Me quedó junto a la escalera de la entrada, observando como Susana, se sube al auto de Martín, y desaparecen a un rumbo que yo desconozco. Siento tanta frustración que no sé cómo manejarla.
Sé perfectamente lo que quiero hacer de ella, sé muy bien en quién la quiero convertir, sé que debe codearse con jóvenes y que debe poner en práctica lo que le enseño, sé que estar solamente conmigo no le hace bien, puede terminar albergando estúpidos sentimientos que no debe tener y a los cuales yo no estoy dispuesto a enfrentarme.
Yo soy el cazador, y nunca me convierto en presa, es imposible que terminé envuelto en mi propia trampa. Seducir es una arte maravilloso, mi Maestra me mostró todo que puedes conseguir a través de la seducción, es un arma poderosa, pero debes saber usarla bien, pues es un arma de doble filo y terminar convirtiéndose en tu perdición. Obviamente no es mi caso, jamás he estado enamorado, ni pienso estarlo.
Pero, es imposible ignorar la frustración que m
Han transcurrido un año y seis largos meses, estoy próxima a cumplir mis diecinueve, me he sentido un poco frustrada porque pese a mis intentos de seducción, no he logrado hacer ceder al Maestro.Ha faltado a su promesa, sigo sin pasar al siguiente nivel.Por otro lado, Martín, es cada vez más atento conmigo, me llena de regalos, no hay día en el que no me llame y sus mensajes no se hagan presente. He conocido muchos chicos, atractivos y lo más importante. . . muy ricos, de buena cuna y con excelente educación.Martín y yo tenemos una extraña relación, no faltan los besos y las caricias, de hecho ha intentado intimar en un par de ocasiones, pero siempre se lo he negado, estoy decidida a que el Maestro, sea el primero.He crecido mucho en este año y medio, mi cuerpo antes era bonito y con inocentes curvas, ahora es un cuerpo juvenil lleno de curvas exuberantes, mi piel es tersa y muy bien cuidada, mi cabello es el anhelo de cualquier mujer, mi seno
Siento que mi corazón se acelera, creo que podría desmayarme a causa de la felicidad que recorre mi cuerpo. Pero, como es de esperar, no lo demuestro. Lo miro fijamente mientras sonrió y muerdo mi labio inferior.-¿Acaso dudas, Susana?- me pregunta con voz ronca.-¿De tenerte en mi cama?- le pregunto sonriendo- no Maestro, llevo al menos un año y medio esperándolo, ya estoy preparada para esto.- lo veo fruncir el ceño y al parecer no le han gustado mis palabras.-¿Ya estás preparada?- me taladra con la mirada- ¿ y quién te ha preparado, Martín?- su voz está cargada de ironía- si es así, te aseguro que puedo enseñarte muchas cosas que él no te ha mostrado- Sonrió y oprimo mis senos con su pecho, le doy un pequeño mordisco al lóbulo de su oreja y después lo succiono, me siento satisfecha cuándo lo escucho suspirar.-No se equivoque Maestro, no he ascendido al segundo nivel- lo siento relajarse un poco- y todo porque me he dedicado, como niña buena, vale a
Me muevo entre sueños y siento un fuerte dolor en mi intimidad, abro los ojos y descubro que ya han salido los primeros rayos del sol. El Maestro, aún duerme a mi lado, está desnudo al igual que yo, la sábana sólo cubre su cintura hasta medio muslo, lo que me deja a la vista su amplio pecho, sus bien trabajados brazos, sus largas y duras piernas, su cabello esta alborotado, sus facciones relajadas y su hermosa boca entreabierta. Un estremecimiento me recorre al recordar que esa misma boca a besado cada milímetro de mi cuerpo, que ese cabello desordenado ha sido sostenido fuertemente en mi mano empuñada mientras él se apoderaba de mis senos, al recordar que he besado su boca, su cuerpo, sin sentir ningún tipo de vergüenza. He estado dispuesta a darle todo de mí y él lo ha recibido más que gustoso.Me quedo en silencio, solo viendo lo hermoso que es, a la vez que me siento la mujer más afortunada de todas, no sé si deba despertarle, a fin de cuentas hemos dormido muy
