–Hmnmm – dando media vuelta para marcharse pero antes toma la mano de Defne – ¿vamos?–Vamos alteza – dando una sonrisa – mi señor…–Vendré a verte a ti y a nuestra hija más tarde–Esperaré por la visita de mi señor – haciendo una reverencia mientras se marcha…–Ya sabes Ceren, tienes hasta el mediodía – marchándose en medio de reverencia– ¡Alteza! ¡alteza espere! – mirando a las demás esposas y consortes – ¡¿Qué me ven?! ¡deberían apoyarme! ¡yo puedo ser muy generosa si soy la sultana!–Ceren… ¿Qué opinaría su majestad de enterarse de esto?–Ayaz…–Ve por tus cosas, no quiero ver tu presencia, ni tampoco darme cuenta de que quieres sublevar a mis bellas criaturas en contra de su alteza – mirando a los demás consortes y esposas – mis bellas criaturas ¿Qué opinan del ofrecimiento de esta mujer?–Nunca fallaríamos a su majestad, nuestra lealtad es al sultán Aguas Negras – diciendo todas en coro– ¿Ves? Ahora ve por tus cosas…….–¡No es posible! – totalmente boquiabierta al ver que en
Aysa se sonroja de golpe, y lleva sus manos a su carita para tapar su terrible sonrojo, Berat se acerca y toma sus manos para besar de forma dulce y delicada sus labios, el beso es correspondido con la misma ternura, así que lleva sus manos al rostro del joven y lo acuna con cariño, al separar sus labios da un tierno beso en la frente del joven.–Si su alteza no quiere, no tiene por qué sentirse presionada–Acemi – totalmente rojo – yo quiero – volviendo a tapar su carita – “si no te veo, tú tampoco me ves”–Entonces – acercándose y descubriendo el rostro de Aysa – su alteza deberá perdonarme por mi atrevimiento– ¿Eh? ¿atrevimiento? – viendo como Berat se coloca de pie, la ayuda a levantarse de aquella manta, para luego girarla y hacer que su espalda choque contra su pecho – ¿Acemi?–Alteza me he contenido por respeto a usted, pero al menos quiero tener la oportunidad de verla sin tanta ropa molesta – haciendo sonrojar a Aysa, hace a un lado su largo cabello y mientras besa el cuello
Sus cuerpos se rozan creando una fricción placentera, ya han llegado varias veces al clímax manchando las claras aguas con sus esencias, mientras que Berat solo acaricia y disfruta del cuerpo virgen de su prometida.Al culminar, ambos están abrazados, acariciando los labios contrarios, y verdaderamente satisfechos, y Aysa ha empezado a contar las horas para poder estar al lado de Berat y entregarse por completo a su hombre…….–Mi señor – acercándose junto con su pequeña hija quien duerme succionando su mano– ¿Cómo está ella? – bajando la vista y acariciando la cabecita de su hija–Nuestra hija está mejor mi señor – haciendo una reverencia – los cuidados dejados por el médico real y las hiervas que nos dio su alteza han ayudado a mi Aiyla – arrullando con cariño a su hija–Ven conmigo – llevando a la joven de la cintura hasta unas sillas debajo de un árbol frondoso – ¿Cómo te has sentido tú?– ¿Eh? – dedicando una mirada a Zeheb quien simplemente la observa con esos ojos dorados tan
–Lo…lo sé…pero entonces ¿Por qué me duele? – sonrojada–Porque estás enamorada, te has enamorado del sultán – dando una sonrisa – no te preocupes Adalet, tú serás la primera para Zeheb, además tendrá consideraciones contigo, llamará a alguna de sus consortes para dejarte descansar, sin mencionar que tal vez no te deje descansar después de casados – cubriendo su risa con sus manos–Alteza – totalmente rojaPero la atención de ambos jóvenes se dirigen hacia la bebé que ha empezado a llorar y a moverse, así que en el acto Adalet entrega a la bebé a su nodriza, y pide a las demás nodrizas que lleven a los niños con sus madres, las jóvenes asientan y llevan a los niños con sus madres, pero la joven se queda con el pequeño Ediz quien se aferra a su falda y se niega a irse con su nodriza, así que con el mayor de los cuidados lleva al niño hasta su habitación lo acuesta en aquella cama, arropa y deja dormitando dulcemente, mientras sale y se dirige hacia el jardín del harén en donde retoma su
