— ¿Se puede saber porque cojones lo has hecho? ¿o es que no sabes tocar a la puerta?— preguntó lleno de rabia — No he hecho nada, tienes que firmar estos documentos, los están esperando — respondí— Al diablo con eso Vanesa,--me dijo cogiendolos para tirarlos en la mesa– ya me has jodido hoy dos veces, no sabes bien el castigo que te espera cuando lleguemos a casa — me dijo— La culpa no es mia, tu te lo has buscado, follandote a la amante sabiendo que tu mujer puede entrar en cualquier momento, tu eres el culpable no yo — le dije, mientras Aaron se acercaba a mi, teniendo que ir retrocediendo Aaron puso sus dedos en mis pómulos, apretando haciendo que diera un pequeño grito de dolor, acercando sus labios a los míos— Lo que yo haga a ti no te importa, por lo que respecta a ti, ya sabes que si quiero dejar a tu familia en la puta calle lo hare, asi que sera mejor que me tengas más respeto y me obedezcas en lo que te diga, — me dijo tirándome al sofá que tenía en su despacho, boca ab
Poco tardó el médico de mi marido en llegar a mi casa, desde que Andrew lo llamo, entraron los dos hombres a mi dormitorio, dándome cuenta de que Andrew estaba marcando otra vez un número en su teléfono, marchándose del dormitorio para hablar.— ¿Cómo estás? el amigo de tu marido me ha llamado asustado ¿que has sentido Vanesa? — me pregunto— Deja que te quite la ropa de la cama, te voy a examinar — me dijo el médicoCuando retiró Sofia la ropa, pude ver como se tapaba ella la boca con su mano, mirandome el médico muy serio— Vanesa, lo siento, creo que has tenido un aborto, ¿te has asustado o te has dado algun golpe? –pregunto— No nada, solo que me ha dado un fuerte dolor y aquí estoy doctor — le dije— No te ingreso porque seguramente estabas de días, ahora descansa, nada de relaciones durante unos dias y te tomas la medicacion que te voy a recetar ahora — me dijo el médico— Doctor ¿me podría recetar las pastillas anticonceptivas? — le pregunte, mirandome el hombre algo extrañado
Terminamos de cenar y segui viendo a mi marido, nervioso e inquieto, preguntando que narices le había dicho aquella mujer, para que hubiera cambiado. Una vez en el coche, me quedé mirándolo muy seria y muy preocupada— ¿Qué te pasa? me gustaria que por una vez fueras sincero conmigo Aaron — le dije— Nada mi amor, tranquila solo que me ha molestado la presencia de esa mujer, pero todo esta bien — contesto— Quiero que no me mientas, por favor, ¿que había entre los dos? tuvo que ser algo muy fuerte para que te haya puesto tan nervioso — respondíAaron aparco el vehiculo, paro el motor ccogiendo mi mano besando el dorso de la misma, antes de empezar a hablarme— Vanesa no quiero que me veas como un bicho raro, lo que te voy a contar es lo que soy, aunque ahora se que contigo no puedo, pero si que me gustaría que me comprendieras y quisieras ser mi compañera en mi aventura, pero si dices que no, aquí se quedan las palabras — me dijo mirandome muy serio— Estamos casados Aaron, siempre ser
Aaron un día me sorprendió diciéndome que íbamos a hacer un viaje, ya que no tuvimos luna de miel, esa era la mejor ocasión para hacerlo, sintiéndome llena de felicidad por el regalo que me estaba haciendo, aunque no quiso decirme a donde íbamos exactamente. La noche anterior Sofia me ayudó a hacer el equipaje, dejándolo mi esposo en el coche preparado para el dia siguiente, para que después de desayunar nos marcharnos hacia el aeropuertoYo estaba duchandome esa noche, cuando sentí las manos de mi esposo acariciando todo mi cuerpo, besando mis hombros, mi cuello, acariciando cada uno de mis pezones, mientras me hacía gemir.— Mañana a estas horas, estaremos los dos desnudos tumbados en nuestra habitación del hotel, disfrutando de una merecida luna de miel — me susurro en el oído— ¿Dónde me llevará mi amo? .--- pregunte— Será toda una sorpresa para mi sumisa, se que te gustara — me dijoDespués de hacer el amor en la ducha, Aaron seco con suavidad mi cuerpo y mi pelo, tumbandonos lo
