Al llegar al bar gay nos apeamos los dos de la moto y los que estaban en la parte de afuera no tardaron en silbar y lanzar piropos a Alexander. —Danko ¿quién ese hermoso? ¿Puedes prestármelo? —Rusito bello, esta buenote tu compañía, mmmm —Oye, cada vez que vienes traes cosas buenas para darnos envidia Uno de ellos fue tan atrevido que se acercó a acariciarle el pecho a Alexander mientras decía muy cariñoso —Danko, te doy lo que quieras, hasta mi vida, pero, déjame darle un beso a este guapote, mmmm Alexander muy risueño alzo su mano para enseñarle el anillo de matrimonio y exclamar con voz alta —Lo siento mucho, preciosuras, pero, estoy casado (hizo un largo silencio para seguir) casado con Danko Todos lo observaron sorprendidos, hasta reclamaron —O sea que tú, ¿estás casado con Danko? —¡No es cierto!, Danko no nos ha dicho nada —Oye ruso grandote, ¿por qué nunca nos dijiste que ya estabas casado? —¡Eres el esposo de este guapo!, pero, ¿por quéeeee? Porque siempre nos dejas
NARRA KIARA Mi hermano me dejo a los niños a mi cuidado y yo feliz de tenerlos conmigo, mis hijos se llevaban muy bien con mis sobrinos, en el jardín teníamos muchos juegos mecánicos, canchas de básquet, de tenis. Estaba mirándolos jugar cuando recibí un mensaje, videos, fotos, al ver de quién era sonreí, era todo de mi hermano James y de Reinhart. Mi hermano me contó que estaba en la clínica realizando una cirugía y que al terminar se había aseado, que estaba regresando a su consultorio cuando una enfermera le anuncio que tenía una visita, jamás imagino a quién se iba a encontrar. Dijo que al ir a la sala de espera vio a Reinhart, que ese momento fue mágico, que se olvidó de que estaba en el trabajo, se abrazaron con fuerza y hasta se besaron allí frente a todos, que escucharon que les aplaudían y les brindaban sonrisas. Ambos se sonrojaron, que le dio la bienvenida y lo invito para ir a su consultorio para hablar, me contó todo lo sucedido allá. «¿Te imaginas Kiara, lo que sentí
En el momento en que la señora Alessa dijo esas palabras mientras se tocaba el vientre, un vaso se escuchó que se rompió y el señor Alexander corrió para acercarse a su esposa y peguntar temeroso. —Mi amor, ¿qué te pasa? ¿Te duele mucho? Ella le contestó con pausas debido al dolor que estaba sintiendo —N… No sé lo que su… cede, me… due… le mu… choooo Todo el ambiente se puso tenso, entonces Serena hablo —Alexander, llama a la doctora y tú Danko corre a encender el auto, nos vamos a la clínica, ¡aprisa! Mi papá salió a toda prisa de la sala, hasta se olvidaron de todo, mi hermano con Nicolás dijeron que se quedarían en casa por si acaso alguna noticia de los niños. Alessandro me pidió que fuera al auto para esperarlo e ir también a la clínica, no quería que me apresurara por lo de mi embarazo, le pidió lo mismo a Serena, que Él y su padre llevarían a su madre a la clínica, con mucho cuidado. Serena me miro y yo le extendí la mano para que me acompañara, a regañadientes lo hizo, c
NARRA DANKO La Ginecóloga me dijo que no dejara entrever mi preocupación a Alessa, que solo necesitaba estar tranquila y no recibir emociones fuertes. La verdad es que me sentí un poco culpable porque yo le pedí a mi esposo ir al bar, sin embargo, Alessa me recibió con una gran sonrisa y eso me tranquilizo, ya no se quejaba de ningún dolor, me senté a su lado para indagar algunas cosas y sus respuestas afirmativas hicieron que mi corazón se sintiera en paz. Le pedí perdón por haberla hecho enojar, pero ella solo me instó a que solo amara a mis esposos, que ella era muy feliz a nuestro lado. Antes de irme me pidió que quisiera hablar con Alexander, me despedí prometiéndole que le diría. Salí para ir a la sala de espera, le informé a mi esposo lo sucedido y al mencionarle el pedido de Alessa, se fue casi corriendo acompañado de Alessandro que lo llamaba para que lo espere, me senté alegre de verlos irse a reunirse con ella. Serena me pregunto sobre la salud de Alessa —Danko, ¿Cómo est
