El bebé Alessandrito, despertó y estaba haciendo reír a sus abuelos, el niño tenía los mismos ojos que Alessandro y Dante, el mismo color azul tempestad, lo pudo notar cuando le dió hambre y empezó a llorar molesto, si que sabía exigir lo que quería, pensó la bella abuela

Una vez que Carolina y Dante, terminaron de ducharse y saciarse el uno del otro, la italiana lo ayudó a vestirse, le calzó una costosa pijama verde oscuro, ella se vistió en lindo vestido azul marino, con botones al frente, unas alpargatas a juego, se maquilló un poco aunque no lo necesita, ella era hermosa también al natural

Ven aquí, preciosa. - Dante la llamó a su lado. - ¿por qué te has puesto tan hermosa? solo vas a estar en ésta habitación conmigo, ¿o es qué... quieres que Adriano, te vea linda?. - Dante, frunció el ceño, era un mafioso muy posesivo aunque no lo aparentaba

¿Adriano? ¿pero qué dices? es verdad que tú hermano es muy atractivo, inteligente, educado, elegante y muy, muy rico, pero... es solo mi ama