Se despegaron y Lenis limpió una lágrima de su amiga con delicadeza. —¿Te está dando el coñazo? —Inclinó su cabeza hacia el pasillo de habitaciones, indicándole así que hablaba del rubio. Pilar exhaló profuso aire. —Necesitaré tu botiquín de primeros auxilios. Al cabo de un tiempo muy breve,
La puerta se cerró por dentro. Pilar de inmediato, se sentó sobre la tapa del inodoro y exhaló, tratando de que la tensión de su cuerpo se evaporara poco a poco. «Es demasiado abrumador, esto es demasiado para mí», se decía la enfermera. Afuera, el desayuno-almuerzo fue apoteósico, algo que no se
—Uno de los hombres que aprensamos en Turquía habló. —La voz de B.J se filtraba por el altavoz del móvil de Peter—. Por fin confesó haber trabajado para Tarsis, según él, desde hace poco tiempo. Dijo saber dónde estaba. Alegó que en Bulgaria. He investigado y efectivamente una empresa de bienes raíc
El rubio asintió y marcó otro número. —Señor. —Actualización. —El avión Bastidas va de regreso a Londres sin contratiempos. —¿Y el resto de la ayuda? —Ha llegado a destino, pero el hospital no ha pedido más y ha desviado insumos restantes a refugiados en Atenas y en el interior del país. —Bien
Pilar terminó de empacar, no se encontraba sola. Dejó a su hijo en el cuarto del bebé Lain mientras Carla y Lenis la acompañaban, viendo cómo acomodaba las pocas cosas que llevó. —¿Por qué lo hiciste? —La pregunta de Carla paralizó todo. El tono de voz destiló confianza y no juicio, sin embargo,
No quiso abrirlo en el carro. Después de Peter irse al trabajo, ella salió, buscó el paquete y llegó con él en brazos, alargando el momento de destapar esa pequeña caja. Casi sin respirar, atrajo hacia sí el famoso paquete y lo abrió, revelándose lo que ya sabía: un teléfono celular. Pilar apretó
Peter buscó a Pilar después de la reunión con sus amigos, pero supo que hablaba con las chicas, así que no quiso interrumpir. Buscó a sus hijos y al entrar al cuarto de Lain, encontró a Victoria y a Piero dormidos en una misma cama-cuna. Le pidió a la niñera un momento a solas. Después de ella salir
—Ya tenía una oferta de trabajo aquí, vi la posibilidad y no lo pensé dos veces. Eso fue todo, no es nada que tenga que ver con una amenaza, no escapé de algo en específico. Esa muerte fue muy horrible y lamentable, no quise quedarme más tiempo rodeada de todo eso y que ese suceso comprometiera mi c