Observo detenidamente la chica de cabello rubio cobrizo, ojos celestes, cuerpo de infarto y descalza. ¡Dios! Esa chica desata dos cosas en mi: Lujuria y Ternura por partes iguales.
A sus veinte años ya es toda una mujer: bella, alegre, despreocupada, dulce e inocente; cualidades que hacen estragos en mi cuerpo y mi mente.
Ahora soy diferente, soy otra persona que creció y maduró por la fuerza o quizás no, quizás era el tiempo perfecto para sentar cabeza como dice mi padre. Amargado y con mal humor, cascarrabias y con un pasado tormentoso. No estoy buscando ese Ángel que alguien me dijo que se encontraba para mi en algún lugar de mi infierno, pero esta chica con su personalidad deliciosamente espontánea e ingenuamente rebelde me tranquiliza solo con mirarla jugar y corretear con mis hijas.
Tal vez no la busqué, quizás apareció o solo se cruzó en mi camino para apaciguar este fuego ardiente que me quema hasta los tuétanos, puede que haya llegado para ayudarme a buscar y reconstruir este tonto corazón y aliviar el dolor tormentoso que aún lacera esta pobre alma que anda inerte entre las sombras.
Aquí estoy de nuevo: escondido, atrapado, cautivo e inmerso en este mar de oscuridad, mi nombre es: Napoleón McCarty y ella puede ser mi Ángel.
La chica me observa divertida porque no despego mis atrevidos ojos de su busto, sinceramente parezco un adolescente frente a su primera experiencia sexual. Sus labios curvados y el palpitar del pulso en su cuello me corroboran que debe estar completamente lubricada en el lugar que no veo y que considerando el sube y baja de su pecho desea que explore, mi cuerpo igual que mis cuerdas vocales se niega a cooperar y ya mi vergüenza llega a proporciones elípticas. Esta mujer quiere lo mismo que yo y sin embargo me siento paralizado y no puedo ejecutar ningún tipo de práctica.
Despierto dolorido y con una sensación de ganador en mis huesos prácticamente rotos a causa de la batalla campal que tuve con cierta morena preciosa de la cual no se su nombre. Giro y tropiezo con su cuerpo que descansa relajado y extasiado entre las sabanas ¡la hicimos buena! ¿Eh, amigo mío? Busco mi teléfono que marca las cuatro y treinta ¡Dios! No he dormido nada, con razón el dolor corporal.Se gira y at
—¡Cuidado por favor! – son las siete y cincuenta de la noche y hasta ahora he sufrido dos conatos de infarto y una crisis de ansiedad a causa de las travesuras de estos chicos.—¡Hermanito! – veo a Stella acercarse con mi Sol de Verano en brazos — La nena tiene hambre, voy por un biberón y papilla, Lisa ya la preparó - sus hermosos ojos azules brillan por dejarla atender a Jenisse, la trae y al bajarla un hilo de saliva gruesa se desprende de su hombro, lo mira y luego a mi. Pensé que iba
Corrí olvidando todo y salté zambulléndome en el agua, sacando el cuerpo de la pequeña chica que sangraba.—¡Dooomm! – ¡Dios, hay mucha sangre! mi hermano giró y corrió hacia mi tomándola en brazos, la aglomeración de gente no se hizo esperar y la preciosa abrió los ojos, yo me senté en la orilla de la piscina para pasar el susto y sacar mis pertenencias mojadas del bolsillo.
—¿Quieres tomar algo hermanito? ¿Algo frío para que cese ese calor? – levantó la ceja observando mi entrepierna semi erecta.—¡Lo que desees mirón! ¿Ahora eres un voyeur? – se carcajeó con ganas, lo he extrañado.
Despierto con un cosquilleo delicioso en la piel, un aroma exquisito a vainilla y una caricia que no tengo idea si es una mano o una boca, se que estoy soñando y me encuentro dormido aún ya que es muy temprano. Así que; continúo disfrutando de ésta delicia de sueño.Pero mi piel se enchina y me siento excitado ¡eso también sucede en sueños! ¿O no? Por supuesto que si, mis pesadillas se sentían muy reales. Entonces esto debe ser un sueño de caricias deliciosas ¿verdad? Siento r
—¡Papiiiii, papitooooo! – brinco en la cama tocando mi cuerpo para cerciorarme de estar vestido, se acabó la paz y el sueño en mi vida con mi terremoto amado.—¡Cállate tonta! – escuche una palmada y luego el llanto de mi Sol.
El día transcurrió dentro del plano normal de las celebraciones en familia, se anunció la venida de un nuevo miembro junto con una promesa de matrimonio por parte de los McCarty – Devlin es decir; Dominik y Kathyenka. La belleza ojiceleste hizo su entrada a la celebración con un hermoso vestido blanco que solo tiene una manga y es infartantemente ceñido al cuerpo con la característica adicional de que es largo y abierto a los lados hasta la cadera dejando ver sus piernas completas y las tiras del bikini que usará para entrar a la piscina.
Último capítulo