Despierto con los primeros rayos del sol, decidida me pongo en pie, dispuesta a prepararme para el nuevo día. Veinte minutos después llego al desayunador, con un hermoso vestido azul ajustándose a mis curvas, Gloria recoge un puesto en la mesa y frunzo el ceño confundida.-Buenos días, Gloria.-Buen día- responde fría sin mirarme.-¿Kaplam ha desayunado ya?-Si- responde girándose hacia mí, sus fríos ojos me atraviesan, pero no logran en mí ningún efecto- se acaba de marchar, al parecer te evita- me dice con malicia, me siento enfurecer pero evito demostrarlo.-Cierra la boca víbora venenosa, mejor sirve mi desayuno- agito mi espesa melena delante de ella. Me siento totalmente erguida y elevo una de mis perfectas cejas insinuando que espero a que me sirva.-Muy pronto me daré el lujo de verte partir- me dice con desprecio.-Puede ser- me encojo de hombros- Pero mientras eso sucede, dedícate a servirme.Después del desayuno me sie
Kaplam se quedó frío ante sus palabras, en aquel preciso instante su corazón bombeó sangre caliente a través de sus venas.-Su. . .Ella silenció sus argumentos con un ardiente beso, se sentó a horcajadas sobre él, pegando su cuerpo al suyo, amoldándose y disfrutando de las conocidas sensaciones que el cuerpo del Maestro le provocaba, él gimió cuando Susana introdujo lentamente su lengua en la masculina boca, recorriéndola con lenta y suave insistencia, tentándolo mientras recorría los secretos y profundidades de su boca.Ella sonrió cuando sintió su potente erección oprimirse contra ella, haciendo que un escalofrío recorriera su espina dorsal. El Maestro estaba excitado y de eso no había duda.Abandonó su boca y con su húmeda lengua recorrió su cuello y uno de sus hombros, lo sintió estremecerse y la sensación de poder recorrió su cuerpo, llenándola de satisfacción.Él la hizo elevar sus manos para deshacerse de su bata de seda,
Abro los ojos y me desperezo, la sensación de plenitud que recorre mi cuerpo es sencillamente magnifica, siento un poco de decepción al descubrirme sola en la cama, pero pronto alejo cualquier mal pensamiento. Mi noche fue increíble y no pienso arruinarla por nada.Me levanto y me colocó mi bata de seda antes de dirigirme a mi habitación. Tomo una larga ducha logrando relajar cada musculo de mi cuerpo. Luego me visto y bajo a desayunar, no permitiré que la cara de Gloria me fastidie, me digo a mi misma mientras ingiero mi desayuno.-Parece feliz hoy- me dice y reconozco el veneno en sus palabras.-Muy feliz- respondo con una amplia sonrisa- ni te imaginas la maravillosa noche que tuve- la veo ruborizarse y me regodeó mentalmente. Sé que está mal, pero no puedo evitarlo. Ella contrae sus labios en una cómica mueca, y gira sobre sus talones parar marcharse.Después de desayunar, salgo al jardín en busca de un poco de paz. No han pasado ni
Kaplam. . .La embisto con fuerza por última vez y siento que su cuerpo se retuerce de placer bajo el mío, cierro los ojos dejándome arrastrar por las sensaciones que produce el orgasmo y sin poder sostenerme más, me desplomo sobre ella. Malena me abraza y siento su corazón tan desbocado como el mío. Después de unos minutos, mi respiración empieza a regularizarse y me ruedo para quedar a su lado.-Eso ha sido. . .increíble- dijo Malena con voz entrecortada.-Así es- respondió el, con la cabeza llena de imágenes sobre Susana. ¿ por qué diablos no podía sacarla de su cabeza ni siquiera cuando su cuerpo reposaba al lado del exquisito cuerpo de Malena.-¿Han sido ideas mías o estabas castigándome por algo?- inmediatamente me giro y la observo a los ojos- me encanta el sexo salvaje hermoso, no me malinterpretes, pero hoy. . . .Digamos que has sido más brusco de lo normal. Me ha dado la impresión de que me estabas dando un castigo.Un castig
Martín llegó tan puntual como siempre, nos dirigimos a la piscina y nos dedicamos a pasar unas horas allí, mientras estábamos en el agua, no dejaba de provocarlo con mis comentarios, él me miraba confundido sin entender nada. Yo sonreía maliciosa mientras se iba dando a la perfección el plan que había fraguado.-Martín. . .-¿Si?- me miró atentamente.-Me encanta el color de tus ojos- lo vi ruborizarse y sentí como el poder invadía mis venas, era genial sentir que controlabas la situación- y tienes una boca- me muerdo el labio y él se remueve incomodo en su silla de extensión.-Susana. . . – Camino hasta él y me siento a su lado mirándolo directamente a los ojos.-Me encanta tu cuerpo- le acaricio el pecho para acentuar mis palabras y sin esperar más, llevo una de mis manos hasta su nuca y lo acerco a mí, hasta que nuestros labios rozan. Es natural sentirlo tan cerca, es más lo he sentido siempre tan mío, creo que se debe al hecho de estar al tant