Les dimos la bienvenida a mi tío Mijaíl y a sus novios los trillizos, que desde que llegaron no dejaron de manosear a mi papá frente a su futuro esposo, bueno ellos no sabían nada todavía, el señor Alexander al principio estaba todo risueño, pero al pasar el tiempo noté que su semblante cambió debido a que Giorgio se pasó de la raya, sin respetar a mi tío Mijaíl ni a nadie, tomo el rostro de mi papá y lo besó, lo besó tan largo y profundo que provocó un grito proveniente del señor Alexander que dejo a todos boca abierta.

—¡Suelta a mi novio!, ¡es míoooo!

Le saltó encima llevándose consigo a mi papá, ellos tres en el suelo, hasta que mi papá se movió un poco dejándolos a ellos dos en la trifulca, Giorgio trataba de defenderse, pero no podía con lo grande y fornido que es el señor Alexander, mi tío se reía, sus hermanas no intervenían, solo atisbaban todo moviendo sus cabezas en forma de desaprobación, Mara estaba estupefacta tapada su boca con ambas manos.

Giorgio estaba ya encogido ag