--No abuelo, ella no es capaz de irse sin saber nada de mí, algo debió pasarle, y yo aquí sin poder hacer nada – Maximiliano tenía razón, el abuelo y Lucas habían olvidado decirle sobre lo que habían tenido que hacer para asegurarse de mantenerlo a salvo.--Tienes razón, hijo, pero es probable que Alissa piense que estás muerto y en su estado es normal que sus padres la quisieran alejar de aquí, por su protección – pero Maximiliano no hacía más que negar--Alissa no se iría sin estar segura, abuelo – dolorosas lágrimas corrían por su rostro--Me temo que sí, hijo, fui yo quien le ordenó a Lucas que anunciara tu muerte, lo hice para evitar que ese hombre quisiera terminar el trabajo que sus hombres no pudieron, lo hice para asegurarme de que no te pasara nada, pero, lo más probable es que Alissa y su familia se enteraran de tu supuesta muerte y se la llevaron lejos para mantenerla resguardada. – el abuelo sentía que le estaba fallando a su nieto, le dolía verlo así, pero en su mente al
--Sebastián, ¿Qué haces aquí? – Alissa tenía un muy mal presentimiento y estaba a punto de confirmarlo.--No puedo dejar que pases sola por esto, tu no me abandonaste cuando más lo necesité y ahora es mi turno – ella solo fruncía el ceño y negaba sin parar--la verdad, Alissa, es que quiero ayudarte, no es justo que tu hijo crezca sin un padre y yo estoy aquí para ofrecerte mi nombre y mi total apoyo con todo lo que está por venir, quiero estar presente en tu vida y la de tu hijo, quiero que sea mi hijo también –¿te has vuelto loco? Mi hijo tiene un padre yo no necesito de nadie para criarlo, tu tienes una familia, Sebastián y no es justo que estes aquí intentando convertirte en mi súper héroe mientras abandonas a tu esposa y tus hijos – necesitaba frenar de tajo las intenciones de Sebastián, no podía permitir que se hiciera falsas esperanzas, además no se sentía con fuerzas para ser paciente con él.--Nunca he estado más cuerdo, Alissa, se lo que estoy haciendo y se muy bien cuales
Caminaba con dificultad, pero el dolor de las heridas solo le alentaban a buscarla, salió del hospital dejando al abuelo hablando con Lucas y se dirigió al café, esperaba que Marco le pudiera dar, aunque sea un poco de información, para su mente era imposible que Alissa y su familia desaparecieran sin dejar rastro--¡Marco! – le llamó y por su expresión, adivinó que el abuelo aun no le había comunicado que estaba vivo--¡Max! Pero… Max ¿eres tú? ¡santo cielo, Max, estás vivo! – Marco corrió a abrazarlo, pero el gesto de dolor en el rostro de Maximiliano lo apartó de inmediato--¡de verdad que no lo puedo creer! ¿ya lo sabe Alissa? – preguntó Marco haciendo evidente que no tenía contacto con ella--Es justo por lo que estoy aquí, Marco, necesito encontrar a Alissa y esperaba que tu tuvieras noticias de ella, sobre donde está o sobre su familia, no lo sé, lo que sea, estoy volviéndome loco sin saber cómo está. – Marco notaba que estaba haciendo un enorme esfuerzo por mantenerse en
Llegaron por la tarde del viernes y a la mañana siguiente Maximiliano se levantó para tomar una taza de café, no pudo dormir en toda la noche, no había tenido pesadillas, pero su cuerpo estaba ansioso, sentía una especie de necesidad, ¿de qué?, ni siquiera él lo sabía, el clima estaba fresco, estaba a punto de llegar una tormenta, que por cierto Lucas pasó por alto, la bruma le daba al paisaje un ambiente melancólico, se acomodó en un sofá que estaba en la terraza y se destinaba a disfrutar de su café, cuando a lo lejos logró ver a una mujer caminando a la orilla de la playa, su embarazo avanzado era más que evidente y la primera intención de Maximiliano fue dejarla pasar, pero en el fondo sabía que no podría quedarse tranquilo sin ir detrás de esa mujer, dejó su taza de café y su manta y salió corriendo tras ella, su corazón latía cada vez más fuerte, la mujer le llevaba algo de ventaja, pero él estaba cada instante más convencido de alcanzarla, su cuerpo se empezó a sentir com
