Evelyn observaba a su padre sin perder detalle, pocas veces había visto como una noticia le afectaba tanto, la que le acababa de dar lo descolocó por completo

¡Maldito, Santiago! ¡nunca debí haberle dado mi confianza, no sólamente te secuestró, si no que además te sedujo! ¡aaaah, pero cuando le ponga las manos encima, va a desear no haberse sobrepasado contigo!. - Alessandro estaba furioso con Santiago Vitali, quería estrangularlo con sus propias manos

Papá.... mi bebé... mi bebé no es de Santiago Vitali. - dijo Evelyn de una sola vez, tal como si estuviera arrancando una curita de forma rápida para que no doliera tanto

¡¿Qué carajos, Evelyn?! ¿entonces quién es el padre de mi nieto? ¡vas a hacer que me dé algo! tú eres mi princesa, ¿quién demonios se atrevió a embarazarte y dejarte..? por cierto... ¿te dejaron?. - preguntaba Alessandro con indignación, su princesa era extraordinaria, tenía tantas cualidades que no terminaría de nombrarlas en un solo día

No exactamente, fue solament