El vuelo de Alexander había sido un poco largo, estaba bastante ansioso por llegar a México, moría de ganas por ver a Isobel y abrazarla, sin duda la castigaría por haberse marchado así, pero eso sería después

— En el gran malecón de Mazatlán Sinaloa, México, la bella mafiosa caminaba admirando la belleza del mar, las grandes olas y el cielo de azul brillante, había huido de Alexander, por qué no quería que por compromiso le pidiera que estuvieran juntos o que tal vez el rechazara al bebé, de todas formas no lo necesitaba, ella podía valerse por si misma y vivir perfectamente bien con su hijo

— Isobel, iba distraída cuando sin querer chocó con un apuesto hombre, él la miró fijamente, ella le pareció una belleza misteriosa, pero el joven no iba solo, su prometida lo acompañaba , la mujer se puso muy celosa de Isobel

— ¿Qué no miras por dónde caminas? ¿estás ciega o que te pasa? seguro es tu manera de coquetearle a los hombres, ¿verdad? las mosquitas muertas como tú, siempre se dan sus