– ¿Cómo te atreves a hablar de ese modo sobre mi hermana?–Excelencia, ese ramera ha pasado la noche con el sultán, ha faltado a nuestros dioses y a las tradiciones de nuestro sultanato– ¿Y tú quién demonios eres?–Soy la favorita de su majestad, la madre de su primogénito, la verdadera sultana–Ah ya entendí, con que tú eres esa molestia llamada Ceren – colocándose de pie y acercándose a la mujer que ha quedado en shock – las doncellas de mi hermana fueron muy amables al hablarme de ti–Excelencia…–Además si fueras la favorita de Zeheb ¿Qué haces fuera del harén?–Yo…yo…excelencia me ofrecí a servirle– ¿Me crees estúpida? Hasta yo sé que una mujer del harén no tiene permiso de servir a otros que no sean su señor, ¿crees que te voy a creer? Eres una relegada, porque no aprendiste cuál es tu lugar, puedes ser la madre del primogénito del sultán, pero el verdadero heredero saldrá del vientre de mi hermana– ¡Eso nunca pasará!–Atrévete a lastimar a mi hermana y te desollare viva ¿ent
–¡Adalet! – llegando a la entrada del oasis – ¡divídanse y encuentren a Adalet! ¡al maldito que la tenga lo quiero vivo! – sus hombres hacen una reverencia y se dividen para buscar a la jovenZeheb se adentra teniendo a dos de sus mejores arqueros a caballo y a su futura cuñada, llaman de forma desesperada a Adalet, aquel hombre escucha los gritos toma a la joven en brazos y se esconde detrás de unos arbustos, aún no ha logrado su cometido dado que primero disfrutó de tocar y besar a la joven hasta hartarse, la joven despierta al escuchar los gritos de Zeheb y de su hermana y empieza a forcejear con el hombre para que la libere.–¡Suélteme!– ¡Quédate quieta, maldita ramera! – recibe un fuerte golpe en su rostro lo que hace que suelte a AdaletAdalet intenta salir corriendo, pero el hombre la toma del brazo, le golpea su rostro y la aprisiona contra un árbol, sube su camisón hasta sus caderas y rápidamente se baja sus pantalones.–Quería ser tierno, porque seguramente eres virgen – ta
–Adalet…–Zeheb, lo siento…dejé que otro hombre me tocara – dejando salir más lágrimas – ya…ya…ya no te vas a casar conmigoZeheb se acerca toma del brazo a Adalet y la hala para darle un abrazo dejando a la joven pasmada.–¿Quién ha dicho eso? – acariciando el largo y bello cabello de la joven – los preparativos no se han cancelado– ¿Eh? – levantando su carita y recibe un tierno beso en los labios – ¿Zeheb?–Ese hombre no logró lo que quería, la diosa del viento te ha cuidado – secando los ojitos de Adalet – todo sigue marchando, tú serás mi sultana tal y como los dioses lo desean – mirando ese brillo en los ojos verdes de Adalet–Zeheb – escondiendo su carita entre el pecho del sultán – tuve miedo…–Tranquila – acariciando la espalda de la joven y su cabeza para darle seguridad – lo que importa es que estás a salvo – alejando un poco a Adalet – tengo algo que hacer, pero volveré contigo– ¿Eh? ¿vas a quedarte acá? – Zeheb asienta con su cabeza, haciendo sonrojar a Adalet – está bie
–Vamos a tu habitación – ofreciendo su mano a la joven quien la tomaAl llegar el sultán lleva a la joven Adalet hacia el enorme diván que hay en la habitación, toman asiento y Zeheb empieza a contar a Adalet que Ceren siempre le molestó cuando una mujer de su harén anunciaba un embarazo, pero cuando Ayaz anunció que Defne estaba esperando fue lo que colmó la paciencia de la mujer esa, y todo porque odia a muerte a la joven, solo por ser la favorita del sultán.–Cuando Ayaz me comunicó que Defne estaba esperando, me sentí satisfecho llevaba tiempo llamándola a mi lecho porque de verdad quería un hijo de ella– ¿La quieres mucho?–Crecimos juntos, era con quien solía meterme en problemas y siempre nos castigaban a ambos – viendo una sonrisa en la joven – cuando fui coronado y se me trajeron a las doncellas para mi harén ella estaba en el grupo–Ya veo… ¿de quién era hija?–De un noble, por eso estaba en el harén, desde que vi que pertenecería a mi harén me aseguré de que tuviera lo mej