CAPITULO 21

En ese momento la verdad sí sentí un breve escalofrío dentro de mi corazón porque no podía creer todo lo que me estaba diciendo Armando.

Sí bien era cierto que todo esto que estaba sucediendo era muy complicado de explicar porque para mí Esteban era un pan de Dios, se había comportado como un caballero conmigo prácticamente desde el primer momento y nunca me había alzado la voz o se había comportado de manera grosera.

Cuándo llegó a golpearme después de recibir aquellas flores fue demasiado fuerte el impacto novedades que no estaba acostumbrada a este tipo de asuntos pero había tomado la decisión de irme de aquella casa sin importarme la enfermedad que él tenía.

Armando seguir hablando de miles de asuntos era un hombre demasiado interesante y tengo que aceptar que a pesar de que en el primer momento tuve una pésima impresión de él por haber exigido un derecho tan precavida tan cavernícola como el famoso derecho de pernada, consideraba que era un hombre que lo único que que