La reacción de los gemelos despertó la suspicacia de muchos de los presentes, sin embargo esto no pasó de mera curiosidad para la mayoría. Jessica enderezó su espalda y compuso su mejor cara de mujer poderosa, elegante y altiva, destilando un aura de total confianza.
Pocos minutos después se vio rodeada de un nutrido grupo de personas, de las cuales no conocía la mitad y a las que no podía prestar atención porque, de un modo incomprensible, los gemelos parecían dos chiquillos que han recibido el mejor regalo de navidad, y no dos adultos que estaban más cerca de los treinta de lo que parecía.
Los gemelos mayores se sumaron a la jauría Ward ―así le pareció a la latina por un instante―, eso incluyó a sus dos mujeres, Holly la rubia y Emily la castaña rojiza. Estas la saludaron con bastante cariño, elogiando su hermoso vestido. Wallace y Will mantuv
Gregory había vivido un infierno los últimos meses, de los cuales, se estaba recuperando desde hacía apenas dos semanas atrás. Se debatía entre dos personalidades: la deprimente autodestructiva y la irascible autodestructiva; fuese cualquiera la que tomara el control en su ser, la autodestrucción estaba presente, porque siempre terminaba culpándose a sí mismo de lo sucedido.Estaba inmerso en su espiral de locura, bebió el alcohol que nunca consumió en toda su vida. Lloró como un miserable, oculto en el camarote de su bote; vio amaneceres neblinosos desde la ventana de su cuarto, sumido en horrorosos dolores de cabeza por las largas noches de insomnio… en fin, vivió un crudo despecho que lo secó por dentro.Durante esos días oscuros esquivó a Elsie, ella lo buscaba con preguntas que él no podía responder y con solicitudes a las cuales no iba a d
Volver a la fiesta era una necesidad, sin embargo, no tenía fuerzas para volver. Jessica salió del baño, y se encaminó de regreso a la escalera, pero en vez de bajar, se sintió tentada a recorrer el lugar, de ese modo podría calmarse un poco, regresar a su centro y retomar el control perdido gracias a ese condenado Vikingo. En perspectiva, todo lo que se consumaba con esa intensidad se hacía en un corto tiempo y tenía la seguridad de que no había pasado más que media hora, lo cual no era descortés, tomando en cuenta que podía alegar que estuvo hablando con algunos invitados o recorriendo la hermosa mansión. No le importaba dónde estaba Greg en ese momento, a fuerza de voluntad, sus emociones respecto a él estaban cerradas a cal y canto, hasta que estuviera en la intimidad de su habitación de hotel. Suspiró, deteniéndose a mirar un hermoso cuadro de cinco niños, cuatro de cabellos oscuros y uno rubio. ―Nos fue difícil mantenernos quietos el tiempo sufi
Jessica se incorporó a la fiesta de nuevo, solo que esa vez se fue derecho a la barra del salón y pidió un trago.―Jessica Medina ―la llamo una voz masculina.―Leon Allen ―reconoció, girándose a verlo.―No pensé que fueses a venir ―dijo él, colocándose a su lado―. Whisky, por favor ―pidió al camarero.―Mi primo me convenció de hacerlo, no es bueno hacerles un desaire a los socios ―explicó con tranquilidad.―Mucha razón ―aceptó el hombre maduro con frialdad. Recibió su trago y se alejó―. Hasta luego.La latina lo vio marcharse sin decir nada, ella bebió su vaso de bourbon y pidió uno más. En ese momento Frederick bajaba las escaleras acompañado de su abuela, que se prendía a su brazo con firmeza. Sonrió ante la imagen, Olive era una dama de armas tomar, así que concluyó que lo mejor e
La mañana del cinco de junio Greg acompañó a Jessica al aeropuerto. Después de su súplica bajo la ducha, ella accedió a intentarlo, con la condición de que no iban a atarse el uno al otro debido a la distancia y la situación familiar.Al principio el rubio refunfuñó al respecto, la idea de que su Valkiria tuviera el camino libre para estar con otros hombres no le gustaba ni un poco, pero aceptó porque en resumen acordaron ser amigos sexuales con posibilidades a algo más.Un tórrido beso en la puerta de abordaje fue la despedida, Jessica le comentó medio en broma que de haber sabido que la iban a pasar tan bien habría hecho una reservación hasta el domingo.―Entonces, quédate ―le sugirió el Vikingo al oído. Acariciando el pabellón de la oreja con su nariz.―No puedo ―contestó ella, dándole un corto beso e
