Madison James —Es la mejor comida del mundo, mi favorita porque te conocí, cuando me entregaste uno, tenía mucha hambre.— Me dice Marco tomando otro perro caliente y comiendo, Rio me ve y no encuentro donde meterme su mirada es demasiado fuerte, y profunda estoy nerviosa bajo su escrutinio. Tomo un perro siguiendo el ejemplo de los dos y como, parpadeando rápidamente, tratando de contener las lagrimas ¡no quiero llorar más! Yo no soy así de sensible, son las hormonas del embarazo que me tienen así.— — ¿Cómo están mis padres?— Pregunto, sé que él sabe de ellos. —Están de fiesta, porque su hija está embarazada. — Me dice él, tomando un vaso de jugo de frutas. — ¿Miley?— Cuestiono. — ¿Conoces a otra hija?— Se burla, desde que me entregaron a él, se olvidaron que tenían otra hija, incluso antes de eso. Muerdo, otro trozo de mi perro caliente frustrada no quiero hablar más de mi familia, Miley tiene la vida perfecta que yo soñé, y yo estoy esperando un hijo de un hombre que tiene m
Madison James¡No sé si un día pueda olvidar todo lo que me hizo pasar!, podría decirle que si en este mismo momento pero mentiría, por lo que opto por guardar silencio…Cuando despierto, el lado de la cama donde durmió Rio esta frio, me levanto sin ver la hora siguiendo mi rutina de aseo mañanera de siempre, me coloco un lindo vestido azul que me queda lindo acompañado de sandalias planas, Marco entra a mi habitación unos minutos después vestido con uniforme escolar.—Creí que no ibas a despertar nunca.— Me dice inocente, me permito ver la hora y casi son las siete.—Buenos días, para ti también.— le respondo y él me sonríe de forma genuina diciéndome –Buenos días.—Alguien interrumpe nuestro saludo, tocando la puerta— Adelante.— Respondo para que entre.—El chofer, te está esperando niño, se hace tarde para ir a la escuela.— Le regaña Amanda a Marco haciéndome disgustar, a Marco solo puedo regañarlo yo que soy su madre.Tomo su mano y salgo caminando sin saludarla— Señora usted no d
Madison James—Hola podrías decirle al doctor Cole que la doctora, James esta aquí.— Le digo a la Rubia que está recibiendo a los pacientes afuera.—Enseguida doctora James.— Me responde ella amablemente, tocando la puerta.—¿Qué quieres?.— Cuestiona, como si estuviese molesto.—La doctora James esta aquí ¿La dejo pasar?.— Le dice la chica sin inmutarse, como si estuviese acostumbrada al mal humor del doctor.Inmediatamente el sale, y me abraza en el pasillo, sin importarle que estoy al lado de su amigo —¿Estás bien?.— Cuestiona sin disimulo alguno viéndolo a él—Si gracias.— Le respondo con timidez.—Rio.— Susurra asombrado viéndonos al uno y otro de forma alternativa, como si ese cuadro de nosotros dos juntos fuese algo imposible de asimilar—Es doctora Li, para la próxima.— Es la forma en que saluda, participándole al otro que estamos casados.—¿Cómo, cuándo?.— Pregunta perplejo.—Así mismo estoy yo, tampoco lo sé exactamente.— Confieso, comprendiendo como debe sentirse con la noti
Madison James —Hola hija cuanto tiempo.— Dice ella, no puedo creerlo así que veo la pantalla, para verificar que no es un error, es inaudito que me llame después de tantos meses. —Hola.— Respondo tímidamente, sin saber que decirle, hay muchas cosas que hablar y que reprochar, pero creo que ya no vale la pena. —Estoy molesta contigo, ¿cómo es que te casaste y no invitaste a tu familia para tu boda?.— Cuestiona, pero su voz no parece molesta para nada. —Te llame pero no me respondiste.— Le respondo, claro que la llame, pero no para eso, realmente yo también me acabo de enterar que estoy casada, nunca me contestaba el teléfono… —¿Cómo es que lo supiste?.— Cuestiono extrañada, apenas me acabo de enterar yo. —Apareciste en todos los medios de comunicación del pais con tu esposo, es muy lindo ese hombre con sus ojos rasgados.— Halaga ella a Rio, ella no es xenofóbica ni nada de eso, pero nunca ha dicho de un asiático que sea guapo, creo que lo lindo que le ve a mi “esposo” es la bille
