Logramos que Zafiro se durmiera, nos dimos una ducha y comenzamos a investigar a Adriano.

—¡este hombre está como le da la gana!

— ¡Grace concéntrate! Si Leander te escucha, le volará la cabeza a su cuñado.

— ja, ja, ja, igual buscará cualquier excusa para volársela, lo extraño de este hombre es que según su expediente le gusta vivir una vida libre, relajada, sin compromisos, ¿por qué decidió meterse con la hija del hombre más poderoso de la mafia? Eso me da mucha desconfianza y más el hecho de que ha salido con un sinfín de mujeres, creo que este es el típico cucaracho así que iremos a su casa y le sacaremos la verdad.

— Grace, ¿no podemos hacer eso y menos a esta hora son las cuatro de la mañana —¡niñas, podemos hacer lo que se nos dé la gana, somos Salvatore! Así que vamos por nuestros equipos de combate.

— ¿para qué? ¿No podemos tocar la puerta como la gente normal? — ¡No! Quiero darle un susto de muerte, espero que responda de forma correcta porque volaré su miembro si hizo esto