Cuando desperté estaba acostado en una cama, a mi lado estaba Serena con su cabeza descansando en la cama, se escuchaba su respiración tenue debido a que se había dormido a mi lado, apenas escuchaba el sonido de ese aparato que mide mi pulso y los latidos de mi corazón. Un leve pitido resonaba en mi cabeza, me toque con la mano y note que estaba con un vendaje alrededor de mi cabeza. Me moví un poco para tocar a mi esposa y despertarla, después de varios minutos despertó, me miraba aletargada y sonrió para exclamar. —Mi amor, ya despertaste (la escuchaba pero un poco lejana) Se levantó sin decir nada más y salió de la habitación, eso me extraño hasta que regreso con el médico que algo me dijo, me reviso con una luz los ojos, fue a revisar esa máquina y después me hablo. —Señor Danko, ¿me escucha? Le respondí un poco tranquilo —Sí, pero muy lejano, tengo un pitido que suena muy fuerte en mi cabeza, ¿Qué sucede? Me miro después a Serena para responder —Señor Danko, una bala rozo s
NARRA KIARA Esta semana ha sido un caos, Serena me ha llamado tres veces para que vaya a la casa a intervenir en las discusiones entre mi papá y Robert, la primera vez casi me orino de la risa. Mi papá había bajado furtivamente hasta la sala y había tomado una botella de whisky, se la había escondido en su ropa, como eran las seis de la mañana, creyó que Robert dormía todavía, sin embargo, cuando estaba ya al llegar a la cima de la escalera Robert había asomado y le había metido mano para buscar lo que traía escondido y ahí había comenzado la discusión. Serena me narro que mi papá había empujado muy enojado a Robert con tanta fuerza que lo hizo caer de espaldas, pero que se levantó de inmediato a perseguir a mi papá que casi corría a su habitación, que alcanzo a poner el pie entre la puerta semiabierta y la pared para que no la cerrara, que los gritos entre los dos eran muy fuertes. Danko y Nicolás lo habían ayudado a abrir la puerta haciendo caer de bruces a mi papá y la botella se
NARRA ALEXANDERYo Puedo amar mucho a Danko, pero sí, ya se sobrepasó, le advertí tantas veces de que no tomara ninguna clase de alcohol y Él va a ese bar para hacerlo y más me molesto que lo vi ligando. Lo estaba haciendo adrede, cuando me acerque a su mesa y moví un poco la cortina, los vi y esa mirada de deseo hacia ese jovencito me lleno de rabia, a cada momento le tocaba las manos, se las entrelazaba. Trate de tranquilizarme y regrese hacia donde estaba Kiara, entonces vi a Rosita y a Kuki, hablaban entre ellas, después me hicieron a un lado.Ellas ni siquiera pidieron permiso, simplemente abrieron esas cortinas del reservado y se enfrentaron a Danko, me hacía mucha gracia escuchar a Kuki reclamándolo como marido mientras Rosita se deshacía del jovencito todo asustado. Danko se enojó gritando de que solo son sus amantes, de que no tienen el derecho de reclamarle, yo estuve por unos momentos muy moderado, solo como espectador, hasta que me canse de sus arrebatos, entonces me acerq
Pasaron varios días y estaba trabajando en mi empresa primero, deje todo listo y fui a la empresa de Danko porque a estar asociadas también debía ayudar, ya que Alessandro estaba en la universidad en exámenes finales y no podía ni ir al conservatorio o a la empresa de Danko, Kiara, en cambio, estaba muy ocupada con los niños y su embarazo.Cuando llegue a la empresa de Danko note que estaba estacionada su moto en su sitio, me extraño porque no me dijo nada que pensaba venir, sin embargo, no me importo al fin y al cabo la empresa es de Él, subí en el ascensor, al salir casi me choco con Anna que cruzaba por ahí en ese preciso momento al verme me miro reacia y me saludo fríamente y eso me extraño, pero, como a mí no me gustan las cosas a medias y quedarme con las dudas, pues la llame.—Anna, ven acá un momentoElla resopló antes de darse la vuelta a mirarme hosca y preguntar—Dígame señor AlexanderEscuchar decirme “señor Alexander” cuando siempre me ha saludado solo Alexander, me extrañ