A pesar de que el panorama de Ward Walls se pintaba razonablemente bueno, una tormenta se empeñaba en formarse. Era obvio que la Torre Medina ―como terminaron llamando al nuevo proyecto en definitiva― iba viento en popa, en especial con las confirmaciones de los estudios topográficos y también los permisos de construcción. Tener el aval de ciertos nombres detrás de ellos funcionaba; aún no se acostumbraban al hecho de que Jessica tuviese tantos contactos.No obstante, del otro lado del mundo, comenzaban a presentarse los inconvenientes. La urbanización en Madrid, que desde el principio pareció buena idea, continuaba saltando frente a ellos con un nuevo problema. Al principio eran cosas sencillas, pero tras cinco meses de procesos y haber inyectado capital, ni siquiera habían comenzado a remover la tierra donde se iba a construir la casa de muestra.Fred se reunió con sus dos primos, les mostró
Jessica Medina no le había contado a Gregory sobre la agradable amistad que se estaba desarrollando entre Amy Coogan y ella, también le había pedido a su cuñada que fuese discreta al respecto, pues no quería presiones adicionales por parte de sus hermanos, en especial los gemelos, que continuaban con sus constante llamadas y videollamadas semanales.Después de la fiesta de compromiso, la hermosa mujer afroamericana la contactó, primero para verificar si había llegado bien y segundo para preguntarle si podría acompañarla a comprar el vestido de novia a Manhattan.―Es la primera vez que veo que una novia espera hasta último minuto por un vestido ―dijo perpleja la latina.―Fue completamente intencional ―contestó Amy desde su despacho en el bufete de abogados donde era asociada―. La verdad es que le dije a Bruce que quiero tener un hermoso vestido de temporada, de diseñador y
El segundo vestido de la noche era una pieza larga de color negro, con un escote recto y sin mangas. Si hubiese sido de color rojo, habría sido demasiado llamativo; además que no quería que la relacionaran con Jessica Rabbit.Se retiró la peluca con cuidado y soltó su melena oscura y esponjosa, peinándola con atención para que las ondas gruesas se vieran ordenadas. Revisó una vez más su atuendo, desde la abertura del vestido que iba del tobillo al muslo de manera muy sensual, hasta los guantes de color crema que llegaban hasta los antebrazos, su indumentaria era diametralmente opuesta a la que todos habían visto. Su intención era pasar desapercibida, solo para subir la adrenalina del Vikingo y ella, para hacer su encuentro más divertido.Volver a la fiesta fue rápido, por previsión, cuando entraron al salón pidió que apartaran una máscara un p
La mañana llegó a los fiesteros demasiado tarde, media hora antes del mediodía se encontraron en el vestíbulo, somnolientos, con resaca y el estómago vacío porque no alcanzaron a llegar a la hora del desayuno.Los Ward junto con sus respectivas parejas e invitados habían colonizado varios de los sofás del hotel, dejándose caer en ellos como animales moribundos, o náufragos en una isla tras pasar varios días a la deriva en un profundo mar.Greg llegó primero que Jessica, después de la ducha se fueron a dormir y cayeron profundamente en los brazos de Morfeo. La tibieza de la piel desnuda de Jessica lo despertó alrededor de las ocho de la mañana; sin embargo, el manjar de su Valkiria dormida entre sus brazos abrió su apetito y la necesidad de sentirla solo suya fue el motor para comenzar la mañana de la forma más placentera.Jessica reaccion