Resuelve esto ahora

Willow sintió una punzada de miedo e intentó alejarse, pero el agarre de Aurelius era implacable.

"¡Sí, claro que sí! Ya te lo dije, ¿por qué estás tan preocupado por eso ahora?"

Aurelius la atrajo aún más cerca, su tono frío y amenazante. "¿Dónde están esas cartas, Willow?"

Ella lo miró, con el corazón acelerado. Estaba empezando a comprender la gravedad de la situación.

"Están a salvo, guardadas en una caja. Nadie sabe dónde están, solo yo."

El agarre de Aurelius se intensificó, sus dedos se hundieron en su piel ya magullada, haciéndola soltar un pequeño gemido de dolor.

"Dime exactamente dónde están, ahora."

"¡Me estás lastimando el brazo!" Willow jadeó, intentando soltarse.

Aurelius acercó su rostro al de ella, con la voz casi inaudible.

"Te voy a romper el brazo si no me dices dónde están esas malditas cartas."

Willow se retorció de dolor, el pánico apoderándose de ella.

"¡Están en la caja de madera bajo mi cama! Solo yo tengo la llave. ¡Están seguras, Aurelius!"

Él la soltó con
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