Quizás sea un milagro del cielo o simple suerte cuando, luego de correr, Maylene divisa un pasillo abierto. Lo primero que ve en éste pasillo abierto es que mientras más corre se acerca a una especie de patio, así que se anda con cuidado cuando divisa que, en efecto, lo que parece ser la entrada a
Al menos ya puede escuchar ruidos, voces. Lejanas, pero son voces. Maylene comienza a marchar nuevamente.Si viene alguien detrás lo ignora por completo. Ya la oportunidad de huir la tomó en la primera. No puede desaprovecharla.Y la esperanza llega brutalmente cuando frente a sus ojos la rampa de u
Tiene a las dos gemelas en sus piernas, y mueve su pierna una y otra vez sin parar con la mirada pérdida en un rincón.—¿Mami, quieres? —Hayley le alza la galleta hacia sus labios—, come. Debes comer.—Estoy bien, amor —Maylene le sonríe acariciando su pelo de rapunzel—, estoy bien. ¿Te gusta?—¡Est
Primero toma a Hannah y luego a Hayley para ponerlas en la cera.—¿Por qué se tardaron tanto en llevarlo a la clínica?Un par de hombres, con ropa de escolta, aparecen tras Maylene mientras las niñas se colocan frente a ella una vez empiezan a caminar.—No había tiempo y la señorita Amy trajo a todo
—Con permiso, iré al baño. Fenton, avísame de cualquier cosa.Maylene la ve pasar por su lado, y cuando se gira, observa la llegada de Amy con una bata blanca deteniéndose para ver a su madre. La expresión de Amy es de confusión y preocupación, pero suelta a su madre y la señora Ellison continúa su
Amy tenía razón. Un par de familiares de los Morgan Hoover que ya conoce por su antiguo matrimonio aparecen en la sala. Una de ellas una gran amiga, amiga de la familia. Colette Murphy. Unos prefieren no ser imprudentes en preguntar algo y agradece que sea así, pero aunque no la ven a ella, sus geme
—Yo quiero...reconquistarte…Y éstas palabras mueven el piso bajo sus pies. Es como si lo escuchara, de pronto, bajos las aguas del mar. Sus ojos están completamente desorbitados cuando éste hombre ha dicho la última frase que esperó que diría. Empieza a sudar frío, sin duda. Su cuerpo, tensado de p
—Tarde, Declan —Maylene se echa a reír secamente—, muy…tarde. Está bien, haz todo eso. Pero nada me hará cambiar de opinión.—Y no trataré de cambiar tu opinión. Sólo quiero enamorarte otra vez…y si no aceptas mi amor…igual te amaré, más allá de la eternidad...—Más allá de la eternidad —Maylene se