Ser abandonada en el altar podría ser lo peor sin duda, pero ser abandonada un día antes de la boda era mucho peor, si te dejaban en el altar las personas tenían pena de ti, pero si lo hacían antes de la boda era culpa tuya, o al menos eso pensaba la familia del novio que después de leer la nota de Nick empezó a criticar a Adeline, todo lo había hecho mal según la familia Brown, y ni bien se habían librado de los invitados la echaron a la calle. Su padre no había dicho una sola palabra, su madre no podía evitar sentirse escandalizada, estaba agradecida de ser hija única porque de otra manera probablemente también sería juzgada por alguien más, apenas pudo juntar lo poco de dignidad que le quedaba para no llorar ante todas las acusaciones que le habían lanzado los familiares de Nick
- Hija....
- Ahora no mamá, no puedo soportar otro sermón
- Adeline, necesitamos hablar de lo que pasó ¿en verdad solo te dejó una nota?
- ¿Qué quieres decir?
- ¿No te dio otras señales de que no quería casarse?
- ¿Señales?
- Sí, lo típico
- Mamá él me pidió en matrimonio, yo no lo presioné, si no quería sacarse ¿por qué me lo pediría?
- No lo sé, debe haber alguna razón
- ¿Tú también crees que es culpa mía?
- No he dicho eso, pero pienso que debió suceder algo entre ustedes
- ¡Ya basta!, suficiente he tenido con la maldita familia Brown
- No le hables así a tu madre — finalmente había hablado su papá
- Me está culpando por lo que pasó — le espetó
- Es tu culpa, te dijimos que era muy rápido, que era imprudente — ella le miró desolada, lo último que necesitaba ahora era que sus padres le echaran un sermón
- Si tanto les molestaba que me casara con él ¿por qué estuvieron de acuerdo?
- Nunca lo estuvimos — le afirmó su padre, sabíamos que ese joven tenía un comportamiento extraño, no confiábamos en él — ya no pudo soportar la presión y explotó
- ¿Y esperan hasta ahora para decírmelo?, ¿esperaron hasta que me abandonara para advertirme?, ¡qué clase de padres son!
- Cálmate Adeline — rogó su madre
- ¡Maldita niña malcriada!, tú nunca escuchas, estabas enamorada, tan ciega y ahora ¿es culpa nuestra?, asume las consecuencias de tus decisiones
- Eso es lo que haré, es obvio que aquí nadie me dará consuelo — tomó su bolso y se dirigió a la puerta
- ¿A dónde crees que vas? — gritó su padre
- ¡A cualquier lugar en donde no me juzguen!
- Hija espera.... — gritó su madre, pero ella ya había salido por la puerta
Se dirigió sin rumbo por las calles, no tenía un plan, solo quería alejarse de todo lo que rodeaba en este momento, se supone que sería un día especial, pero Nick la había abandonado en la boca de los lobos, no solo la había dejado prácticamente en el altar, sino que también se había ido dejando que ella cargara con toda la culpa, y ella era inocente, no había hecho nada malo, ahora que lo pensaba mejor ella había sido un ángel, nunca protestó, ni siquiera cuando su suegra ahora ex-suegra — se recordó — la había excluido de todas las decisiones sobre la fiesta de su boda, ni cuando le dijo que tenía que perder peso para verse como una verdadera lady o lo que m****a quisiera decir eso, a ella nunca le había preocupado su peso, era una mujer curvilínea y estaba orgullosa de ello, pero al parecer eso le había parecido vulgar a su suegra. Terminó llegando a lo que parecía ser un bar, entró sin ninguna ceremonia y se sentó en el taburete.
- Hola, quiero un wiskey — el camarero la miró con incredulidad y le dijo:
- Su identificación por favor
- Ya tengo 22 años — afirmó indignada
- Cariño te ves de 17
- ¡Me han dejado hoy!, tenía que casarme mañana — agregó, el hombre la miró con pena
- En ese caso la primera dosis es por cuenta de la casa
- ¡Gracias! — dijo al tiempo que se tomaba de una solo trago la bebida, empezó a toser, el hombre le miró serio
- ¿Es tu primera vez? — cuando terminó de toser ella respondió
- ¡Ajá!
