Madison James—Marco estará muy decepcionado al ver que es una niña— Me dice Rio con una sonrisa.—Soñé mucho con una niña, para hacerle todo tipo de peinados.— Susurro encantada viéndola bostezar.—Creo que tendrás que esperar un buen tiempo para eso, porque es totalmente calva.— Se burla Rio de nuestra hija, haciéndome boquear indignada, tomo una almohada y se la lanzo por la cabeza.—Nunca pensé en hijos, y aquí esta, estoy aterrado.— Me confiesa.—Todo saldrá bien.— Le digo al verlo tan vulnerable, pense tantas estupideces cuando estaba pariendo, y es que tengo miedo del futuro junto al hombre que amo, no es fácil ser la señora Li.—Señor.— Toca la puerta uno de los guardaespaldas.—Adelante.— Responde Rio serio.——Encontramos un hombre cortándole los frenos a su auto, ya esta bajo las ordenes de la policía.— Me dice el.—¡No se cansan de atacarnos!.— Chilla el.—No descansaran hasta que estemos tres metros bajo tierra.— lloriqueo abrazando a mi hija contra mi pecho, amo a Marco,
Madison James—El la ve con adoración, Marco corta el momento tierno con una petición especial.—Puedes cocinar lo que quieras, pero no pizza no volveré a comer una pizza en mi vida.— Dice serio y yo me rio.—Sabes que no es culpa de la pizza, alguien coloca algo en ella, para hacernos daño.——Lo sé, pero solo la mención de ellas, me hace recordar todo lo que pasamos y lo feo que sentí cuando no podía respirar.— Me responde haciendo muecas de horror.—Okey, cocinare cualquier cosa, menos pizza.— Concedo y voy a la cocina a preparar una pasta con salsa boloñesa., estoy preocupada por Rio, sé que es un hombre, fuerte e inteligente pero no quiero que nada malo le pase allá afuera.—Todo en orden.— Dice Joseph, al entrar a la casa, imagino que después de hacer una ronda, me da risa, esto es como estar en el fin del mundo y más si no disponemos de ningún aparato electrónico para comunicarnos, porque por medio de un aparato de esos pueden rastrearnos.—¿Dónde está Rio?.—Cuestiono.—Esta con
Rio LiEstas tres semanas lejos de Madison no han sido fáciles para mí, la imagino en esa casa aislada y llorando, por la soledad, espero aprovechara el tiempo para hacer la pases con su padre.Entro al bar de mala muerte, donde se encuentra Nick, esnifando perico, con todo un equipo de agentes especiales del gobierno, esta vez no ira a una cárcel común y corriente, irá a una de máxima seguridad, donde su mamita ya no podrá sacarlo jamás y con una condena duplicada agravada por su fuga.—Suéltenme.— Chilla como una animal lastimado cuando los agentes le colocan las esposas sin siquiera leerle sus derechos.—Volverás a la cárcel de donde nunca debiste haber salido.— Le digo con una sonrisa que no me llega a los ojos.—¿Crees que con enviarme a la cárcel será suficiente?.— Me pregunta con una risa grotesca de alguien que está totalmente inconsciente a causa del efecto de las drogas y no es capaz de comprender la magnitud de lo que está pasando, apagan la música y encienden las luces qu
Madison JamesDespués del golpe tan fuerte que me dio el desgraciado de Aron despierto, desorientada con las risas de el y los llantos de mi hija.—Hola bella durmiente, hasta que decides acompañarnos a la fiesta, por un momento creí que se me había pasado la mano y no despertarías.— Me dice abro y cierro mis ojos, no sé en qué momento me llevo a la sala, pero estoy allí, en el suelo al girar mi vista mi padre y Marco están atados de manos y amordazados.—¿Por qué haces todo esto, yo no te he hecho nada?.—Pregunto entre lagrimas.—No llores voy llorar, señora Li, no tengo nada en contra de ti ¿Qué te hace pensar eso?.— Me pregunta.—¿Por qué haces todo esto?.— Pregunto intentando ponerme de pie, para ir por mi bebe, que continua llorando en la canastilla.—Veraz, no todo gira en torno a ti, ni en la venganza ni nada de esto, lo mío es más simple de lo que crees.— Me confiesa acercándose a mi cara.—¿Qué es lo que buscas?.— Pregunto con voz temblorosa.—Esa es la pregunta del millón de
