— ¿Estás segura sobre la decisión que estás tomando, Mariana? —pregunta Ángela, con voz suave.Mariana mira hacia abajo, su voz apenas audible.— ¿Qué decisión tomarías tú si te violan y quedas embarazada? —dice Mariana, con lágrimas en los ojos—. No quiero tener ese recuerdo. No puedo tener un hijo así, no de esta manera.Ángela mira a Nikolai, que se mantiene callado, sin saber qué decir. Luego se vuelve hacia Mariana.— Mariana, entiendo que esto es muy difícil para ti —dice Ángela—. Pero ¿has pensado en todas las opciones? ¿Has considerado que ese hijo podría ser un símbolo de esperanza y resiliencia?Mariana sacude la cabeza.— No, Ángela. No puedo verlo de esa manera. Solo veo el dolor y la violencia que me han hecho —dice Mariana, con voz temblorosa—. No quiero que mi hijo crezca sabiendo que fue concebido de esa manera.Ángela asiente, comprendiendo.— Entiendo, Mariana. No te juzgo. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que decidas —dice Ángela—. ¿Qué
— Disculpa, ¿has visto a mi novio y mi amiga? — preguntó Ángela a la dependienta.Su mejor amiga, Mariana, y su prometido James la acompañaban en esta experiencia especial. Ángela se sintió afortunada de tener a las dos personas más importantes de su vida a su lado.Después de probarse varios vestidos, Ángela se decidió por este modelo de encaje y seda. Salió del probador en busca de su prometido y su mejor amiga.—Lamentablemente no—le respondió la chica tomando el vestido—este entonces.—Este es el vestido perfecto—exclamo Angela entregándole su vestido de matrimonio a la dependienta—no los veo.Volvió Angela a musitar preocupada porque los dos estaban perdidos.— Lo siento, no los he visto — respondió la chica —. La boutique es bastante grande, tal vez están en otra sección.Ángela comenzó a buscar a Mariana y James por toda la boutique, llamándolos suavemente. Finalmente, los encontró en la sección de probadores.Al acercarse, escuchó un ruido sospechoso proveniente de uno de los p
Ángela abrió los ojos lentamente, encontrándose en una habitación desconocida. Estaba acostada en una cama grande y cómoda, rodeada de sábanas suaves. Su cuerpo le dolía por todas partes, pero su mente comenzaba a aclararse.Recuerdos fragmentados surgieron en su conciencia: la infidelidad de James, su novio prometido, con su mejor amiga Mariana. Las lágrimas brotaron de sus ojos al recordar el dolor y la traición.Pero otro recuerdo la sacudió: las luces del accidente, el sonido del choque. Se sentó de golpe en la cama, ignorando el dolor que la recorría. Su corazón latía con fuerza.Miró alrededor, intentando ubicarse. La habitación era elegante, con muebles de lujo y una ventana grande que dejaba entrar la luz del día. Pero no reconocía nada.—¿Dónde estoy? —se preguntó en voz alta.Buscó su reflejo en un espejo cercano. Su rostro estaba magullado, pero no demasiado dañado. Su cabello rubio estaba despeinado, y sus ojos verdes parecían cansados.Ángela se levantó de la cama, sintie
—Estás loco —dijo Ángela, su voz temblorosa—. ¿Quieres que sea tu prometida? ¿Después de todo lo que acaba de pasar?Se alejó de él, intentando procesar la propuesta. Sentía como si el mundo se hubiera vuelto del revés.—No puedo creer que me estés pidiendo esto —dijo, su voz llena de incredulidad—. ¿Qué hay de mi novio? ¿Qué hay de la traición que acabo de sufrir?Nikolai se levantó y se acercó a ella, su mirada intensa.Ángela siente un escalofrío al ver a Nicolái. Su corazón late con fuerza y su respiración se vuelve agitada. La mirada intensa y profunda de Nicolás la hace sentir como si estuviera siendo absorbida por sus ojos.Su altura y presencia imponente la hacen sentir pequeña y vulnerable, pero de alguna manera, eso la hace sentir segura y protegida. Su voz es suave y profunda, y cada palabra que dice parece envolverla en una sensación de calor y confort.—Eso es exactamente lo que quiero —dijo—. Quiero que olvides a James y te concentres en mí. Quiero que seas mía.Ángela s
—Quiero que sufran—exclamo Angela con voz temblorosa.Ángela se quedó parada en el medio del salón, mirando el espacio vacío que una vez estuvo lleno de recuerdos y objetos queridos. Nikolai se acercó a ella, sirviéndole un trago de la licorera que aún quedaba en la estantería.— Me engañaron, me mintieron, se burlaron de mí y, para colmo, me robaron vilmente — dijo Ángela, su voz llena de rabia y dolor.— No te preocupes, Ángela. Te ayudaré a recuperar lo que te han quitado. Y más que eso, te ayudaré a hacer que ellos paguen por lo que te han hecho — respondió Nikolai, mientras le entregaba el trago y le limpiaba las lágrimas con suavidad.— Quiero que ellos lloren y sufran como yo estoy sufriendo — dijo Ángela, clavando sus ojos en los de Nikolai.— Estoy contigo, Ángela. Juntos, vamos a hacer que James y Mariana paguen por su traición — aseguró Nikolai, con una sonrisa fría.— Sí, juntos vamos a hacer que ellos sufran. Y no habrá piedad — afirmó Ángela, con una sonrisa de venganza.
