Mientras Marilyn y Kelly llegaban a una extraña complicidad para hacer miserable la vida de “Katia Gutiérrez”, Patricia se recuperaba de sus heridas en el hospital; por otra parte, Enzo se mantenía atento a su evolución y estaba en trámites para la adquisición de una casa amplia, cómoda y muy bonita para los padres de ella, tampoco descuidaba la atención del niño quien ya se encontraba en franca recuperación.Esas eran sus buenas acciones ya que, sin interrumpir las gestiones de Greg, se dedicó a atacar cada uno de los almacenes que le quedaban en pie a Simón Gutiérrez, fueron diferentes daños y todos realizados con una precisión militar en cuestión de un par de horas.Para la media noche del siguiente día en que Simón amenazó a Enzo, ya no le quedaba nada en pie y la estocada final fue la llegada de las fuerzas especiales y el cuerpo policial de élite con la orden de captura para él, por “asociación para delinquir”, “apoyo a grupos extremistas”, “robo de armamento militar” y otros ca
Al salir de la habitación de Patricia, Enzo se encuentra con Greg quien lo esperaba de brazos cruzados y apoyado en la pared, al verlo le dijo: –¿Y esa expresión? ¿La chica empeoró? –No, no es eso, acabo de despedirme de ella. –Realmente lo hiciste, entonces, si te afecta tanto… te interesa mucho más de lo que planeaste, ¿no es así?Enzo lo miró en silencio, no admitió ni negó las palabras de su amigo, quien solo palmeó su hombro en gesto de comprensión, lo conocía bien y sabía que ese silencio significaba más que mil palabras. –¿Cómo van las cosas? –preguntó Enzo evitando responderle. –Tengo horas libres o tal vez un día o dos, no lo sé, ya terminé aquí con el desmantelamiento de la operación de Simón Gutiérrez, la captura de los militares involucrados y la recuperación de un gran lote de armas y explosivos; ahora solo espero mis próximas órdenes. –A veces me gustaría ser como tú sin raíces, sin apegos, rodando e
Kelly restregaba sus manos evidenciando los nervios que la invadían, Enzo la observaba, analizando cada uno de sus gestos y convencido de que su mente estaba trabajando a toda velocidad para crear la mentira que saldría de su boca a continuación, mientras, él sentía que la exasperación iba creciendo en su interior. –De acuerdo te diré como sucedieron las cosas para que no pienses lo que no es –dijo ella finalmente. –Dime de una maldita vez Kelly. –Marilyn me llamó, ella está furiosa porque tú no has ido a verla, me dijo que la abandonaste en un hotel, nos reunimos para hablar, quería desahogarse conmigo reconociendo que soy una de las personas en quien más confías, me pidió consejo y yo le dije que te tuviera paciencia, pero de pronto me exigió todos los datos de la que era mi ayudante porque sospecha que esa mujer es la culpable de que te hayas alejado de ella. –Supongo que tú, muy amablemente, le diste todo lo que tenías sobre tu ayuda
Desde que Enzo se hizo cargo de las operaciones impuso la regla de no dañar mujeres ni niños y eso fue lo que le recordó William cuando le dijo que tenía a Marilyn y que iba en camino a encontrarse con ella. –No necesitas recordarme eso William. –Lo que significa que me vas a ignorar. –Yo no daño mujeres ni niños en el sentido de que no trafico con ellos, no promuevo prostitución, no atento contra las esposas ni hijos de mis enemigos siempre los busco directamente y los enfrento en persona, sin embargo, no me tembló la mano cuando tenía a Adia Gutiérrez, no he tenido dudas en lo que se refiere a Katia y tampoco voy a retroceder frente a Marilyn, si me colma, si descubro
La mañana siguiente inició muy temprano para Enzo, quien ya llevaba una hora haciendo ejercicio cuando los primeros rayos del sol entraron por las altas ventanas de su gimnasio, luego de prepararse emprendió camino a su empresa.Llevaba un nuevo propósito en mente, trabajaría desde muy temprano en su propia empresa y después del mediodía se dedicaría a la empresa Villalba, para ocuparse en las noches de los casinos y demás negocios entre los cuales contaba financiamiento a clubes, bares y afines; transporte de mercancía que algunas veces era de dudosa procedencia y apuestas clandestinas en varios deportes.Estos últimos constituían su actividad clandestina, en la que algunas veces tenía que usar la fuerza para que los deudores cumplieran con los pagos; para proteger los camiones que utilizaba o para hacer respetar los resultados de las apuestas; dirigía una gran organización a puertas cerradas y gracias a sus puños, acompañados algunas veces de una que otra bala, tenía muy bien ganada
Luego de cerrar la llamada, Enzo quedó un poco desconcertado y se decía: “¿Qué carajos? ¿De dónde sacó ese genio?, me retó, me refutó, seguro que cara a cara no se hubiera atrevido a tanto, hasta me dijo psicópata. Ay nena, no tienes idea de todo lo que puedo ser o hacer por proteger lo que me pertenece.”Luego de otros instantes de reflexión, recibió un mensaje donde le informaban que todo bien con respecto a Richard Alexander porque no había intentado acercarse de nuevo a Patricia; además ella estaba dedicándole toda su atención al señor Ko, quien es uno de los que trabaja con ella en el proyecto.“¿Y se supone que eso debe tranquilizarme? ¿Está dedicándole toda su atención al tipo que trabaja con ella? Carajo, carajo, carajo, no puedo ir en este momento para demostrarle a quién le pertenece, aunque no esté conmigo, es mía y debe entenderlo de una buena vez.”Lo siguiente que hizo fue llamar a William. –Dígame jefe. –Consígueme un avión, debo ir a Tailandia.
En las afueras del restaurante se despidieron, el “hasta mañana” que le dijo el señor Ko a Patricia no le gustó nada a Enzo, de buena gana la hubiera subido al auto para luego tomar el vuelo de regreso a casa y así terminar con las pretensiones de ese asiático, pero lo peor fue la brillante sonrisa que ella le dedicó a ese hombre.La tomó por el codo y la apresuró para que subiera al automóvil que lo había trasladado a él. –Tengo el auto que tú mismo me asignaste. –No importa, el chofer nos seguirá. –De verdad no entiendo qué haces aquí, yo no te hice ninguna consulta.Enzo se limitó a observarla de reojo sin re
Patricia estaba muy angustiada al oír a su hijo quejarse y llorar, sabía que debía ir al hospital, pero se debatía con ella misma ya que no tenía dinero para cubrir su atención, al mismo tiempo sabía que no podía dejarlo así, se armó de valor y salió con el niño envuelto en una manta, lo oprimía contra su pecho para transmitirle una calma que ella misma estaba muy lejos de sentir, iba maquinando las mil y una maneras de lograr que algún médico atendiera a su pequeño tesoro, estaba dispuesta a ofrecer sus servicios como empleada doméstica si era necesario.Caminó unas cuantas cuadras con la criatura sujeta fuertemente con sus brazos, el dinero que tenía en ese momento solo le alcanzaba para un autobús por lo que al fin llegó a la parada donde tomaría el que la dejaba muy cerca de la entrada del hospital, escuchaba el llanto quedo y lastimero que salía de su bebé, su razón de levantarse cada mañana a enfrentar el mundo. –Tranquilo mi pequeño, ya vamos camino al hospital y en