- Entonces debiste pedir algo menos fuerte
- Quiero emborracharme
- Eso no es buena idea
- No necesito otro sermón
- Jajaja, no intento darte un sermón, a mí me conviene que bebas mientras puedas pagarlo —ella le miró seria, sacó su billetera y le tiró en la encimera una cantidad sustancial de billetes
- No suelo preocuparme por mis clientes, pero pareces una buena chica, ¿debería llamar a alguien?
- ¿No quieres el dinero? — el miró la cantidad de billetes y sonrió
- De acuerdo, pero si te quedas inconsciente deberé llamar a alguien
- Si me quedo inconsciente puedes llamar a este número — dijo al anotar en un papel un número de celular, él tomó el papel y luego preguntó:
- ¿Qué quieres beber?
Dos horas y muchos tragos después Adeline apenas si podía mantenerse consciente, todo le daba vueltas y no podía enfocar su mirada, se le acercaron varios hombres que en un principio ella pudo dispensar, pero luego ya estaba demasiado embriagada para deshacerse de ellos
- ¡No quiero!
- Vamos bella, solo quiero beber contigo
- ¡Déjame en paz!
- ¿Porque te haces de la difícil?
- Ya déjame — gritó al notar que el hombre le sujetó por el codo intentando estirarle a otro lugar
- Suéltala — dijo el mesero
- Amigo esto no es tu problema, así que no te metas
- Es mi bar, así que es mi problema, la chica no quiere ir contigo, ¡suéltala!
- ¡Haz la vista gorda y ya!
- Es menor de edad — mintió — ¿no querrás que llame a la policía verdad? — el acosador lo miró serio y luego soltó a Adeline — eso pensé — agregó sarcásticamente
- Ven chica, creo que ya es hora de ir a casa
Tomó el número que le habían proporcionado y llamó al celular, le atendió una mujer
- Hola ¿quién habla?
- Hola llamó del bar irish, una chica me dio este número, está muy borracha
- ¿Quién?
- No sé, un segundo… ¡oye chica! ¿Cómo te llamas?
- Yo... soy Adeline
- Dice que se llama Adeline
- ¡Dios mío! ¿Qué diablos hace ella en un bar a estas horas?
- No sé, necesito que vengan por ella
- Entiendo, iré por ella
- De acuerdo — colgó y miro a la pobre mujer que apenas se sujetaba en la barra, era muy joven pensó
Media hora después Jenny llegaba al bar irish, encontró a su amiga hecha una m****a, después de lo que le pasó, pensó que ella estaría en casa llorando ríos de lágrimas, sin embargo estaba en un bar como si hubiera tenido dos días de despedida de soltera
- Adeline ¿me escuchas? — le dijo sujetándola por los hombros
- ¿Jenny?.. Oh Jenny ¿qué haces aquí? ¿También te botaron?
- ¿Qué?
- No dice nada coherente ya hace un buen tiempo — escuchó que mencionó alguien a su espalda, se giró y quedó estupefacta
- ¿Tú eres quién llamó? — preguntó cuándo se recuperó de la impresión
- Sí, soy el dueño del bar
- Ahhh, ¿qué bebió?
- Hummm, de todo un poco, quería emborracharse.
- Creo que su plan resultó, Soy Jennifer Wilson — le extendió la mano
- Mattew Morrison — respondió al darle la mano — tu amiga necesita ayuda para llegar a casa — agregó al ver que Adeline se balanceaba
- Me encargaré de ella, muchas gracias
- Sin problemas
- La cuenta...
- Ya está pagada, pagó por adelantado — agregó
- Típico de ella
- Creo que no está acostumbrada a beber
- No, pero no la culpo
- Sobrevivirá — dijo él seriamente
- ¿Qué?
