—No voy asumir el cargo de alfa de la manada claro de luna azul, continúan como hasta hora—miro a Zitnov, está atento a mi desgracia.

agarra los cubiertos y comienza a comer.

Con la mirada le pido ayuda a Zitnov , que solo se limita a encogerse hombros y levantar las manos en señal de no querer meterse.

—No vengo a hablar de la manada—tanteo—¿quiero saber cómo estás? ¿cómo están los bebes?

—Vivos—responde con simpleza, sin dejar de comer.

Zitnov está contenido las ganas de reír.

—Sé que están vivos, solo quiero que hablemos a solas para—me quedo meditando mis palabras—hablar.

no sé qué coño me pasa, pero mi mente no ayuda en buscar una mejor excusa.

—Yo me retiro—informa Zitnov levantándose como un resorte de la silla.

—Tú te quedas ahí—le ordena.

—Bela, por favor habla con él, aclaren lo que sea que haya pasado y déjenme fuera de sus problemas.

El muy desgraciado se libró de que ella le dijera algo más, debo agradecerle que intercediera por mí y nos dejara solos. El hombre es astuto.