Capítulo 35 “Dormidos”
A la mañana siguiente Marco y Nahomy emprenden su recorrido a Mundo Polioni.
–A usted ¿qué le pasa conmigo? ¿No le gusta verme a la cara? –le preguntó Marco, viéndola de soslayo.
Nahomy se vuelve y le mira con nostalgia.
–Claro que sí, señor Marco. Cada mañana, después de ver el rostro de mi hijo, lo que más anhelo ver es a usted, su cara sus ojos, todo usted –suspiró–. Pero es que ahora, su prometida esta todo el tiempo pegada de usted.
–Sí, aunque sé que pronto se cansara de mi. Estoy seguro.
–Yo no lo veo tan fácil. Ella está obsesionada con casarse con usted. Debería hacerlo y a los dos días se divorcia. Eso creo que la harí
Capítulo 36 “Cuestión de fidelidad”Marco siguió a Nahomy con la mirada hasta que salió del estacionamiento del edificio Mundo Polioni.Nahomy salió a toda prisa. Caminaba sigilosa entre la gente. Se percató de que Marco la seguía, justo cuando subía las escaleras eléctricas, en el centro comercial, sus ojos se cristalizaron, tuvo que apretar la mandíbula para no flaquear. Tenía que seguir sin importar las consecuencias de ello. En ese momento su pensamiento se centro en él:“Es un orgullo ver cómo ha aprendido Marco, estoy segura que otro no se da cuenta de que lo vienen siguiendo. Sus pasos, su manera de andar y su mirada esquiva todo el tiempo, como si no estuviese pendiente de nada ni de nadie, y viene centrado en mi, en mis pisadas, en mi andar y en mi olor. Sus sentidos alerta
Capítulo 37 “Fantasía hecha realidad”Marco se levantó y dijo a Cristiano.–Sí, en eso tiene razón. Puede retirarse. Les daré mi decisión después de hablar con Nahomy.Cristiano dio la vuelta y se fue.Esa tarde, Nahomy y Marco llegaron a la mansión, sin cruzar palabra durante todo el trayecto. Él, con la mandíbula apretada, rechinando los dientes.Marco siguió a la habitación y al entrar oyó un carro en el estacionamiento, se asomó a la ventana y era Florencia.Nahomy recibió una llamada.–Veo que usted sabe lo que le conviene. No vuelva a cometer el error de volver con Marco Polioni, porque la próxima vez lo va a lamentar. Nahomy, esta vez, se quedó impasible. No le dijo nada,
Capítulo 38 “Tengo que protegerlo”Se oyó un sigiloso abrir de la puerta del vehículo oscuro. Al cabo de un momento vieron a Marco correr en puntillas entre los árboles y tomar a Florencia por un brazo. A pesar de que le tapó la boca ella comenzó a revolverse y se soltó gritando.–Ayuda, ayuda me quieren llevar a la fuerza –pero oye que le dicen en un susurro:–¿Cómo se te ocurre hacer algo así Florencia? ¿Estás loca? –se percata entonces que es Marco. Su prometido.–Marco ¿Qué haces aquí? Suéltame, te van a matar –le dijo en tono bajo.Pero Marco la jaló con más fuerzas y se la subió al hombro, llevándola camino al vehículo. Entonces el hombre mayor gritó:–¡Quítensela y me l
Capítulo 39 “Recuerdos”Marco y Nahomy llegaron a la mansión a media mañana. Galia los recibió con piedras en las manos, Poncio y Dante estaban acompañándola.–¡Maldita guardaespaldas! Eres una serpiente enroscada bajo la mierda…–Galia jaloneó a Nahomy y se encimó con el puño a pegarle, pero Marco se metió en medio recibiendo los golpes de Galia. –Tía, cálmate. No puedes arremeter así en contra de ella –le sostuvo las manos y la llevó hasta el sofá.–Pero Marco, no ves que esta mujer siguió a Alessandro en su trabajo, lo que él hace no es nada fuera de la ley. Es un bar, los hombres van allí a buscar mujeres.–No es así, Nahomy sólo fue a protegerme. Fui yo quien siguió a Alessandro.
Capítulo 40 “Celos”Nahomy fue a la ventana, pero no vio a nadie, al regresar a la silla, Adela estaba al lado de la cama de Mássimo. Nahomy sonrió.–Imaginé que era usted.Adela sonrió.–Nahomy ven conmigo –ambas entraron al pasillo al baño de Massimo–. No confío hablar nada cerca de las puertas.–Sí, mis padres lo decían a cada rato. –Ya nos recordaste del todo, entonces ya sabes que Mássimo es el albacea de una pequeña fortuna que tu padre les dejó a ti y a tu hermana. Sólo que él no confía en el marido de tu hermana.–Sí, mi madre antes de morir nos dijo donde los podíamos conseguir, pero cuando fuimos allí sólo había escombros y cenizas.–El
Capítulo 41 “Protegiendo a la Familia”Cristiano, se encargó del seguimiento a Alessandro. Para asombro de muchos Alessandro después de una semana de haber salido de la prisión hizo ya un movimiento y fue un gran movimiento.Un par de hombres del mundo delincuencial se encontró con él y su padre, Franco Conte, fuera de la ciudad.La policía infiltró a uno de los hombres de la agencia como un delincuente más.Después de este procedimiento fueron atrapados tanto Alessandro como los implicados en el caso de la prostitución. Entre otros cargos. Galia, Poncio y Dante se enfrentan a Marco. Dentro de un mes será el proceso público.***En medio de todo ello llegó el cumpleaños de Luciano. Nahomy y Marco se dedicaron a pr
Capítulo 42 “Valentía y honorabilidad”Marco pasó dejando a Nahomy y Luciano por la casa, después se fue al juicio público de Alessandro. Nahomy llegó a su habitación y cuando se miraba al espejo recordó todo lo bien que lo había pasado celebrando los 5 años de su hijo, con él, con Marco Polioni. Recordó sus palabras cuando le dijo “mi amor, entonces sus ojos se oscurecieron.Se fue a la habitación de la señora Adela, quién, con gran calma le preguntó:–¿Estás dispuesta a hacerlo?***Eran las 3 de la tarde. Marco junto a los abogados, ratificaron la denuncia y los abogados los cargos. Así mismo el segundón del millonario.Todos se sorprendieron al ver entrar, en el juicio, a Nahomy con Luciano en sus b
Capítulo 43 “¿Sobrino o nieto”3 días después del Primer acto público de Alessandro Conte. Ya es noche. Galia toca en la habitación de Nahomy.–¡Ah! Guardaespaldas, yo necesito hablar contigo.–Dígame Galia. Estamos hablando.–Aquí no. Ven a mi habitación, por favor.Nahomy le habló a la niñera.–Por favor, Albertina, quédese aquí con Luciano, hasta que yo regrese.–¡Ah! ¿Yo puedo ver a Luciano? –le dijo Galia. Nahomy la miró recelosa.–Siempre lo ha visto, Señora Galia –abrió del todo la puerta y Galia enterneció su rostro al mirarlo, ahora de otra forma. Y no es que ella lo mirase mal antes, sino que ahora tenía motivos para verlo de esa forma.