¡Ross! ¡hija! “No digas eso”; has de haber imaginado mi princesa, solo las beso a ustedes – asustado dijo Josué –“Mis princesas” No vuelvan a seguir a nadie sin avisarnos y menos encerrarse, porque si no las encontramos nos asustan, y si está obscuro se asustan ustedes.¡Si papito! – dijeron las niñas al mismo tiempo –Después de un rato llegó Marian con Andrea y le preguntaron que pasaba. Ya que Adan se había ido y que se encontraba muy enojado y los niños iban llorando; Josué les contó el porque de la actitud de su sobrino y lo molesto que él se encontraba.¡pinche chamacos! Con razón se los cinturoneo el papá cuando se iban (pegar con el cinturón); y yo que todavía lo regañe por irse así, es que solo jalo a Nela y a Yesenia muy furioso, ahora sé por qué. – Molesta comentó Andrea –Marian en ese momento sólo escucho y abrazo a sus hijas que se encontraban cercaEn un ratito más van a cenar, mientras miren la televisión están pasando “Topo Gigio” (programa infantil de un topo). – di
"Josué”, ¿Por qué nos invitaste a salir entre semana y no el sábado u el domingo? – preguntó Marian –¡ay cariño! Simplemente es porque el sábado les llevaré al circo y el domingo hay partido de Futbol por la tarde y no me lo quiero perder. – sonriendo y dando un beso en la mejilla le respondió Josué –¡vaya! Tienes todo calculado Josué, espero que igual tengas todo así para la fiesta de 15 años que se aproxima, los útiles de las niñas, y todo lo que viene en estos días. – Sonriente dijo Marian –“No te preocupes mujer”, por eso las niñas deben disfrutar sus vacaciones, iré por unas latitas de cerveza para ver el partido ahora en la noche, ¿quieres alguna botana?, para que las pase a comprar de regreso. – habló Josué –No deberías tomar, mañana amanecerás con resaca, pobres clientes jaja – riendo sugirió Marian –¡No exageres!, si no tomaré muchas, al contrario, mis clientes estarán contentos de que yo estaré alegre jajajaja. – Josué le dijo a Marian – Josué te lo digo en serio, con
¡Mis princesas! ¡Vamos a entrar!, se que les va encantar, feliz les decía Josué a las niñas.Al entrar Gely quedo mirando todo a su alrededor, donde estaban las taquillas, en medio había una puertecita y pasaron por un puentecito para poder entrar a la carpa; en ese momento miró que todo estaba lleno de bancas para sentarse, que acomodaban el círculo de esta y mas bien parecían escalones grandísimos, había unos señores parados entre las demás personas que se estaban sentando; estos se encontraban vendiendo algodón de azúcar, lo cual al ver de color rosa a Gely se le antojo de inmediato.¡Mis niñas! ¡aquí nos sentaremos nosotros!, las sillas quedaban en la segunda fila del frente donde se podía apreciar todo más de cerca.¡papi! Quiero de esos dulces que vende el señor que va caminando allá. – pidió Rossane bien alegre –¡Ésta bien cariño!, ¡háblalo! – consintió Josué –¡Señor!, ¡señor! ¡aquí! – gritaba emocionada Rossane al vendedor de dulces –¡dígame señor! ¿Qué le ofrezco? Traigo c
Era martes por la tarde y las niñas se encontraban jugando en el patio de atrás con las hijas de la vecina; quienes resultaron ser familiares de Marian y JosuéEstaban bien entretenidas jugando a la casita y mientras jugaban a tomar el té, Rossane que no era quieta se aburrió y se fue a la casa con su papá, pero al llegar a la puerta del cuarto de en medio miró a este que estaba en cama y el doctor Sebastián su amigo lo estaba atendiendo¡mamita! ¿Qué tiene papito? – asustada preguntó Rossane –¡Mi princesa! ¡no es nada!, solo comí algo en la calle y me ocasiona dolor de estómago, solo es eso mi niña. – respondió Josué rápidamente al mirar la carita angustiada de su hija –Gely por otro lado seguía jugando, estaba disfrutando de un rico postre que había preparado la Señora Guadalupe, madre de las niñas¡uhmm! ¡Que Rico!, ¡Esta delicioso! – Encantada se expresaba Gely –Se llama “pudin”, es de rompope, lo preparó mi mamá, por eso es de color amarillo – le decía Maribel, la tercera hija
