AMALIA.—¿Se encuentra bien, reina?Levanto la cabeza para ver al mayordomo delante mío.—Sí, estoy bien, Bob —le contesto dándole una pequeña sonrisa. Me doy cuenta de su vestimenta— ¿Vas a salir?—Así es —me responde—. Voy a ir a ver a unos amigos.—Espero que te vaya bien.—Yo también espero lo mismo —me dice—. Con su permiso.Asiento y lo veo marcharse dejándome sola.Veo la hora en mi celular para después dirigir la mirada al arbusto de rosas amarillas.¿Cómo es que siempre se ven bien?Siento unas manos en mis hombros y doy un pequeño salto en el asiento antes de escuchar una risa que conozco muy bien.—Lo lamento —toma asiento en la silla a mi lado—. No quería asustarte.—Esta bien.—¿Te sucede algo? —niego— ¿Entonces por qué ese estado de animo?—Ha de ser por el clima —le contesto—. La lluvia siempre hace que me sienta muy desanimada y con sueño.—En unas horas saldrá el sol —me dice— ¿Has visto a Bob?—Acaba de irse, dijo que iba a visitar a unos amigos.—Ah, cierto, hoy es
AMALIA.Empiezo a despertarme y lo primero que noto, mucho antes de que abra los ojos, es un gran dolor de cabeza.Hoy va a ser un mal día.Abro los ojos, pero eso solo hace que me dé una gran punzada y mi dolor de cabeza se vuelva más agudo.¡Ay, no! ¿¡Por qué!?Me quejo y entierro la cabeza en lo que siento que es una almohada.—Quejarte no te servirá de nada, mi chocolatina —me dice Huxley y yo solo me quejo—. Mejor levántate y date una ducha para ir a almorzar.Abro los ojos con mucho pesar y lo veo parado a un lado mío en la cama.—Me duele mucho la cabeza —él suelta una pequeña risa—. Y es desayunar, no almorzar.—Te perdiste el desayuno —me revela mientras yo me voy sentando en la cama—. Anoche bebiste de más y te dormiste bastante tarde, por cierto, es divertido verte ebria.Lo veo mal antes de percatarme de su vestimenta.—¿De donde sacaste esa ropa? —le cuestiono.—Le pedí a alguien del castillo que me la enviara, ya que tú estas usando la mía.Lo veo confundida antes de ver
AMALIA.—Sujétate bien —me ordena mientras me aferró lo más que puedo a él y él pasa un brazo por mi cintura y pone una mano sobre mi cabeza—. Esto va a doler un poco.Siento como el auto empieza a moverse todavía mucho más de lo que ya hacía hasta que siento como el vehículo deja de tocar el suelo antes de que todo empiece a dar vueltas y se torne oscuro.Despierto asustada y con la respiración bastante asustada sobre la cama de Huxley.Veo todo confundida, ya que hasta hace un momento me encontraba con él en una situación para nada agradable, pero ahora me encuentro en su habitación y por la luz que entra por las ventanas y por mi vestimenta, deduzco que lo que para mi fue hace un momento en realidad fue hace tiempo.Empiezo a pasar las manos por mi cuerpo en busca de una herida o dolencia, pero no encuentro nada fuera de lo normal.Siento como un lado de la cama se mueve, lo cual, me asusta por un momento hasta que volteo y me
AMALIA.Tranquila, Amalia, tranquila.Tú puedes soportar esto y mucho más, solo tienes que respirar profundo y contar hasta un millón.Esto solo será por un tiem...—¿Y es qué no piensas contestarme, estúpida? —me dice con su fastidiosa voz— ¿Acaso no tienes ni la mínima verguen...?—¿Qué es lo qué sucede aquí?Ambas volteamos para ver a Bob, la diferencia es que Angela lo hace con un expresión de molestia y desagrado y yo lo hago con cara de cansancio y estrés.—Nada que te interese, calvo —le contesta con desprecio Angela mientras yo regreso mi mirada a mi libro—. Mejor ve y haz algo útil y tráeme un whisky.—Lo siento, pero a la única que obedezco es a la reina —aprieto los labios para no reírme por lo que le ha contestado Bob—, no a usted.—¡Eres un...!—Bob —interrumpo a Angela volteándolo a ver— ¿Me has conseguido el libro que te pedí?—Sí, reina —me contesta—. Si gusta, se lo pu
