ISKANDER Esta es una carrera clandestina que le imprime más emoción al momento el cual con tráfico incluido realizamos una corrida a circuito abierto donde tenemos el peligro de ser atrapados por la policía. Es una de las cosas que más me gusta hacer, después de Ivana dejar caer la pesa en mi pie, me fue necesario venir a correr. Ivana. Es tan difícil tenerla en mi casa y no poder tocarla. Besarla, hacerla mía. Miro por el espejo retrovisor a mis rivales que dejo atrás, menos a Jaime, siempre compite conmigo, que con todo lo perdedor que es, siempre me pisa los talones. Intenta sacarme de la pista golpeado mi auto y es un maldito bastardo. No me dejó tomando el carril derecho y un auto se interpone en su camino mientras adelanto al siguiente alejándome unos metros los cuales no pierdo como ventaja. Las cosas que vivimos ayer no puedo sacarla mi mente, solo quiero volverlo a repetir si soy sincero y debo utilizar una gran cantidad de fortaleza metal para no arrancarle la cabeza.
IVANA La tensión sube mucho más con Iskander merodeando a cada nada. Estamos en la sala, estudiando los tres tratando de hacer el ensayó que nos toma casi más de dos horas antes de que Aurora nos traiga algo para merendar —¿Y tu Dago tienes novia?—pregunta de la nada milla. El la mira de mala manera y apenas siento que están tolerándose. —No, no tengo y no pienso tener, las relaciones sin complicadas y las mujeres bastante raras, no quiero arruinarme la vida o tal vez amargarme la existencia cuando no tengo necesidad. —Porque tan radical, no temas querido, puedes acercarte sin miedo a una mujer y sin recelo que por lo general nosotras no entregamos el corazón, por lo general no queremos ninguna relación sólo momentos, instantes que nos hagan felices. Le digo segura, sin tener idea de lo que es una relación, pero si lo que quiero para mí vida. —Además querido no buscamos compromisos, nos enamoramos de nuestra libertad, amamos nuestra soledad y la llenamos de vez en cuando c
ISKANDER—Van a secuestrar a sus amigas—le digo a mi amigo Vladimir estando en el despacho de su amigo—esto me obliga a actuar rápidamente. —Espera, como sabes eso. Le explico que Ivana llevó a Dago a la mansión para hacer un proyecto de la universidad y Por ende pude leer sus pensamientos donde pude descubrir el plan siniestro que tienen con las amigas de mi mate. —No lo puedo creer, como pueden ser de bajos y rastreros. Son una ofensa para la raza.—Lo son hermano, son unas basuras de personas y que dejan la especie por el suelo. Vladimir se acerca darme un vaso con wiski que aceptó para bajar mis pulsaciones, es que aún o entiendo como mierda ellos tiene pensado eso.. Van ha destruirle la vida a esas chicas, que son inocentes de este mundo.—Si conseguimos las pruebas contundentes podemos con hablar con la organización y acabar con toda esa familia—Es algo arriesgado, pero creo que vale la pena ya que no merecen nada, trafican con mujeres y sabes bien que a menos que sean M
IVANA Despierto sintiendo un cuerpo a mi lado, las sensaciones retumban en mi cabeza y alzo la vista observando el rostro de Iskander que duerme placenteramente. Juntos las palmas de mis manos, dejándola debajo de mi mejilla mientras observo al amigo de mi padre que duerme boca arriba con ambas manos debajo de su cabeza, la sabana cubre solo su parte intima, dejando sus piernas descubiertas. Tienen bellos y sonrió porque su pecho es lampiño pero sus pies no. También tiene varias cicatrices que me hace cuestionar que empresario las tendría. Vuelvo la vista a su cara, se ve imponente, hasta su forma de dormir detona misterio y no me contengo, saco mi mano para pasar mis dedos desde su nariz, hasta su boca. Es perfecto físicamente, lo tiene todo y donde mi padre lo vea, lo aprobaría. A papa o mama no le gusta ningún hombre, sin embargo, dice que quiere un tipo con carácter para mí y supongo que Iskander es el prospecto idóneo porque le faltara cualquier cosa, menos fuerza en su person
