Capítulo 21
“Secretos”
–¡Ah! No quiero tu dinero, Marco. Antes ni te enterabas de lo que hacíamos con el dinero, todos teníamos acceso a la caja fuerte de la casa, ahora sólo tú conoces la clave –le dijo, estirándole el sobre con el dinero–, y la cambias todos los meses.
–Por eso estábamos quedando en la ruina. No olvides que he tenido que trabajar duro para levantar esto de nuevo.
–Bueno, no lo quiero ya. Le diré a Dante que me lo dé.
–Tómalo tía. Dante no tiene liquidez ahorita. Quédate tranquila, no voy a hacer nada. Es sólo que no confías en mí. Déjalo así –se dio la vuelta y salió.
Nahomy estaba en su cuarto. Oyó a Galia acercarse.
–¡Ah Guardaespaldas, puedes hacerme el mismo favor
Capítulo 22“Paseo” Nahomy entró al bar y pidió una cerveza, se la tomó de un jalón. Salió y antes de subir a la moto vio como Galia le daba el sobre con dinero a Alessandro. Nahomy dio la vuelta quedándose a enfocarlos un poco, Alessandro la estaba mirando con los ojos tan azules como los de su hijo. “¿Alessandro y Galia juntos? Parecen… ¿Pareja? Galia no es vieja, pero si es mucho mayor que él. ¿Negocios? Quizás. Pero es tan raro… ¿Galia con un hombre como Alessandro? Ella que no me soporta por ser de un barrio. Algo se traen. Le dio el dinero, algo le está pagando. Tengo que cerciorarme de que hacen juntos ese par”. Nahomy llegó a la mansión. Al entrar en la cocina Marco estaba tomando agua. –Señor Marco, ¿qué hace aquí? –Tomo agua–. ¿Y usted? ¿Encontró lo que necesitaba? Nahomy sacó de su abrigo un repelente de mosquitos y el ticket de la farmacia.
Capítulo 23 “Razones” Marco se detiene en un restaurante al aire libre. Después que les sirven las comidas, dice: –Espero que sus razones sean convincentes. Ya que no quiere decirme el por qué fue a ese bar anoche. –En unos días termino con eso y entonces le explico, señor Marco. Marco suavizó el semblante y sonrió. –Eso está mejor. ¡Buen provecho! –le dijo. Cuando salían del restaurante, él le fue a poner el cinturón de seguridad a ella, estaba cerca a su rostro. Nahomy echó su cara atrás, él se sonrió. –Nahomy, ¿Está molesta? Ella siguió seria. Él terminó y le dio un beso fugaz. Llegando a la mansión le dijo: –En la noche le bajo los juguetes a Luciano. –Gracias –contestó ella. –Nos vemos más tarde. ¡Ciao, Luciano! –dijo Marco. Nahomy sonrió al entrar en la mansión. “Le importo, le importamos Luciano, sino ¿qué fue
Capitulo 24 “Yo estoy aquí” –Ya sé que fue a ver al padre de Luciano, él está en ese bar –le dijo Marco. Nahomy se sorprendió. –No, señor Marco. Yo no fui a ver a ese hombre. –No me mienta Nahomy. El padre de Luciano es Alessandro Conte, el dueño de ese bar. ¿Me lo va a negar ahora? –Marco le hablaba furioso con los puños apretados sobre el escritorio. –Señor Marco, no le puedo negar eso, pero yo no fui ahí por él. Fui porque… La interrumpió. –Esa es la razón por la cual usted no quería decirme nada, para que no supiera que va allí para verse con él. Marco se levantó y salió con Luciano en brazos. –Luciano, Ven –le llamó Nahomy. –No, Luciano se va conmigo, voy al taller. –Señor Marco, por favor óigame. Deme la oportunidad de explicarle. –¿Usted cree que esto es fácil para mí? No, me siento burlado, he con