—Que turbio todo—dijo el mejor amigo de Nikolai.Nikolai estaba en una elegante tienda de ropa íntima y vestidos, escogiendo lencería para Ángela. Hablaba por teléfono con su amigo, Vladimir, quien estaba en su oficina.— Estás seguro, ¿verdad? — preguntó Vladimir a través del teléfono.— Sí, ella es la mujer perfecta — respondió Nikolai, sonriendo mientras elegía un conjunto de encaje.— Pero es la ex novia de James — dijo Vladimir ya que su amigo le conto lo que paso con Angela y sabe todo sobre su amigo Nikolai.— Por eso es perfecta — dijo Nikolai, su voz llena de confianza.Vladimir se rió.— Solo tú podrías pensar así, Nikolai — dijo.Nikolai se encogió de hombros, aunque Vladimir no podía verlo.— Ella merece alguien que la trate bien, y eso soy yo — dijo.El vendedor se acercó.— ¿Necesita ayuda, señor? — preguntó.Nikolai negó con la cabeza.— No, gracias. Ya tengo lo que necesito — respondió.Vladimir habló de nuevo.— Bueno, te dejo. Suerte con Ángela — dijo.— Gracias, ami
La noche era oscura y misteriosa, iluminada solo por las luces de la ciudad que brillaban como estrellas en el horizonte. Nikolai conducía con habilidad y precisión, su mirada fija en la carretera mientras Ángela se sentaba junto a él, su vestido rojo intenso resplandeciendo en la oscuridad.El vestido tenía una abertura en el lado izquierdo, que revelaba una parte de la pierna de Ángela. Nikolai no pudo resistir la tentación y extendió su mano para acariciar suavemente su piel. Ángela se tensó, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.— ¿Estás bien? — preguntó Nikolai, su voz baja y suave.— Sí, solo estoy un poco nerviosa — respondió Ángela, su voz apenas audible.Nikolai la miró, su expresión inquisitiva.— ¿Te estás arrepintiendo? — preguntó.Ángela negó con la cabeza.— No, quiero hacer esto — dijo, su voz firme —. Solo que no tengo control de la situación y no sé qué va a pasar.Nikolai sonrió.— No te preocupes, estoy aquí para ti — dijo.Ángela respiró profundamente, recor
—¿Que quieres? —exhorto Angela enojada.James se acerca a Ángela, su rostro reflejando ira y celos, sus ojos entrecerrados y su mandíbula tensa.— ¿Qué estás haciendo con mi primo, con ese desgraciado? — pregunta, su voz llena de veneno y desprecio, su tono elevado.Ángela sonríe, disfrutando de la reacción de James, su corazón latiendo con fuerza por la satisfacción de verlo enojado. Su mirada se cruza con la de James, y puede ver la rabia y la frustración en sus ojos.— Lo mismo que tú hiciste con mi mejor amiga — responde, su tono sarcástico y desafiante, su voz llena de ironía.James se tensa, su cara tiembla de rabia, su rostro rojo de ira. Su respiración se vuelve agitada, y su pecho sube y baja con fuerza.— ¿Te crees que esto es una venganza? — pregunta, su voz elevada, su tono acusatorio.Ángela se encoge de hombros, su sonrisa aún presente en su rostro. Siente una sensación de poder y control, sabiendo que está sacando a James de sus casillas.— No, James. No te creas tan im