El camino es alegre entre ambos, escuchan música, ríen y comen, Bjork nunca pensó que hacer esto sería tan bueno, tan sencillo y se sintiera tan bien.

Al llegar es una finca hermosa, al lado una capilla, se sorprende Melissandre, aún no comprende que es este lugar.

—Bjork, volviste.

Varios niños vienen hacia el corriendo, Melissandre recuerda que el había dicho que le encantaba los niño y sobre la fundación que el maneja.

—Hola diablillos.

Eufóricamente saluda a los niños, ella observa como el corre y todos ellos salen detrás de él, uno de ellos lo hace caer y van a dar al pasto, todo se le tiran encima, Bjork sonríe como nunca, nunca lo había visto reir a carcajadas.

—Quiero presentarles a una persona—viene tomado de la mano con dos niños a su lado—ella es Melissandre y me casaré con ella.

—Hola niños, como están.

Todos la saludan menos la pelirroja, una niña hermosa que se cruza de brazos.

—Les traemos muchos regalos.

Dice Melissandre y los niños sonríen, una señora sale d