Carla Davison de Bastidas viajó con su marido hacia Grecia, acompañados por George J. Miller. Su hija, Linda, se quedó en casa de la tía Lenis allá en La Ciudad. Lenis, quien por cuestiones de trabajo y la crianza de su pequeño Lian, le fue imposible viajar. La notica del secuestro de la pequeña Vic
—Esto que sucedió jamás hubiese ocurrido de yo no vivir allí. ¿Sabes lo que significa que los hombres de Karlos Tarsis no entraran nunca a Chora? Solo vigilaban desde el muelle, desde las distancias. Siempre intuí que aquellos rostros siempre barbudos y desconocidos que llegaban en ferri, hacían poc
Carla no movió un solo músculo. Pilar continuó: —¿Crees que Carol hubiese logrado todo ese desastre y esa locura sin el apoyo de Tarsis? Sin el aprovechamiento de Tarsis, es mejor decir. Ella llegó a mí gracias, una vez más, a “mi querido cuñado”. Una vez más… ¡Una vez más! —Secó una furtiva lágrim
—Así sí entiendo porque lo llamas regalo. —Exacto , amiga: es la vida dándonos golpes y regalos al mismo tiempo, con la misma cantidad, en la misma medida. Se escuchó un ruido en la puerta principal. Las mujeres se asomaron, eran los hombres que en varias ocasiones mencionaron en su larga conversa
Mireya no supo cuántas horas pasaron, cuántos minutos o el tiempo exacto desde que esa terrible hoja escrita a mano le informara de la manera más sombría que su gemela estaba muerta, pero fue el frío y duro suelo creando molestia, el llanto teniendo que amainar y las esperanzas de que esa realidad r
Todos se encontraban en la mesa en pleno almuerzo al día siguiente de la conversación entre Peter y Pilar. De nuevo se reunían, aunque faltaban Lenis, Gilbert, su pequeño hermano Lain; Seda, la madre de Max, Linda, su nieta; hasta la secretaria de George, Maggie, con quien, en su tiempo de casada, P
—¿Qué pasará con Carol? —indagó ella, despegándose de él, aunque sin apartarse demasiado. Pudo ella ver la piel de la mandíbula de Peter moverse. —Su cuerpo será repatriado, pero no se hará rápido. La policía griega y departamentos antiextorsión se encargan. Pilar le miró con tristeza y se separó
Peter se lo dijo ya en el aeropuerto, que el destino no sería Atenas. Pero él no se lo dijo a Pilar de forma literal, ella se dio cuenta de otra manera. Ella había creído haber aceptado comunicarse con su hermana desde la capital, así aprovecharía para reestructurar un horario de trabajo que siempr