CAPITULO 22

Tenía un pequeño departamento a las afueras de la ciudad donde me había instalado cuando hice mi residencia.

Lo había comprado con los ahorros de mi vida y era una de las cosas que me hacían sentir orgullecida de mí misma, a pesar de que era un lugar sencillo pues los demás propiedades que teníamos las habían embargado.

Para mi mamá haber llegado ese lugar fue una de las cosas más complicadas, era más que claro que toda esta situación se había convertido en un frenesí.

— no puedo creer que me traigas a vivir aquí y no a un lugar más decente y más a mi estilo — fruncí el ceño de inmediato.

Lo que había dentro de mi corazón era muy difícil, así que tomé un poco de aire para poder explicarle que nuestra situación económica había cambiado y que por supuesto no estaba dispuesta a pedirle un solo centavo a Paola.

— a partir de ahora tenemos que vivir con mi salario y tengo que buscar trabajo en algún hospital para poder besar a devengar — quería dejarle en claro que todo esto er