Rylee caminaba de un lado a otro. —La pregunta es, si Svetlana se unió a la manada, ¿por qué no traer a Katya con ella?

—¿Ha hablado?—, preguntó Lonnie.

—Kat le dio a Thorn su primer nombre y se negó a decir nada más —dijo Rylee—. Thorn y el equipo que envié con él saquearon la villa donde se alojaba Svetlana. Encontraron guardaespaldas humanos de la mafia por toda la propiedad. Muertos. Disparados. No por hombres lobo, sino por humanos. Svetlana tenía pasaportes falsos, por supuesto, pero su olor impregnaba la villa. El único olor de hombre lobo detectado era el de Kat. El equipo la capturó cuando Kat regresó. Parecía sorprendida de que su ama se hubiera ido.

—El gato le ha comido la lengua —sonrió Cricket—. Dominic la hará hablar.

Lonnie estuvo de acuerdo. Ningún ejecutor era más feroz y temido que Dominic. —Si Dominic puede destrozar su

elfo lejos del lado de Mia—.

—La traeremos aquí. Lonnie, tú harás que hable. Rylee le guiñó un ojo.

Lonnie frunció el ceño. Aunque tenía sangre de