Capítulo 25 “Revolviendo el pasado” Marco llamó, en presencia del mismo Dante, a su asistente. –Hazme el favor y envía comunicado para todos los bancos donde tenemos cuentas de Seguridad Mundo Polioni. En todos, la firma de Dante Polioni queda sin valor para la empresa, a partir de ya. Gracias. –Te lo advertí muchas veces, pero esto ya es el colmo. Desocupa mis oficinas ahora mismo Dante. –No la tendrás tan fácil Marco –dijo Dante y salió. Marco sacudió su cabeza. –¿Qué le pasó a Dante? ¿ O Será que él siempre ha sido así? “Aún no he logrado descifrar aquellos recuerdos del incendio en la casa vieja”. Volvió a sacudir su cabeza y llamó a recepción. Dígale a Nahomy que suba, por favor. Al entrar, Nahomy lo vio muy preocupado. –Señor Marco, debe tranquilizarse. Sé que son muchas cosas juntas, pero debe tomarlo
Capítulo 26 “Un desconocido”Marco se levantó muy temprano y fue a ver a su abuela Adela. Después de besarle en ambas mejillas–¡Ciao! Nonna, quiero consultarte algo.–Dime, mi querido Marco. Te oigo.–Necesito exhumar los cadáveres de mis padres. Tengo fuertes sospechas de que todo fue provocado. ¿Estás de acuerdo en que lo haga?–Sí. Eso es necesario, siempre quedé con dudas con respecto a eso. Quizás sea tiempo de que se aclare de una vez por todas.–¿Sospechas de alguien, abuela?–Sí… Pero espero fervientemente que esté equivocada. Tienes nuestra aprobación. Hablo por Mássimo. Para él también es necesario eso antes de irnos de este mundo.–Nonna,
Capítulo 27 “Sonidos”Marco se levantó y llevó a Nahomy hasta el auto. Los medios de comunicación estaban reseñando la desaparición del hijo de la fiel guardaespaldas de Marco Polioni. El médico de la familia recomendó inyectar un calmante a Nahomy, pero ella se levantó cuando les oyó.–No hace falta doctor. No quiero estar sedada. Quiero encontrar a mi hijo y debo estar de pie –le dijo, decida y segura.Marco caminaba de un lado a otro, buscando la forma de llegar al hombre que se llevó a Luciano. Ya era la 1 de la tarde, ellos continuaban frente a la heladería.–Señor Marco vamos al bar. Tenemos que averiguar dónde está el padre de Alessandro– le dijo Nahomy.–Esperemos un poco. La po
Capítulo 28 “Falseando”Marco se sentó frente a Florencia.–Dime lo que me vas a decir y vete, estoy muy cansado y ahora mismo sólo quiero descansar.–Me imagino, después tanta agitación con tu guardaespaldas.Marco apretó sus puños sobre el escritorio.–Habla ya y déjame en paz.–Quiero entregarte esto –sacó de su cartera una carpeta y se la puso al frente, después un papel–. Léelo.Marco leyó el papel y entonces sacudió su cabeza.–Eso es una citación para los tribunales, y esta es la demanda, en ella solicitó que cumplas con tu palabra de matrimonio. Tengo testigos de que, hace unos meses atrás, cuando recién nos hicimos novios, ab
Capítulo 29 “Momentos”Nahomy llamó a la niñera.–Ya le puede dar la cena, yo lo bajó a buscar en un rato.Se quedó oyendo la grabación, no podía concentrarse.En su teléfono timbró un mensaje. Nahomy vio la pantalla, era un número inconcluso. Abrió el mensaje. Decía:“Tiene a su enemigo metido en la casa, cuídese y cuide a Luciano”.Nahomy saltó de la cama y descalza corrió a buscar a su hijo. Al bajar el primer escalón, vio a la señora Alida dándole la comida a Luciano mientras conversaba con la niñera en murmullos. Ella reculó para oír.–Ven Nahomy. Estoy aquí con tu hijo –dijo la señora Alida, sorprendiéndola.&ndas