Peter pidió al forense descubrir el cuerpo de Carol antes de ser cremado y enviado a su país de origen. Tyler fue encontrado herido de gravedad en una de las zonas montañosas, muy cerca de su vehículo, el cual fue abandonado en plena carretera. Delante del auto, otro más pequeño con un triángulo via
El perfil pálido de Carol enfrentaba al rubio. Gracias a las técnicas de conservación, aún podía inspeccionarse, pero él no fue allí para eso y tampoco únicamente para su cremación y traslado. Sintió la necesidad de mirarla en ese estado, un cuerpo sin vida, sin alma, que le dio una hija que le espe
Peter vio apenas el corto recorrido de B.J hacia el interior de aquella edificación ubicada en las montañas. Segundos después la imagen se estabilizó, B.J la acomodó de tal manera que Peter pudiese verlo todo sin interferencias. El rubio reconoció a otro de los agentes allí presentes, alguien que s
—Trabajas para Tarsis —dio por hecho—. ¿Desde cuándo? —No trabajo para él, pero ese imbécil barbudo que jodió a tu compañero sí y vino hasta acá a ofrecerme dinero para participar en ese asesinato, solo debía llamarlo para que viniera, a sabiendas de que aún seguía investigando el desastre que dejó
—Adelante, proceda y disculpe. —Salió de allí y se encontró fuera de la medicatura con uno de los escoltas que le acompañó en el hotel allá en Turquía. —¿Pilar y los niños? —En la casa, señor. Todos bien. —¿Ella piensa que me fui? —Sí, señor. —Asegúrate que las cenizas lleguen a La Ciudad. Entr
En Londres, un día después de B.J sacarle toda la información posible al hermano de la exagente Carol Herly, específicamente en la noche, Maximiliano Bastidas y Carla Davis se encontraban dormidos dentro de su apartamento, aunque no el que solían usar como vivienda junto a su pequeña Linda. El piso
—Max, siento contactarte a esta hora —se disculpó Peter. Maximiliano notó su sombrío semblante, aunque también cansancio, como si no hubiese dormido en días. —Esperemos a George, ya debe estar por conectarse —anunció el agente. El abogado George J. Miller se encerró en el despacho de su apartamen
Max frunció mucho sus cejas y se inclinó hacia delante. Los labios de George se separaron y pensó haber pronunciado un "¿Cómo dices?" que realmente nunca salió de su boca. —Desde ese entonces, J.T y yo no hemos parado de indagar en jodido dato. Y lo que hemos descubierto no sé si tiene que ver con