IVANA Me toma de la cintura llevándome contra su cuerpo y plantándome un beso que sigo rodeando con mis manos sus hombros mientras el invade mi cavidad con su lengua melosa haciéndome gemir pegada a su deliciosa boca. Ambas manos aprietan mi cintura y sigo el movimiento de sus labios sin querer pretender soltarlos mientras mil cosas en la mente se me vienen encima gritándome que me detenga, pero no quiero, sabe delicioso y muerde mi labio estirándolo hasta soltarlo provocándome un ligero dolor. «Que beso tan rico» —¿Ya desayunaste? —Si, solo un poco—respondo con los ojos cerrados llevando mi cabeza a su pecho llena de vergüenza. No se porque Iskander me hace sentir asi. —En cambio yo me muero de hambre—lo miro apenada—pero de ti. No soy morbosa o una pervertida, «creo yo» pero con palabras como esa es inevitable que a cualquier mujer la vagina no se le apriete involuntariamente y no se si soy la única que algo como eso ocasione que me moje. Me sonríe para abrirme la puerta, l
IVANA Me giro y dejo un beso en su mejilla. —¿Cual quieres montar primero? —le pregunto. —Me encantaría que me montaras—susurra en mi oído calentándolo malvadamente—pero por ahora vamos a la montaña rusa. —Me da miedo. Le digo cuando tira de mí. —Así que la fiera no es tan fiera como parece ser—me reta—te enfrentas a cualquiera menos a una estructura mecánica. —Solo porque esa estructura puede provocarme un paro cardiaco—me cruzo de brazos. —Pensé que te lo provocaban mis besos—se acerca y Dios, porque me pongo como gelatina—¿o es que me tienes miedo? —Deja de provocarme. —Entonces ven conmigo. Quiero hacerlo pese al miedo y esperamos nuestro turno en la fila mientras el en sus dedos enreda una hebra de mi cabello, con su cuerpo grande me cubre del sol y su aroma varonil me está volviendo loca. Estoy demasiado nerviosa por montarme en ese aparato, pero quiero vivir la sensación, siento que me he perdido de muchas cosas lindas y experiencias que llenan el alma de momentos fe
IVANA Me siento incomoda con la pijama de vestido, alta con una pequeña abertura en la pierna derecha. Suspiro estando acostada boca arriba con las manos debajo de mi cabeza. Pienso en el lobo, hace unos minutos termine de pulir mi obra y pienso en las cosas que sucedieron el dia de hoy. Todo fue estupendo hasta que me encontré con Caleb. Iskander llego enojado, no quise comer nada, pero ya tengo hambre, me pongo en pie llegando a la cocina. busco algo de comer, mi organismo me pide comida, agua y no sé si es por la necesidad por la cual atravesamos pero lo único que quiero es comer. Abro el frigorífico y la boca se me hace agua con todas las delicias que yace dentro, saco una bandeja que contiene algunas frutas picadas, un vasito de yogurt y cierro con mi cadera la puerta quedándome estática con la persona que esta parada frente a mí. Espero no capte mi respiración pesada que avasalla mis pulmones debido a su cercanía y las cosas que tengo en mis manos tiemblan cuando percibo su
IVANA El incontrolable lo que siento porque dejo mi mano en su pecho mientras me alimenta con varios trozos de fruta que calma mi hambre despertando algo mucho mas voraz, es inevitable no querer lamerle los dedos y mi mente maliciosa piensa que puedo ser ese que talla en mi costado. Quiero tocarlo, se siente duro, grande, potente y el deseo es fuerte ocasionado que las bragas se me mojen al tiempo que paso por mi garganta la piña dulce. Siento mi núcleo hervir con su mano amasar suavemente mis glúteos, lo permito, me gusta, se siente muy diferente a como me tocaba aquel hombre y por alguna razón que no logro comprender, saco más mis caderas queriendo sentir como me agarra completa. Continúa dándome fruta con su mano que no se aparta de mis nalgas y noto que estoy apunto de acabar con todo cuando recuerdo que también dijo que tenía hambre. —Tú no has comido nada—comento con delicadeza. —¿Quieres darme de comer? Asiento tomando con mis dedos un trozo de mago y llevándolo a su rica