Rio Li,Hacemos descender al helicóptero a medio kilometro de la casa, para no alertar a Aron, nos movemos a través de el espeso bosque con lentes de visión nocturna, estamos armados hasta los dientes, ese tipo lamentara haberse metido conmigo, somos solo seis hombre, pero tienen el mejor entrenamiento.Apenas entro lo hacemos apuntando por todos lados, pero lo único que encontramos es a Damián, sentado en el sofá con una nota en la manos.“Nos vemos pronto jefe, el valor de su familia acaba de aumentar, ¿Cómo se le ocurre hacerme una emboscada”Siento que soy aquel muchacho que golpearon hasta dejar al borde de la muerte, siento que toda mi vida se escapa de mis manos y no puedo hacer nada para evitarlo.—La encontraremos.— Me dice Andrew, dándome, unas palmadas en el hombro.—Te la llevaste de mi lado y no eres capaz de protegerla.— Me dice Damián y no respondo nada, el tiene razón.—No entiendo, que carajos te vio, nunca me acepto como hombre, pero tu no te la merece, ni mereces su
Aron Carter—Hola maldita.—La saluda Ámbar con una sonrisa arrogante.—¡Eres una traidora!.— Le grita Madison, interesante, me siento a ver la pelea de gatas, me encanta.—¡Nunca, la única traidora acá eres tú, que lo entregaste parra que lo mataran, una vez y no conforme con eso huiste el guardaespaldas.— Le dice Ámbar de forma arrogante, me encanta cuando la gente les dice sus verdades a los que se creen perfectos.—¡Callate!.— Chilla Madison sin argumentos.—¿Quién me va a callar tú?.— La desafía Ámbar, el padre balbucea cosas que no podemos entender ni nos importa y el niño llora, al ver alterada a Madison, No tengo palomitas pero destapo una bolsa de papas fritas para disfrutar el espectáculo.—Y tu eres una envidiosa, porque con todo lo que hice, Rio es capaz de quemar el mundo por mi.— Se burla Madison aun en desventaja, Ámbar un punto, Madison un punto.—¡Te odio!.— Grita ardida Ambar y avanza hasta Madison con la mano levantada y la detengo—Nena, no arruinas mi mercancía.—Le
Brandon —Ayuden.— Les grito a los dos matones que contrate y cuando levanta el arma para dispararle a la mujer, Aron le vuela la cabeza a uno de ellos. —¿Qué demonios haces?.— Le pregunto lleno de rabia conociendo perfectamente la respuesta —¿No es obvio?.— Se burla él, le disparo en el pecho y el pone cara de dolor pero no hay sangre, la mujer no deja que lo terminemos de liquidar, porque nos da una buena pelea ¡somos cuatro en contra de ella!.— —Ese no era el trato, no debías comenzar sin nosotros Paola.— Le dice el mismísimo Rio entrando en acción. —¡Malditos!.— Chillo y disparo, todos comenzamos a disparar, pero se nota que ellos están entrenados, no conforme con eso entran al menos cinco tipos más, los primeros en caer son los matones, cuando hieren a Alexander en la cabeza, veo rojo de la rabia, estamos siendo sometidos fácilmente ¡todo fue una m*****a trampa! —Sin embargo una de nuestras balas logra alcanzar a Li, pero continua disparando como si nada le doliera. Eran ell
Rio Li—Damián no dice nada, y tiene la vista perdida en el mar.No puedo estar triste por él, porque solo uno de los dos podía quedarse con Madison que va pegada a mí como una garrapata buscando seguridad y calor, y por el otro lado esta Marco también abrazándome, yo llevo a Aurora en mis brazos aunque me duele un poco, nada ni nadie va a hacer que la suelte, casi no he compartido con ella, y ahora está completamente dormida y más grande de la última vez que la vi.—Me hiciste mucha falta. — Gimotea Madison, y yo le doy un beso en la cabeza, esta demacrada, se ve que la ha pasado mal.—Cuando llegamos al muelle, Damián se queda en la embarcación— No vemos luego. — Dice serio sin voltear.—Gracias por venir a rescatarme. — Susurra Madison y el asiente sin decir una palabra.— ¿Nos veremos algún día?— Sigue preguntando ella, y yo quisiera que dijera que no, pero él responde—Tal vez. —Tengo todo lo que nunca soñé, o tal vez si lo soñé pero me sentía culpable al atreverme a hacerlo, des