Capitulo 5

Ella se siente nerviosa, recordar la muerte de su padre esa imagen que sigue en su cabeza es uno de los peores traumas de su vida, sentir que quiere matarlo con sus manos y que no puede hacerlo porque tiene que seguir en su papel de mujer perfecta le quema el alma, odia a ese hombre por el dolor que le causó desde que era una niña, su padre era su mundo entero su héroe supersónico que le enseño todo lo que sabe de la vida y el mundo, una daga en su corazón crece como veneno, la idea de saber que el sigue con vida le duele.

— Con permiso, me imagino que ustedes necesitan hablar en privado — Samantha se despide y se encierra en su habitación, le da golpes a la cama mientras grita colocando la almohada en su cara, es inevitable que las lágrimas salgan de sus ojos después de todo lo que vivió la pérdida de su padre fue uno de los eventos más tristes de su vida.

Todo el mundo aseguraba que ese hombre estaba muerto y ahora está Aquí viviendo tranquilamente mientras ella y su madre tienen que sufrir el dolor de la pérdida de su ser querido.

Parece que el destino le quiere dar un golpe calculado en el corazón para que regrese a la realidad y recuerde cual es el propósito de su vida, tiene que regresar a su misión y no distraerse con la galantería de Giorgio y el cariño que le da la niña, su misión es pasajera y clara tiene que entregar a la Familia Cisini.

—¿Quien te dijo?¿Linda?— pregunta Giorgio mientras le sirve un trago a su padre aunque no debería tomar el hombre siempre lo hace dejando atrás las recomendaciones médicas.

— Ella me lo dijo, está preocupada por la presencia de una mujer nueva en la casa, siente que estás arriesgando la seguridad de todos por esa mujer — Ernesto es muy estricto con la elección del personal, debe ser elegido dentro de sus empleados de confianza saber todos los datos posible, quien entra en la Mansión que ahora está a cargo de su hijo debe ser un grupo selecto.

— Samantha es un niñera con certificaciones que ha logrado hacer lo que muchas niñeras del círculo secreto que creaste no pudieron, además Linda se encarga de espantarlas a todas — Giorgio quiere defender su decisión está cansado de todo lo que sucede, de ser el títere de su padre que quiere seguir controlando su vida como cuando era niño.

— ¿Y la cena romántica?— pregunta alzando la ceja juzgando cada paso que da su hijo quiere tenerlo dominado y bajo su control absoluto.

— La cena fue un agradecimiento, además no tiene nada de malo, soy un hombre viudo y si quiero reiniciar mi vida con una buena mujer lo puedo hacer, no tengo porque pedirte permiso a ti, a Linda ni nadie — Giorgio sube su tono de voz quiere ser escuchado por su padre que muchas veces solo lo crítica, espera que sea un hijo perfecto pero no lo es.

— No puedes elegir a una mujer sencillamente porque te gusta, tiene que ser una mujer que sepa lo que somos, y Linda es la mejor opción, ella era mi elección cuando preferíste a Bella, ahora creo que el momento adecuado para hacerla tu esposa — Ernesto quiere que su hijo tenga un nieto varón, que tenga sangre italiana y que pueda heredar la gran fortuna que su vida delictiva ha dejado.

— Linda es la hermana de Bella, nunca la elegiría además Porque no la amo, los dos tenemos una visión de la vida completamente diferente tanto así que lo mejor es que te olvides de esa idea, es el único de tus caprichos que no voy a cumplir — frunce el ceño el hombre que no quiere ceder.

— Está bien, buscaré una mejor candidata pero no quiero que sea esa niñera — Ernesto se levanta de su asiento y le da la bendición a su hijo — No me decepciones he dejado en tus manos todo mi dinero y todo lo construí, tuve que pasar por sangre y fuego para poder llevar una vida digna para ustedes — el hombre se va de la casa.

Giorgio sirve una copa, lamenta ser el hijo mayor, lamenta ser quien tenga que cargar con una tradición que no quiere tras sus espaldas, odia ese mundo de la mafia y prefiere estar en total tranquilidad con su hija en algún lugar lejano, quiere dejar atrás la muerte y destrucción que ha traído este mundo de terror.