- Sobrevivirá a lo que le haya pasado, cuando ella lo decida — profetizó
Jenny no supo que responder a eso, tomó a su amiga y ayudándola a apoyarse en sus hombros salieron del bar, la subió a su auto a duras penas
- La próxima vez que decidas beber, asegúrate de contratar un chofer — le dijo intentando recuperar el aliento
- ¡Maldito! — espetó
- ¿Quién?
- ¡Malditos todos! — agregó
- En eso estamos de acuerdo
Al día siguiente despertó en la habitación de Jennifer ¿Cómo había llegado hasta ahí?, no recordaba nada, bueno recordaba muy poco, miró el reloj eran las 11 de la mañana, en una hora sería su boda, mejor dicho tendría que haber sido su boda, apretó su cabeza contra la almohada, no era un sueño, realmente la habían dejado, Nick ya no era parte de su vida, él se fue y no le dejó ninguna explicación, tendría que sobrevivir, pero no sabía cómo.
- Buenos días— entró Jenny a la habitación con un vaso de agua y una caja de medicinas
- ¡No es necesario que grites!
- No he gritado, estás muy sensible al parecer
- Me duele la cabeza
- ¿Tienes idea de lo que te pasó ayer?
- No recuerdo mucha cosa
- Tienes suerte de que no te hayan violado, o algo peor
- ¿Cómo llegué hasta aquí?
- El dueño del bar me llamó para ir a buscarte
- ¿El dueño?
- El hombre endemoniadamente atractivo que atiende en el lugar
- Hummmm, ¿el alto?
- Jajajaja, ¿es todo lo que notaste?
- Disculpa pero estoy en lo que las personas llamaría de un "duelo amoroso", no me voy por ahí fijándome en el primer hombre que se me cruce por la calle.
- ¡Tranquila! no es para tanto, solo quería señalar que ayer estabas totalmente borracha y sola en un bar, eso fue muy estúpido por tu parte
- Ya veo, no estaba en condiciones de tomar buenas decisiones, me peleé con mis padres y huí, fue el primer lugar que encontré, yo solo quería olvidar lo que me había pasado
- Ya sé, debiste llamarme, sabes que siempre estoy para ti en cualquier hora
- No tenía planeado salir, solo pasó, yo... —ella empezó a llorar
- Adeline, Nick es un cretino, no te merece, debes olvidarte de él
- Lo sé, no entiendo por qué me hizo esto
- Solo Dios sabe lo que tenía en la cabeza cuando decidió dejarte
- Mamá insinuó que era mi culpa — su amiga la miró sorprendida
- No puedo creer que ella haya pensado eso, es tu madre
- Lo sé, papá dijo que ellos nunca confiaron en él, que fue un error desde un principio
- Amiga... tranquila todo estará bien — la abrazó
- No sé cómo encarar esta situación, todos sabían que me casaría hoy, ¿qué le diré a la gente?
- Tú actúa normal, no le debes explicaciones a nadie
- No entiendo lo que pasó
- Créeme que yo también quiero una respuesta, si alguna vez llego a cruzarme con ese maldito...
- Se fue, y algo me dice que no volverá
- Más le vale — agregó Jenny con evidente cólera
La primera semana después de su abandono Adeline se quedó en casa, ni siquiera salía de su habitación para no tener que ver a sus padres, ella había vuelto sin darles ninguna explicación y se dedicó a dormir, comer y llorar durante 7 días, su padre no le dirigía la palabra ni por error, su madre que era más comprensible trataba de hacer las paces con ella, pero le dolía que ellos no le hubieran apoyado cuando ella más necesitó, la familia Brown la había humillado y sus padres terminaron por darles la razón, ella quería el apoyo de su propia familia, se dio cuenta de lo mal de la situación cuando los escuchó hablar en una mañana
- Tiene que madurar
- Cariño es solo una niña y ha pasado por mucho
- No podemos tolerar esto por más tiempo, está echando a perder su vida
- Eres su padre, debes ser más comprensivo
- Hemos sido muy tolerantes con ella, ya tiene edad para sobrevivir por su cuenta
- Ella lo superará, dale tiempo
- ¿Hasta cuándo?, ni siquiera nos respeta, vive de nosotros y no da la cara hace casi una semana
- Está deprimida es normal
- No va a superar nada si se encierra como un gato asustado, la vida no es color de rosa, y cuando antes lo aprenda mejor
Subió por las escaleras sin hacer ruido, lo que escuchó le rompió el corazón, pero sus padres tenían razón en algo, debía volver a la realidad, no podía seguir perdiendo clases, su vida seguía y ella tenía que vivirla. Despertó un lunes y se preparó para ir a la universidad, su madre se sorprendió al verle despierta tan temprano, y arreglada
- ¿Irás a la universidad?— preguntó cautelosamente
- Ya es hora
- Entiendo…
- Mamá... me mudaré con Jennifer
- ¿Qué?
