guzmán apenas salió:—Listo, ahora mismo te vienes porque nos vamos al puerto —trancó el teléfono y llamó a la niñera.—Señora María, téngame listos a los niños que los llevó al parque de diversiones. Ah, póngales abrigos, por favor y usted se viene con nosotros.Al llegar, ya la señora María y los niños estaban listos esperando.Cuando bajaban, Eneida, con el teléfono celular en la mano, los detuvo.—¿A dónde vas con los niños a esta hora?Ricardo le dio la niña a la señora:—Espéreme un momento en el garaje, ya estoy con ustedes —se quedó esperando que los niños terminaran de bajar.Eneida levantó el celular y mirando a Ricardo retadora, tocó la pantalla y lo puso en altavoz. Se Oyó claramente la voz áspera e irritada de don Marcos decir:—¿Qué hace Ricardo en la casa cuando debería de estar aquí en su compromiso? Ricardo, de un manotazo le arrancó el celular y lo pagó.—¡ERES UNA INCONSCIENTE!—Ricardo, no me grites…—Así es como mereces que
Cap. 34: CEGADOSEn la recepción que se estaba llevando a cabo en la mansión de Iker Del Castillo, Marcos se muestra inquieto. —Y está Eneida que no suelta este teléfono, mira la hora que es y no sé nada de Ricardo. Seguramente se fue al bar con la Mariana Rivero. Ese hijo mío que no aprende.—Marcos, estás cegado, deja a Ricardo tranquilo. No quieres entender que tus hijos tienen sus propias vidas, ellos necesitan su propio espacio. Cuando aceptes eso podrás tener una vida propia, feliz. Ya tú y yo estamos es para mimar a los nietos, y a nosotros mismos…Marcos se detuvo camino a los jardines.—Tengo que hacer un par de llamadas —Mara sacudió la cabeza y sus manos se fueron a ambos lados de la cara mientras negaba.—No me jodas la noche, me voy a la mesa de los Arruti y no te ocurra irme a buscar.Marcos se alejó de la muchedumbre e hizo la primera llamada, después de un preámbulo extenso de saludos entre los dos parlantes, él se aclaró la garganta para decirle.—Magistrado Del
Cap. 35: CUSTODIAAl amanecer Maiara abrió despacito la puerta de la habitación de su mamá, era su costumbre entrar y escurrirse entre las sabanas con ella. Caminaba en silencio cuando oyó la voz de su papá que le siseó.—¡Shii Shii! —Maiara levantó la vista sobresaltada y Ricardo se puso su índice en los labios para que ella no hablara, mientras la llamó en mimo. Ella se acercó sigilosa y él la levantó y la recostó a su lado.—¿Papi, tu dormiste aquí con mami?… —Ricardo vio su reloj y entonces le contestó en igual tono de voz.—Sí, pero debes estar calladita para que mami duerma un poquito más —Maiara se rió en mimo y se bajó, Ricardo trató de detenerla pero ella salió en carrera. Isabel volteó hacia él su rostro. Ricardo quería comérsela, tocó sus labios suavemente mientras le susurraba…—¡Eres mía!!!… —Pero se oyó al trío correr y entrar riendo y aplaudiendo.—¡Mami y papi durmieron juntos! —Tarareaban todos al unísono.Isabel abrió los ojos sorprendida y viendo como Ricardo la
Cap. 36: TRATODon Marcos esta en el aeropuerto con la custodia legal de Ricardito y Marcus:—Los dos niños varones son los que están bajo mi custodia, y la señora tiene una orden de arresto por robar dinero de mi empresa.—¿Qué dices, Marcos? ¿Cómo se te ocurre?—Esa gran suma de dinero que tiene en su cuenta la transfirió de la constructora, así que ella es una ladrona. ¿Cómo hizo para tenerlos no lo sé? Entonces que demuestre que no obtuvo las claves de la cuenta mientras vivió en mi casa y ahora toma de mi dinero cada vez que quiere.—¿Eres mi padre? ¿En verdad lo eres? ¿Eres el abuelo de mis hijos?—Usted no debió desobedecerme nunca, carajo.Ricardo se acercó a su padre conteniéndose para no herirlo con palabras, por el respeto que como padre le guarda.—Papá respeta a Isabel, si no como mi mujer, hazlo como la madre de tus nietos, los niños están aquí, así que te exijo, que delante de mis hijos te comportes como su abuelo y te dirijas con respeto a su madre.—Está bien, lo