AMALIA.—¿Hasta cuándo vas a estar enojada? —lo ignoro—. Llevas días sin querer hablar conmigo.Lo ignoro y sigo comiendo mi desayuno, hasta que este es quitado de la mesa de un momento a otro.—Regrésamelo —le digo molesta.—No hasta que hablemos —me dice— ¿Ya me vas a decir que ocurrió?—Como si no lo supieras ya —le digo.—No lo sé.—Pues que raro porque Bob me dijo otra cosa muy diferente —le digo y él bufa—. Ahora regrésame mi desayuno.Me ve fijamente a los ojos por unos segundos antes de lanzar con fuerza mi comida al vacío, ya que estamos en el balcón de mi habitación.—¿¡Pero por qué...!? —se acerca a mi y me agarra de las muñecas— ¡Suéltame!Intento librarme de él, pero no lo consigo.—Tú y yo no nos vamos a mover de aquí hasta que hablemos —me dice girándome y pegándome a su pecho sin dejar libre mis manos—. No puedes seguir ignorándome.—¡Yo puedo hacer lo que se m
AMALIA.Lo veo sorprendida.—¿Qué yo me vaya del castillo? —asiente— ¡Pero si es ella la que está invadiendo mi espacio!—Lamento decirle esto, reina, pero existe una gran diferencia entre ustedes —me dice—, ella es la única hija de un alpha y, por lo tanto, es la próxima heredera de la manada, así que se exponga al peligro no es opción porque su muerte perjudicaría a muchas personas, en cambio, usted será la reina y estará en peligro, pero su muerte todavía no perjudicaría a nadie, solo haría que el rey y sus familiares se pusieran tristes por un tiempo, ¿entiende el punto?—Sí, lo entiendo.—Así que tiene dos opciones, seguir soportando a la señorita Angela y estar a salvo ambas o irse del castillo, pero corriendo el riesgo de que en algún momento la puedan asesinar a usted o alguien de su familia o a toda su familia y a usted, ¿así que qué prefiere?Bufo antes de contestar:—Soportar a Angela.—Buena respuest
AMALIA.Termino de guardar la última prenda en mi maleta antes de cerrarla.—Lo sé, es algo precipitado —le digo a Chispa, quién me ve atentamente mientras bajo la maleta de la cama—, pero ya no puedo más con esto y estoy segura que tú tampoco. Chispa ladra estando de acuerdo conmigo.—Ven, vamos —le digo agarrando mis maletas—. Valeria nos espera.Salgo de la habitación con las maletas y aunque batallo mucho, bajo mis maletas, ya que no quiero que nadie me ayude, ¿la razón? Bob me advirtió que Huxley les ordenó a todos que hicieran lo posible para que no me fuera cuando vieran que lo esté haciendo.Si, Bob es buena persona, aunque en sus palabras, esto no lo hace por ser buena persona, si no porque si tiene la posibilidad de que alguien se salve aunque sea unos días de soportar a Angela, hará hasta lo imposible para ayudarla.Así que por eso estoy bajando las maletas yo sola porque no quiero que me retrasen y que en ese tiempo, Huxley regrese al castillo.—Vaya, vaya —se acerca a mi
AMALIA.—Wow —exclamo sorprendida mientras bajo las escaleras del avión—. Esto es sorprendente.—Y eso que no has visto nada —me comenta Valeria—. Esto no es ni la millonésima parte de lo fantástica que es esta isla.—¿En serio hay algo mucho mejor que esta vista? —le cuestiono.—Ni te lo imaginas —me dice al mismo tiempo que unas camionetas se estacionan delante nuestro—. Por cierto, aquí cada una tiene su propia casa, pero existe la principal, que la más grande y conecta a todas las demás, todos tiene su propia habitación en la casa principal, así que tú decides en donde quedarte y cuando hacerlo, no juzgamos ni nada.—Ok, lo tendré en cuenta —le digo mientras nos subimos a los vehículos.—Pero las casas están dividas por parejas —añade después de ponernos los cinturones de seguridad y de que la camioneta se empezara a mover—. Así que si gustas, te tendrás que quedar en la casa que es de Huxley, pero tranquila, la mande a limpi