- No puedo seguir viviendo aquí
- ¿Por qué no?
- Ya no seré un estorbo para ustedes
- ¿De qué hablas?
- Sé lo que piensan de mí, ya estoy cansada de ser una carga, me mudaré y encontraré un trabajo de medio tiempo
- No necesitas hacerlo
- Es lo mejor para mí, tengo que cambiar mis rutinas o me volveré loca
- Hija, somos tus padres, lo que sea que necesites te lo daremos
- ¡No!, no puedo seguir así, quiero tener algo que hacer, distraerme, seguir aquí solo me trae malos recuerdos
- Adeline, ¡tú no sabes cómo es la vida fuera de estos muros!
- Sea como sea, yo lo afrontaré por mi cuenta y sobreviviré — le afirmó con total convicción, sin tener idea de que pronto se arrepentiría de sus propias palabras.
Ni bien llegó a la universidad se tropezó con un montón de personas que habían sido invitados a la boda, ¡maldito Nick!, era muy popular y todos sus amigos estudiaban en la misma universidad- Querida me enteré de lo que pasó — le dijo una rubia que siempre acosó a su ex, ella quiso ignorarla, pero la mujer insistió — supongo que no fuiste lo suficientemente buena para él y te dejó un día antes de la boda para que lo supieras- ¿Qué estás insinuando?- Lo obvio, supongo que quiso una mujer más madura — señaló apretando sus pechos- Eres una vulgar — le espetó Adeline sin poder controlar su ira- Apuesto a que no sabes lo que le gusta en la cama- Me da igual, Nick ya es pasado- ¿En serio?, entonces ¿por qué me da la impresión de que vas a llorar en cual
Los siguientes 12 meses de la vida de Adelina están hasta hoy día borrosos en su mente, a pesar del apoyo incondicional de su amiga, ella no lograba superar todo lo que le había pasado, después de soportar la terapia de control de ira se había convertido en este desastre ambulante, su dolor no había mermado, solo aumentó y ella ya no pudo manejarlo así que empezó a beber sin control, nunca estaba lo suficientemente sobria para usar sus neuronas así que no duraba en ningún empleo por mucho tiempo, cambió de trabajo tantas veces en el último año que ya había perdido la cuenta, se hundió en una depresión tan profunda que ni siquiera la bebida le ayudaba a ahogar su frustración, tenía una rutina rigurosa, de lunes a viernes iba a trabajar luego pasaba por el bar irish para emborracharse, el dueño incluso ya le reservaba un lugar apartado de todo el
Cuando despertó notó que no estaba en casa, parecía la habitación de un hospital, pero no olía a hospital pensó, se levantó de la cama y vio que sus cosas estaban allí, tenía una bata así que se cambió, salió de la habitación y notó que era lugar muy hermoso, parecía un retiro de ancianos pensó, al salir de la habitación había un corredor abierto que daba a un jardín interno, quería sentir el pasto así que bajó con los pies descalzos, hacía tiempo que no se sentía tan bien, tan sobria, se sentó en un banco para tomar el sol, cerró los ojos para pensar, no sabía dónde estaba, ni cómo había llegado allí, se enfocó en los últimos acontecimientos que recordaba, el bar, los tragos, que la llevaban, no era Jenny, un hombre que iba a violarle, no quiso reco
Cuando le dieron de alta sintió que estaba renaciendo, salir del centro de rehabilitación marcaba una nueva etapa de su vida, una en la que viviría según sus reglas se recordó a sí misma, tomó su agenda y la apretó contra el pecho, hoy era un nuevo día. Llegó a casa y su amiga Jenny le esperaba con una recepción calurosa, había hecho una decoración con globos con pastel incluido, todo muy colorido y festivo, considerando sus dones para la decoración, todo se veía bastante decente pensó irónicamente¡Bienvenida querida!No era necesario todo este alboroto¡Claro que sí! creí que sería apropiado, ahh mira este es un regalo de la señora Lewis — señaló el pastel perfectamente decorado con trufas de chocolate y frutas¡Qué amable de su parte!Ella est
