Cuando desperté estaba acostado en una cama, a mi lado estaba Serena con su cabeza descansando en la cama, se escuchaba su respiración tenue debido a que se había dormido a mi lado, apenas escuchaba el sonido de ese aparato que mide mi pulso y los latidos de mi corazón. Un leve pitido resonaba en mi cabeza, me toque con la mano y note que estaba con un vendaje alrededor de mi cabeza. Me moví un poco para tocar a mi esposa y despertarla, después de varios minutos despertó, me miraba aletargada y sonrió para exclamar. —Mi amor, ya despertaste (la escuchaba pero un poco lejana) Se levantó sin decir nada más y salió de la habitación, eso me extraño hasta que regreso con el médico que algo me dijo, me reviso con una luz los ojos, fue a revisar esa máquina y después me hablo. —Señor Danko, ¿me escucha? Le respondí un poco tranquilo —Sí, pero muy lejano, tengo un pitido que suena muy fuerte en mi cabeza, ¿Qué sucede? Me miro después a Serena para responder —Señor Danko, una bala rozo s
NARRA KIARA Esta semana ha sido un caos, Serena me ha llamado tres veces para que vaya a la casa a intervenir en las discusiones entre mi papá y Robert, la primera vez casi me orino de la risa. Mi papá había bajado furtivamente hasta la sala y había tomado una botella de whisky, se la había escondido en su ropa, como eran las seis de la mañana, creyó que Robert dormía todavía, sin embargo, cuando estaba ya al llegar a la cima de la escalera Robert había asomado y le había metido mano para buscar lo que traía escondido y ahí había comenzado la discusión. Serena me narro que mi papá había empujado muy enojado a Robert con tanta fuerza que lo hizo caer de espaldas, pero que se levantó de inmediato a perseguir a mi papá que casi corría a su habitación, que alcanzo a poner el pie entre la puerta semiabierta y la pared para que no la cerrara, que los gritos entre los dos eran muy fuertes. Danko y Nicolás lo habían ayudado a abrir la puerta haciendo caer de bruces a mi papá y la botella se
NARRA ALEXANDERYo Puedo amar mucho a Danko, pero sí, ya se sobrepasó, le advertí tantas veces de que no tomara ninguna clase de alcohol y Él va a ese bar para hacerlo y más me molesto que lo vi ligando. Lo estaba haciendo adrede, cuando me acerque a su mesa y moví un poco la cortina, los vi y esa mirada de deseo hacia ese jovencito me lleno de rabia, a cada momento le tocaba las manos, se las entrelazaba. Trate de tranquilizarme y regrese hacia donde estaba Kiara, entonces vi a Rosita y a Kuki, hablaban entre ellas, después me hicieron a un lado.Ellas ni siquiera pidieron permiso, simplemente abrieron esas cortinas del reservado y se enfrentaron a Danko, me hacía mucha gracia escuchar a Kuki reclamándolo como marido mientras Rosita se deshacía del jovencito todo asustado. Danko se enojó gritando de que solo son sus amantes, de que no tienen el derecho de reclamarle, yo estuve por unos momentos muy moderado, solo como espectador, hasta que me canse de sus arrebatos, entonces me acerq
Pasaron varios días y estaba trabajando en mi empresa primero, deje todo listo y fui a la empresa de Danko porque a estar asociadas también debía ayudar, ya que Alessandro estaba en la universidad en exámenes finales y no podía ni ir al conservatorio o a la empresa de Danko, Kiara, en cambio, estaba muy ocupada con los niños y su embarazo.Cuando llegue a la empresa de Danko note que estaba estacionada su moto en su sitio, me extraño porque no me dijo nada que pensaba venir, sin embargo, no me importo al fin y al cabo la empresa es de Él, subí en el ascensor, al salir casi me choco con Anna que cruzaba por ahí en ese preciso momento al verme me miro reacia y me saludo fríamente y eso me extraño, pero, como a mí no me gustan las cosas a medias y quedarme con las dudas, pues la llame.—Anna, ven acá un momentoElla resopló antes de darse la vuelta a mirarme hosca y preguntar—Dígame señor AlexanderEscuchar decirme “señor Alexander” cuando siempre me ha saludado solo Alexander, me extrañ