—No lo sé.— Respondo. —¿Te vas?.— Pregunto, porque él se estaba despidiendo hace un momento—No.— Me responde simplemente.—Que bien, porque necesito un ayudante de cocina.— Le respondo.—Amanda está cocinando.— Me responde.—Pues que se ponga a hacer otra cosa, porque no pienso comer lo que ella prepara.— Respondo.—¿Por qué eres así con ella?.— Me pregunta incomodo como si fuese una caprichosa.—Si tu hubieses visto ese plato no me dirías así, ella me está desafiando, y no lo pienso permitir.— Le respondo.—Tiene años trabajando conmigo, no la vayas a humillar.— Me advierte.—Yo, no me meto con nadie, tú me conoces, pero si me busca que se atenga a las consecuencias.— Respondo seria, voy a la habitación de Marco y está dormido, si pudiera evitar cualquier sufrimiento lo haría, pero no puedo protegerlo de todo, esos niños son unos animales.—¿Qué vamos a cocinar?.— Me pregunta, resignado—No sé, vamos a ver que tienes en la cocina.— Le respondo y caminamos por las escaleras.—La mu
Madison JamesPasan un par de horas antes que entre con cuidado, yo me hago la dormida lo estaba esperando, lo escucho quitándose la ropa en medio de la habitación, mi estomago se contrae de la expectativa, no sé qué me pasa pero espero anhelante el momento que me toque.Pasamos todo el día calientes y a punto de tener sexo y en la noche, no se a donde se mete, mientras espero que entre a la habitación para hacer realidad, todas esas propuestas indecorosas que me hizo durante el día, ¡pero en la noche él ni se acuerda, es mas no sé hasta qué hora estuvo en su oficina encerrado!El entra el en baño y sale como media hora después, secándose el pelo, lo admiro a través de mis pestañas, es como la una de la mañana.—Se acuesta a mi lado, se arropa ¡y se duerme!, no puedo creer que no me buscara, lo que no entiendo es que me buscara antes, parezco una vaca ¡debe ser por eso!.Junto a él trabajan las mujeres más perfectas que he visto en mi vida ¿Qué va a estar fijándose en mi?, se caso co
Madison James—Llego cansada a casa y la cocina está tomada como por siete mujeres —¿Quiénes son ustedes?.— Pregunto.—Preparamos el banquete de su compromiso, por órdenes de su esposo.— Me dice una.—¿Las ayudo?.——No, de ninguna manera.—Me responde otra.—Pero me encanta la cocina.— Le digo yo, todo se ve delicioso.—Lo sabemos, su esposo nos lo advirtió, pero dijo también que debía descansar, el viene a almorzar con usted en un rato.— Me dice una tercera, veo la hora son las once, es cierto estoy cansadísima, siento que me pasaron un auto por encima.Subo a la habitación y me acuesto a dormir abrazando la almohada de Rio, su olor está impregnado en ellas y me relaja de un momento a otro quedo me quedo completamente dormida.Me despierta Rio con un beso, me estiro de forma perezosa y después se lo devuelvo.—¿Cómo te fue en la escuela.?.— Pregunta el quitándose la corbata.—Más o menos.— Le respondo, con sinceridad.—¿Descubriste a los responsables.?.— Pregunta.—Lo atacaron entre
Madison James—Usted también señor Li, es el hombre más guapo que he visto en mi vida.— Respondo con una sonrisa, lo único que me incomoda de esta noche es la presencia de mi familia allí abajo, la verdad es que si fuese por mí no vuelvo a hablarles nunca más en mi vida.—Tengo algo para ti, se que puede ser algo a veces hago las cosas al revés.— Me dice nervioso.—¿De qué se trata?.— Cuestiono Riéndome de su actitud, es extraño verlo asi, suspira de forma audible y abre una caja negra de joyería, dentro hay dos elegantes anillos de matrimonio.—Supongo que el orden de los factores no altera el producto.— Respondo, entregándole mi mano temblorosa, para que coloque en mi dedo anular la joya que simboliza nuestra unión.——¿Te gustan?, los podemos cambiar..— Pregunta, cuando tomo el anillo de él, y se lo coloco—Así están perfectos.— Le respondo, emocionada y le doy un pico, aprovecho para decirle –Te amo.— Viéndolo a los ojos, el parpadea como si no pudiera creerlo.—Te amo.— Repito, dá