Los días pasan....

La conexión entre Antonella y Samantha es innegable, la niña lentamente se recupera del trauma con su ayuda lo único que aún no puede hacer es hablar, su garganta parece estar sellada por un mundo de dolor, la presencia de su madre está con ella pero siente que ya no quiere estar triste y que la presencia de Samantha la llena de alegría y felicidad.

— Gracias porque ella es feliz por ti — Giorgio decide dar un paso más en los sentimientos que nacen en su pecho, en estos días ha conocido a Samantha.

— Solo hago mi trabajo pero Antonella se metió en mi corazón, solo quiero lo mejor para ella — Samantha mira a la pequeña que juega en el parque mientras los dos comen un helado en la banca.

Giorgio la toma del mentón para limpiar una pequeña mancha de su mejilla producida por el helado, los dos se miran fijamente y sin más se dan un beso, Samantha lo agarra del cuello mientras ve con total devoción y entrega.

—No debí hacerlo perdón — Giorgio se aleja de ella de inmediato.

Samantha tiene su primer día libre, decide ser cuidadosa pues no sabe si la están siguiendo sabe que el padre de Giorgio no confía en ella y no puede dar el más mínimo momento de descuido pues pueden encontrarla.

Visita a su madre que se esconde en un hotel junto a Dickson , la abrazan en un saludo fraternal — El sigue vivo, ese estúpido sigue con vida pero no puede seguir asi tenemos que hacer algo — ella le cuenta un poco de lo que logró reunir en estos días como fotos y detalles de la fiesta 

— No tenemos pruebas y sin pruebas es díficil poder intervenir, tiene comprados a todos los jueces del distrito por eso tenemos que atraparlos con muchas pruebas — explica Dickson mientras enciende un cigarrillo

La madre de Samantha la acaricia en las mejillas ella no estaba de acuerdo en nada de lo que decidió hacer su hija estaba corriendo grandes riesgos y era inevitable pensar que ella y lo que estaba haciendo 

— No quiero que sigas en ese lugar lo mejor es que dejes de creerte la héroe,  lo que pasó con tu papá fue terrible pero Dickson nos dio una nueva oportunidad —.

— Mamá lo hago por trabajo, nada malo me va a pasar si siento que estoy en riesgo me rendiré —  Samantha quiere calmar los nervios de su madre que piensa algo malo le va a pasar tiene miedo que su hija sufra por culpa de lo que está pasando, la abraza con todas sus fuerzas.

Después de una larga visita decide regresar a la mansión, antes de llegar Nicky la jala del brazo — Tenemos que hablar — dice mientras se intenta llevar a la mujer.

Ella discute — me estás poniendo en riesgo — le exige que la suelte.

Nicky la besa a la fuerza no quiere perderla ahora que ella está en riesgo siente que la puede perder y eso le cae como un baldado de agua fría.

Giorgio observa la escena, siente rabia pero no decide intervenir , entra a su casa los celos lo invaden.

Samantha le da un golpe en la mejilla — No me vuelvas a buscar y mucho menos.

Al llegar a casa Giorgio la espera enojada 

— Te pido el favor que respetes el horario laboral, no quiero que te beses con tu novio en los alrededores de la casa — la voz de Giorgio era exigente.

— Lo siento no va a volver a pasar , déjame explicar — Samantha quiere explicar lo que sucedió para que el no se lleve una mala impresión de ella.

— No me interesa, creo que si tienes otras propiedades lo mejor es que te vayas de casa y busques un trabajo que te permita las visitas de tu novio — Giorgio habla enojado, está celoso y no sabe cómo manejar ese sentimiento nuevo en su pecho.

— No se preocupe si es lo que quiere me voy de la casa — Samantha entra a su habitación y empaca sus cosas, al finalizar se va furiosa, no quiere saber nada de él.

Antes de irse se despide de la niña, le duele sus lágrimas pero quizás esto fue lo mejor para acabar con la tortura de verlo.

Antes de cruzar la puerta, Giorgio quiere decirle que se quede con el, sabe que se excedió pero alguien más hablo por los dos

—¡No te vayas!— grita Antonella que abraza a Samantha.