Protegida

Cuando vi a mi papá sentí que todo estaba bien y no pude evitar llorar en sus brazos, ¡papá tenía mucho miedo! —Sí, mi amor, yo lo sé, pero ya estás bien, estás en casa, no hay nada de que preocuparse mi princesa, aquí estamos todos para cuidarte y apoyarte me dolía en el alma ver a mi hija así.

—señora, necesitamos medir su presión.

—sí, lo siento, me aparté de mi padre y dejé que los médicos me revisaran, después de contestar todas las preguntas ellos dijeron que todo parecía normal, pero que traerían la máquina de ecografía para ver que el feto estuviese bien.

—¡serás madre princesa! Ojalá sea una niña tan hermosa como tú —papá, ¿no te cansas de tener niñas? —no, porque las niñas me llenan de amor, en cambio, los varones solo me traen problemas.

—ja, ja, ja, nosotras también te hemos dado problema.

—Sí, pero nunca como los de tus hermanos, es más, esta vez es distinto porque a tu hija la podré malcriar tanto como yo desee, en cambio, mis nueras me ponen limitaciones, si tú tienes u
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