¡Marian! ¡Marian! – llamaba Andrea –¿Cómo sigue Josué?, hablé con tu tío y me dijo que les dará prestado el dinero para los estudios mientras, dile que averigüe cuanto saldrá¡Tía! Ya no es necesario, Josué se fue a realizar los estudios clínicos, Graciela trajo dinero que Josué le había dado a guardar para comprar el cementoEs que van a terminar los detalles del baño y poner el piso del patio – Marian contaba a su tía cuñada –¿Quién te dijo eso Marian? – cuestiono Andrea –Graciela me dijo eso hace rato cuando me trajo el dinero que le dio Josué, me contó para que le dio a guardar el dinero y con eso se fue a los análisis y de ahí pasará a ver a Sebastián – decía Marian –Deberás tienes que avivarte Marian, a quien debió dar a guardar el dinero, es a ti, su esposa. – enojada aconsejo la Tía-cuñada Andrea –¡Ay chamaca! ¡En serio contigo! ¡ponte busa! (lista) – seguía reprendiendo Andrea a Marian –Tía no comprendo todo lo que me dices, pero si peleare eso con Josué, porque se puso
Marian quedó mirando la niña, reacciono en ese momento recordando que sus hijas estaban llegando del paseo y no habían comido y entonces respondió:“Comeremos Mole hija”¡Que Rico mami! “Le diré a papá que ya vamos a comer” – mirando a su mamá quien dio una sonrisa forzada Gely salió corriendo hablar a su papá que se encontraba en el cuarto a lado de la salita donde tenía su negocio –¡papito! ¡papito! ¡vamos a comer!, mamita hizo mole. – Gely jalaba a su padre de las manos para llevarlo a la cocina donde se encontraba el comedor –¡Ve a comer tu princesa! En este momento no tengo hambre, voy a limpiar aquí hijita. – levantándose de la silla donde momentos antes habían sentado a Marian, Josué tomo la escoba y se dispuso a barrer los cristales rotos que habían quedado ahí –Cuando se encontraban comiendo Gely notó que su mamá apenas había probado la comida y su tía Andrea llegó en ese momento y la llevo a su casa que estaba a lado.Terminen de comer hijitas, ahora regreso, iré a buscar
Gely no sabía que sucedía, pero notaba extraña a su mamá, y a su papá más distante así que se sintió más triste cuando encontró a Josué en la esquina de la sala por la noche, detrás de la cortina con la ventana abierta, fumaba un cigarro cuando la niña notó que se le escurría una lágrima.¡papi! ¿Estas llorando?Absorbiendo de su cigarro, Josué dio una fumada más y tiro la colilla por la ventana, soltó el humo que a Gely le gustaba mirar, pero en ese momento solo le importaba las lágrimas de su papá¡No mi princesa! ¡No lloró!, sabes, se metió una basurita en mis ojos, eso me molesta – limpiándose la vista, respondió Josué –Además, “los hombres somos valientes y no lloramos.” – la cargo en sus brazos y abrió la puerta, saco una silla la puso afuera en la banqueta y se sentó con ella en brazos –¡papito! ¿Sigues teniendo la basurita en tus ojos? Porque sigues teniendo lágrimas. – dijo Gely, secando las lágrimas de Josué con sus manitas –¡Gracias mi princesa! Ahora ayúdame por favor;
Los días pasaban y tanto Josué como Marian andaban como locos con las compras de los útiles escolares, los uniformes de ambas niñas lo enviaban con Valeria la amiga de Marian, en el caso de Rossane lo hacia y le resultaba bien fácil, ya que su hija estaba junto con Rossane en el mismo grupo; al ser de la misma edad y complexión tomaba la misma medida, pero en el caso de Gely era escuela primaria era otro uniforme y se lo compraban hecho, solo lo ajustaba la señora Valeria.Andaban en el centro comprando los zapatos y tenis de las niñas para la escuela, pasaron a una tienda conocida en la ciudad, para adquirir el uniforme de Gely, Marian aprovechó que estaban ahí para surtir de ropa interior a las niñas, de calcetas blancas para la escuela y de colores para el diario.Al regresar, como era ya tarde Josué se fue a comprar unas ricas carnitas que se encontraban rumbo al velódromo de la ciudad deportiva, pero las niñas no se quisieron quedar con Marian en casa y se fueron con él. Al llega