Tomé la mano de Zafiro para guiarla hasta mi habitación, entramos y la acorralé contra la puerta, bajé mi rostro hasta su oído para susurrar algunas palabras ¡es bueno verte aquí princesa! Ese vestido me tiene loco, no tienes idea de todo lo que quiero hacerte en este momento. Sentía su cuerpo estremecerse, su corazón latía con fuerza y su respiración estaba agitada, me encanta cómo responde a mi cercanía, deslicé lentamente mi mano hasta el borde de su vestido. Abrí un poco sus piernas para luego colar mi mano en su centro, con mi dedo roce su coño y ella suspiró, ¡cuando seas mi esposa te follaré en cada maldito lugar en el que estemos!

—debo decir que este idiota me había hecho caer nuevamente, pero todo se esfumó cuando nombró el maldito matrimonio, así que retiré su mano bruscamente y lo separé de mí.

—¿Qué pasó cariño? ¡Sé que lo estabas disfrutando! ¿Por qué me apartas? No debes sentir vergüenza, ya hemos estado juntos.

—no tengo vergüenza, ¡estoy muy consciente de lo hermosa q