Madison James—Llego cansada a casa y la cocina está tomada como por siete mujeres —¿Quiénes son ustedes?.— Pregunto.—Preparamos el banquete de su compromiso, por órdenes de su esposo.— Me dice una.—¿Las ayudo?.——No, de ninguna manera.—Me responde otra.—Pero me encanta la cocina.— Le digo yo, todo se ve delicioso.—Lo sabemos, su esposo nos lo advirtió, pero dijo también que debía descansar, el viene a almorzar con usted en un rato.— Me dice una tercera, veo la hora son las once, es cierto estoy cansadísima, siento que me pasaron un auto por encima.Subo a la habitación y me acuesto a dormir abrazando la almohada de Rio, su olor está impregnado en ellas y me relaja de un momento a otro quedo me quedo completamente dormida.Me despierta Rio con un beso, me estiro de forma perezosa y después se lo devuelvo.—¿Cómo te fue en la escuela.?.— Pregunta el quitándose la corbata.—Más o menos.— Le respondo, con sinceridad.—¿Descubriste a los responsables.?.— Pregunta.—Lo atacaron entre
Madison James—Usted también señor Li, es el hombre más guapo que he visto en mi vida.— Respondo con una sonrisa, lo único que me incomoda de esta noche es la presencia de mi familia allí abajo, la verdad es que si fuese por mí no vuelvo a hablarles nunca más en mi vida.—Tengo algo para ti, se que puede ser algo a veces hago las cosas al revés.— Me dice nervioso.—¿De qué se trata?.— Cuestiono Riéndome de su actitud, es extraño verlo asi, suspira de forma audible y abre una caja negra de joyería, dentro hay dos elegantes anillos de matrimonio.—Supongo que el orden de los factores no altera el producto.— Respondo, entregándole mi mano temblorosa, para que coloque en mi dedo anular la joya que simboliza nuestra unión.——¿Te gustan?, los podemos cambiar..— Pregunta, cuando tomo el anillo de él, y se lo coloco—Así están perfectos.— Le respondo, emocionada y le doy un pico, aprovecho para decirle –Te amo.— Viéndolo a los ojos, el parpadea como si no pudiera creerlo.—Te amo.— Repito, dá
Madison JamesNos despertamos a las diez de la mañana y porque Marco nos llamo preocupado porque no nos levantábamos.— ¿Qué sucede?—Pregunto pasándome la mano por la boca, se me escapo algo de baba mientras dormía ¡Qué vergüenza!—Es que no se levantaban, y estaba preocupado, los extrañe, no me dejen solo. — Me dice abrazándome.— ¡Tan lindo! Nuestro hijo se preocupa por nosotras, estamos bien, solo nos quedamos dormidos, el bebe no deja de patearme, creo que será futbolista. — Me quejo, ¡me duele todo! No sé en qué posición acostarme, no tenía idea que estar embarazada era tan agotador en el último trimestre—Los extrañe mucho pero, además tengo hambre. — Termina de completar, yo ruedo los ojos.—Tú siempre tienes hambre. — Me quejo, me levanto a asearme y hacer pis y Rio lo hace conmigo, de forma natural—Si quieres te acuestas otra vez luces agotada, yo les traigo el desayuno. — Me ofrece y ni corta ni perezosa accedo, no todos los días lo atienden a uno.—Pero que no lo haga Ama
Madison James—Rio sale de la piscina totalmente empapado y se para frente a mí, detallo el agua recorrer su esculpido cuerpo y se me seca la boca, quiero lamer las gotas que recorren su pecho con rumbo al sur.—Señora Li, no me vea de esa forma, puede meterse en serios problemas. — Advierte con voz ronca.— ¿Qué va a hacerme señor Li?— Pregunto viéndolo de forma descarada.—en ese momento me carga con cuidado.— ¿Estás loco, nos podemos caer?— Chillo y el entra de nuevo a la piscina con cuidado cargándome, el agua esta tibia, debí suponer que tenía algo para mantener una temperatura agradable.— ¿Siempre preguntas eso, no te cansas?— Me pregunta, burlándose de mí.—Cada día cuestiono mas tu cordura y la mía, tal vez deberíamos estar en un manicomio. — Respondo y él se ríe, no puedo mojarme más de lo que ya estoy.— ¡Son tan aburridos!— Se queja Marco que ha pasado varias horas jugando con Rio, el no es solo su papá es mi esposo también.—Señor, el señor Rodrigo James está en la puert