Dos días después de su visita al bar irish, Adeline se preparaba para su casting en la agencia de modelaje Sharm, no podía parar de reírse cada vez que recordaba la expresión de Matt al ver su trasero, si lograba causar esa impresión en un hombre que durante 2 años la había visto como una niña, no dudaba que lograría mucho más con hombres que nunca conocieron a su versión antigua, se vistió impecablemente, Cassy le prestó un par de vestidos de los cuales eligió uno rojo con un corte A elegante para ir al casting, le dijo que la primera impresión era la que valía en el mundo de la moda, la mujer era un sol pensó, se hicieron amigas de inmediato cuando ésta admitió que tenía una hermana mayor que también nunca se había interesado por la moda y que ya llegando a sus 30 años decidió verse bien, tú está
Saint Joseph, noviembre 2021 Parte 1 - Adeline Ni bien colgó la llamada fue a la notebook para indagar sobre Tomas Cameron Black, sonaba tan misterioso como lo era en realidad, porque jamás antes había escuchado hablar de él, definitivamente no era del círculo social de los playboys, porque si lo fuera ya se habría tropezado con él en alguna fiesta, su voz sonaba muy sensual, estaba intrigada, tanto por el hombre como por las razones que lo llevaron a contactarla, escribió su nombre en el buscador con la esperanza de encontrar una foto suya pero solo le apareció el sitio web de Belle Nature, aparentemente era el CEO de esa empresa de cosméticos, interesante pensó, el hombre tenía un trabajo que giraba en torno a la moda, la empresa se estaba posicionando en el mercado, era relativamente nueva, no tendría tanto capital como para que su dueño despilfarrara dos millones de dólares por placer Hummm algo no cu
- ¿Qué? ¿casarme con usted?- Sí- Espere… creo que aquí hay una confusión, yo ofrezco como servicio relaciones falsas señor Black- Y será falsa, pero necesitaré que se case conmigo- ¡No puedo casarme! — afirmó con vehemencia, la sola idea de pasar por todo el rollo matrimonial otra vez le daba nauseas- Es el trato que le ofrezco por los 5 millones de dólares- Humm…necesitaría pensarlo, deme una semana para decidir — dijo, pero en realidad lo único que quería era salir corriendo de allí- Entiendo que es una decisión difícil, pero no tengo una semana- ¿Por qué no?- Porque debo casarme antes del fin de este mes- Eso sólo nos da 15 días- Exacto- Me parece una locura, es muy poco tiempo, y
A la mañana siguiente Cam estaba demasiado ansioso así que la esperó en la entrada del edificio, ella se acercó majestuosamente en un auto deportivo de color amarillo, cuando bajó del vehículo, su primer pensamiento fue: ahí llega mi prometida, se sorprendió a sí mismo sonriendo ante esa idea, lo segundo fue que ella era realmente muy bella, estaba vestida impecablemente en un esmoquin color violeta muy femenino y unos tacones a juego, caminó con pasos decididos hacia él y sin advertirle extendió los brazos y lo abrazó cariñosamente, cuando lo soltó segundos después le fallaron las rodillas, ella se apartó unos centímetros y le miró sonriente, luego dijo:Buenos días señor Black¿A qué se debió eso? — preguntó él en voz baja inclinando su cabeza hacía ellaSi q