Maximiliano le pidió que lo comunicara con su doctor y después de comunicarle la situación le pidió unas cuantas cosas y acordaron estar en contacto en todo momento, al llegar a la cabaña, a Alissa la llevaron a la habitación para que pudiera ponerse cómoda mientras ellos preparaban todo, Maximiliano se colocó al lado de ella para tomar su mano y Lucas estaba listo para asistir el parto, las contracciones cada vez eran más intensas, mientras afuera los vientos azotaban con una fuerza impresionante. A pesar de la situación, Maximiliano no podía ser más dichoso, estaba tomando de la mano a la mujer que estaba a punto de convertirlo en padre, la mujer que amó desde el primer día, la mujer a la que sin duda quería ver a su lado por el resto de su vida, la misma mujer que le estaba casi rompiendo los huesos de la mano de lo fuerte que la apretaba, pero era un dolor que estaba dispuesto a experimentar, sin duda ella era la que tenía la peor parte, de vez en cuando le secaba la f
En un momento en el que los abuelos estaban embelesados con el nuevo integrante de la familia, Maximiliano se apartó para hacer una llamada, debía avisar al abuelo, lo había tenido tan ocupado con la búsqueda de Alissa que sentía que debía ser el primero en enterarse y por supuesto era de esperarse que el mismo abuelo se encargara de poner sobre aviso al resto de la familia que no dudaron en organizar una merecida bienvenida para los nuevos padres y el bebé.Maximiliano simplemente no podía separarse mi un segundo de Alissa y atacaba a besos a ese pequeño dormilón y el tío Lucas estaba siempre al pendiente y quien por obvias razones se había ganado el papel de ser el padrino, se encontraban en una apasionada discusión en torno al nombre que le pondrían al bebé.--Yo opino que debería llamarse Lucas, como su tío favorito – dijo orgulloso – además yo fui quien lo ayudó a nacer, me lo merezco ----Ni en sueños, mi hijo no se llamará como tú – contestó Maximiliano mientras dirigía un
Varios meses habían pasado, Maximiliano había regresado a sus actividades en el hospital y Alissa estaba de vuelta en sus clases en la escuela y de vez en cuando visitaban el café para ayudar un poco, aunque con el pequeño Leo ya no era tan a menudo, llevaban una vida tranquila, los recuerdos de lo que habían tenido que pasar ya eran solo eso, recuerdos. Una tarde Maximiliano llegó temprano del hospital para encontrar a Alissa dormida junto al bebé, debía estar agotada, pero tenía que despertarla, así que empezó a besarla en los labios, en las mejillas, el cuello hasta que una sonrisa se dibujó en sus labios.--Que deliciosa manera de despertar— ronroneo ella--Tengo algo importante que decirte—ella se acomodó para escucharlo-- el sábado es la boda de uno de los socios del hospital, nosotros estamos invitados y antes de que tengas algo que reclamar, ya tengo todo listo, compre tu vestido y acordé que tus padres se hagan cargo del bebé para que tú no tengas de que preocuparte, no
Sin duda era un vestido espectacular, justo el vestido perfecto para una boda en la playa, si ella fuera la novia, aunque por un instante, solo un instante, Alissa se imaginó caminando hacia ese mismo altar que vio a su llegada al lugar, lo imaginó a él esperando por ella, lo deseó, se dejó llevar por esa tentadora locura y disfrutó, luego de lo que pasó, ni Maximiliano ni ella se atrevían a tocar el tema del matrimonio, les costó recuperarse de los malos momentos, recuperar la calma y la serenidad, así que los planes de boda pasaron a un segundo término, ahora tenían otras prioridades, ahora eran una familia y eso era lo más importante, estar juntos. ¿Y que perdía si se lo probaba?, después de todo, el vestido ya estaba ahí, las chicas la ayudaron, y luego de repetir hasta el cansancio lo hermosa que se veía, se retiraron dejándola a solas frente al espejo, observando más allá de solo un vestido, observando como su vida y sus intereses habían cambiado tanto, se sonreía a sí