Madison James—Buenos días, señor Li, señora Li, soy el doctor Valente White, el médico tratante de los casos de envenenamiento, tengo el deber de informarles que se notifico a la policía de New York, para que dé con el o los culpables del intento de homicidio en contra de su esposa hijos y trabajadores——Se lo agradezco doctor.——Eso no es todo, también informarles que ese veneno causa daños severos en el hígado y los riñones, por lo que todos los afectados deben seguir una dieta estricta que les entregara el nutriólogo del hospital.—Muy bien doctor.— Dice Rio.—Todos los pacientes están siendo tratados de la mejor manera, pero el tratamiento de su esposa debe ser diferente, para no hacer daño al feto, además debe guardar reposo absoluto, para que el embarazo no se le adelante, debe permanecer en casa, sin agitarse o levantarse de la cama si no es necesario.— Sigue el doctor.Sin alterarse, me provoca reírme en su cara, ¡eso es imposible! Nada sale como quiero todo en mi vida es dir
Madison James—Marco estará muy decepcionado al ver que es una niña— Me dice Rio con una sonrisa.—Soñé mucho con una niña, para hacerle todo tipo de peinados.— Susurro encantada viéndola bostezar.—Creo que tendrás que esperar un buen tiempo para eso, porque es totalmente calva.— Se burla Rio de nuestra hija, haciéndome boquear indignada, tomo una almohada y se la lanzo por la cabeza.—Nunca pensé en hijos, y aquí esta, estoy aterrado.— Me confiesa.—Todo saldrá bien.— Le digo al verlo tan vulnerable, pense tantas estupideces cuando estaba pariendo, y es que tengo miedo del futuro junto al hombre que amo, no es fácil ser la señora Li.—Señor.— Toca la puerta uno de los guardaespaldas.—Adelante.— Responde Rio serio.——Encontramos un hombre cortándole los frenos a su auto, ya esta bajo las ordenes de la policía.— Me dice el.—¡No se cansan de atacarnos!.— Chilla el.—No descansaran hasta que estemos tres metros bajo tierra.— lloriqueo abrazando a mi hija contra mi pecho, amo a Marco,
Madison James—El la ve con adoración, Marco corta el momento tierno con una petición especial.—Puedes cocinar lo que quieras, pero no pizza no volveré a comer una pizza en mi vida.— Dice serio y yo me rio.—Sabes que no es culpa de la pizza, alguien coloca algo en ella, para hacernos daño.——Lo sé, pero solo la mención de ellas, me hace recordar todo lo que pasamos y lo feo que sentí cuando no podía respirar.— Me responde haciendo muecas de horror.—Okey, cocinare cualquier cosa, menos pizza.— Concedo y voy a la cocina a preparar una pasta con salsa boloñesa., estoy preocupada por Rio, sé que es un hombre, fuerte e inteligente pero no quiero que nada malo le pase allá afuera.—Todo en orden.— Dice Joseph, al entrar a la casa, imagino que después de hacer una ronda, me da risa, esto es como estar en el fin del mundo y más si no disponemos de ningún aparato electrónico para comunicarnos, porque por medio de un aparato de esos pueden rastrearnos.—¿Dónde está Rio?.—Cuestiono.—Esta con
Rio LiEstas tres semanas lejos de Madison no han sido fáciles para mí, la imagino en esa casa aislada y llorando, por la soledad, espero aprovechara el tiempo para hacer la pases con su padre.Entro al bar de mala muerte, donde se encuentra Nick, esnifando perico, con todo un equipo de agentes especiales del gobierno, esta vez no ira a una cárcel común y corriente, irá a una de máxima seguridad, donde su mamita ya no podrá sacarlo jamás y con una condena duplicada agravada por su fuga.—Suéltenme.— Chilla como una animal lastimado cuando los agentes le colocan las esposas sin siquiera leerle sus derechos.—Volverás a la cárcel de donde nunca debiste haber salido.— Le digo con una sonrisa que no me llega a los ojos.—¿Crees que con enviarme a la cárcel será suficiente?.— Me pregunta con una risa grotesca de alguien que está totalmente inconsciente a causa del efecto de las drogas y no es capaz de comprender la magnitud de lo que está pasando, apagan la música y encienden las luces qu