NARRA ALEXANDERDanko me observaba ya con otro semblante, parece que entendió lo que le estaba diciendo, porque lanzo el celular a un lado y me abrazo con fuerza, pidiéndome perdón, que era un tonto, un estúpido al creer tantas mentiras, que era la primera vez que sentía celos, que iba a bloquear a esa persona que lo único que hacía era tratar de perjudicarnos, yo también lo abrace ya estaba harto de estarlo castigando y justamente eso aprovecho esa persona para estar jodiéndonos la vida. Solo me hice una pregunta ¿cómo sabía lo de mi castigo para Danko?, porque eso solo lo sabían en la casa, considero que hasta los guardias, porque viven allí, pensaba investigar a fondo para enterarme.Danko me miro a los ojos como pidiéndome que quisiera besarme, ya no se comportaba como el hombre herido o como estaba furioso, otra vez era quien conocía que le gustaba besarme, amarme y simplemente le exclame.—Yo te amo Danko, siempre voy a amarte y mis labios como todo mi cuerpo, es tuyo, solamente
NARRA DANKODespués que Alexander se fue, me quede arreglando lo que me faltaba, tocaron a la puerta y oí que me pedían permiso para entrar, respondí con un «pase», era el guardia del estacionamiento que me dio mi celular, argumentando de que mi esposo se lo había llevado y que le había pedido que me lo trajera, le agradecí y me fije que estaba descargado, lo puse a cargar y seguí en lo mío. Dos veces llamé a Annia para que se llevara algunos documentos para que les sacara copias, no demoro mucho y me las traía, guardaba en su puesto y continuaba guardándolo todo.Me perdí de la hora, cuando la puerta se abrió y me di vuelta para ver quién había entrado, era Alessandro, pero su semblante era de pánico, le pregunté qué es lo que pasaba y su respuesta casi me causa un infarto.—¡Secuestraron a mi papá!Me senté por inercia al escucharlo y verlo llorar asustado, pero, de inmediato, me levanté para acercármele y preguntar ansioso.—Alessandro, pero... Él se fue a una reunión, ¿cómo es posi
NARRA MARCUS VIGO Secuestrador y hermano de Luka VigoEstaba en la penitenciaria cumpliendo mi condena perpetua por algunos delitos, aunque mi fuerte es la distribución de droga, aquí dentro me recibieron bien, hice muchos amigos, lo bueno es que tenía mucha comunicación con mi gente, me visitaban mucho, recibía mensajes, me dejaban usar celular 3 veces por semana. Borraba los mensajes para que no quedara pruebas de nada, las llamadas las hacían de celulares desechables, ya me había resignado a tener que cumplir mi condena, contaba con muchos privilegios porque había ayudado a muchas autoridades, había sobornado, pero también les había regalado dinero y ayuda cuando lo necesitaron en su tiempo y por eso es por lo que aquí dentro me encuentro seguro.Uma mañana un guardia de los que tengo sobornados me trajo el celular, me pareció muy extraño, pues no era el día que me tocaba, solo me lo entrego todo taciturno diciendo.—Toma, aquí está algo que no te va a gustar nada de nada, después
NARRA DANKOTenía la billetera de mi esposo en mis manos, Robert me abrazo para decirme—Danko, regresemos a casa, creo que... debes decirles a toda la familia lo que sucedió, no puedes esconderlo, no vas a poder tenerlo en secretoAlessandro se unió a ese pedido, pues me habló triste—Creo que Robert tiene mucha razón, a pesar de que mi mamá y todos los demás van a preocuparse, es necesario que lo sepanYo solamente estaba inmiscuido en mi mente, encerrado en ella, imaginaba por lo que estuviese pasando Alexander, en donde estaría, como lo estarían tratando, quiero salvarlo, quiero protegerlo, no quiero ni imaginarme que lo tengan encerrado en algún lugar, Él le tiene miedo a la soledad, tiene miedo estar en sitios cerrados, me levante todo furioso y grité.—¿Por qué a Él?, Maldita sea, tiene claustrofobia, se va a volver loco si lo dejan encerrado solo y...Me di vuelta para ver a Alessandro y a Robert y decir—Tengo miedo de... decirles a los demás, tengo miedo de que les haga daño