Me quedé completamente inerte y sin saber que narices decir, solo me preguntaba ¿quién había escrito eso y más en un periodico nacional. — ¿VANESSA?¿qué haces aquí mujer y sola? — escuche la voz de Roy, un antiguo compañero de la universidad donde yo iba, cuando vivía con mis padres— !! ROY ¡¡ qué alegría volver a verte ¿cuándo has llegado? — pregunte— Me voy hoy, mi padre me necesita, pero dime qué haces aquí sola ¿y tu esposo, dónde está? — pregunto— No lo sé, Roy oye ¿me llevarías contigo por favor? – suplique— Claro que sí mujer, ¿pero dime es verdad lo que dice el periodico, que hay divorcio inminente? – pregunto— No me lo quería creer, pero supongo que es cierto, — le dije cabizbaja— Venga vámonos, mi coche ya está aquí, — me dijo Roy, cogiendo mi equipaje, marchando los dos hacia el aparcamientoRoy, tenia veintidos años, de pelo negro muy bien cortado, con un color verde de ojos, que te decian sin hablar lo que el deseaba de ti, haciendo que el cuerpo ya no fuera tuyo
Salí de mi casa, viendo a Kevin apoyado en su coche sonriendo mientras me iba acercando a donde estaba— Hola, uff estas preciosa — me dijo— Gracias, tú tampoco estás nada mal, ¿dónde vamos? — pregunte— !! KEVIN ¡¡ ¿qué coño haces tú aquí? – escuchamos preguntarle a Andrew— Por favor no te metas, solo nos vamos a tomar una copa, — le respondí yo gritando— Vamos entra — me dijo Kevin abriendo la puerta de su cocheKevin entró después arrancando el coche para irnos de aquel lugar, fijándome por el espejo del auto, como Andrew se quedó de pie con los brazos en jarra en la puerta de mi casa.Después de casi una hora, Kevin paro el coche en el aparcamiento de un Club, abriendome la puerta él cogiendo mi mano, entrando así los dos en aquel local, Estaba lleno de gente, música de baile, luces móviles, muchas parejas bailando bebiendo, riendo y celebrando, nos acercamos a la barra pidiendo Kevin una botella de champán, sentandonos en uno de los sillones vacíos que habían. Kevin abrió la b
Quise retroceder par huir de él, pero la intensidad con que mi esposo me miraba me lo impidio, cuando nuestros cuerpos ya estaban juntos, Aaron cogio mis muñecas con solo una mano suya poniendome los brazos en mi espalda, Su mirada fue cambiando de rabia a benévola tranquilizandome por momentos cada vez mas, lamio y mordio el lobula de mi oreja, haciendome sentir la calidez de su aliento, roxando mi cara con la suya, sigui por lamir mis labios, mordiendo mi labio inferior llevandosela a su boca, mordisqueo mi cuello, haciendo que diera un pequeño gemido, mientras notaba como mi sexo se mojaba, sin remedio ni sin que yo puediera evitarlo, lamio mis hombros, dando pequeños mordiscos, mientras yo cerraba mis ojos con aquella sensacion— Abre los ojos princesa, necesito que me mires — me susurro mi esposoAaron siguio lamiendo la union de mis pechos haciendo que mis pezones me dolieran al sentir como se ponen duros, solo con su roce, Me soltó las manos, pero sus manos bajaron los tirantes
Se que mi esposo no sabia que decirme en ese momento porque le extraño mucho mis palabras, pero pense que seria lo mejor, si le dejaba libre de hacer lo que quisiera con esa mujer, pensé que seguramente se sentiría más seguro conmigo y haría todo lo posible por que esa mujer desapareciera de nuestras vidas cuanto antes, aunque aún quedaba la otra cuestión, ¿que haría yo entonces?¿quedar embarazada de mi marido o seguir con las pastillas que me descubrió mi esposo? además, estaba el anuncio del peridodico, ¿quien fue capaz de anunciar esa gran mentira?, pensé que todo tendría una respuesta que aun yo no lo veía, ¿pero quien me la iba a dar? estaba algo confundida. Solo pensaba en darle a mi esposo lo que me pidiera sin reclamar nada, ya que quería que viera que lo amaba a pesar de todo y eso iba a hacer, demostrarle a mi esposo, que era suya y demostrarle cuánto confiaba en él. Después de ducharnos, nos tumbamos en la cama abrazados, quedandonos dormidos, por el cansancio que teníamos